La Ley de Activos Digitales entró en vigencia en enero de 2023. Es casi un año y medio en el que todos los salvadoreños y extranjeros han estado sujetos a sus bondades, una de las más destacadas es que exime a sus usuarios de los tributos más importantes, como el Impuesto Sobre la Renta (ISR, del 30 % de la ganancia) y del Impuesto del Valor Agregado (13 %).
En todo ese tiempo, solo se ha hecho la emisión de un activo 100% digital, el token $ESOY, por parte de la sociedad eGrains, garantizado por el precio de un bushel (medida anglosajona equivalente a aproximadamente 60 libras) de soja. Fue autorizado en enero de este año por la Comisión Nacional de Activos Digitales (CNAD).
Después de eso, solo parecía ocurrir el silencio alrededor de la apuesta. Sin embargo, la tendencia se revirtió cuando la compañía MIO3 finalizó el primer proyecto inmobiliario tokenizado de El Salvador, un complejo de bodegas en Zaragoza, en la carretera al Puerto de La Libertad. Y al decir finalizar se hace referencia al ciclo completo: algo que se financia y se vende a través de activos digitalizados inscritos en la blockchain, como una especie de libro de contabilidad inmodificable y compartido que facilita el proceso de registro de transacciones y seguimiento de activos.
El proyecto se fondeó a través de una oferta privada, que fue adquirida por dos fondos de inversión de prestigio, según el CEO de MIO3, Julio Valdés.
Pero lo de esta compañía es un doble logro, pues ya consiguió terminar la etapa de tokenización y colocación de su segundo proyecto, esta vez para la construcción de El Zonte Luxury Villas. Según la información del mismo, ha sido diseñado por el reconocido arquitecto Juan Carlos Paredes y desarrollado por el grupo inmobiliario Desarrollos de Altura.
“Nace con el enfoque de brindar una opción Eco-Luxury para el turismo de El Salvador, con cerca de 1,600 metros cuadrados de construcción, en 8 villas de lujo con alto potencial de renta y amenidades frente al mar”, dice una publicación de MIO3 en Linkedin.
“Este proyecto no solo resalta nuestra habilidad para aplicar tecnología blockchain, sino que también refuerza nuestra visión de un futuro donde la sostenibilidad y la tecnología se entrelazan de manera concreta”, explica Julio Valdés.
Un punto interesante de lo realizado por la compañía es que no solo se fondea con blockchain, sino que se vende a través de la misma tecnología.
¿Cómo se hace? Primero, un desarrollador inmobiliario contacta con la empresa para que le estructure la emisión del token de su deuda en ese registro. Se trataría, en el caso de los negocios inmobiliarios tradicionales, de activos digitales que son gemelos de una “hipoteca”. En la blockchain, esta se puede dividir como el mercado lo indique. Así, entonces, un inversor puede adquirir una pequeña parte de esa deuda, la que sea que le permita su economía. Democratiza, por tanto, el proceso de inversión.
Luego, viene la compra, para la que se emiten también activos digitales gemelos a la escritura, lo que está atado con los registros de la propiedad en el Centro Nacional de Registros de El Salvador. Así, solo debe cambiar de dueño el activo digital. Esto agiliza el proceso de compra e, incluso, permite fondear la misma en la blockchain.
MIO3 es la pionera en el rubro, aunque hay otro conglomerado de empresas que busca realizar algo parecido, pero a través de una oferta pública, es decir que los activos digitales se ofrecen al mercado y son los inversores quienes deciden adquirirlos.
Ese conglomerado está compuesto por las empresas Inversiones Laguardia y Bitfinex, que buscan financiar el hotel Hampton que se planea construir al interior del Aeropuerto Internacional de El Salvador por $6.25 millones.
Inversiones Laguardia es una de apenas tres empresas que han sido autorizadas como emisoras de activos digitales por la Comisión Nacional de Activos Digitales (CNAD), además de eGrains (que ya emitió el primero) y Nexbridge, que en febrero le aseguró a El Diario de Hoy que lo haría pronto.
Nexbridge e Inversiones Laguardia, dos de las tres empresas autorizadas para emitir activos digitales, comparten al mismo partner: Bitfinex, una empresa cuyos directivos tienen tanta influencia en el gobierno de El Salvador que estuvieron en la Asamblea Legislativa cuando se aprobó la ley que regula el mercado y ha sido anunciada como la proveedora de toda la infraestructura de los siempre prometidos (y nunca realizados) Bonos Bitcoin.
Inversiones Laguardia y Bitfinex han lanzado una oferta pública para financiarse. Quien quiere invertir debe ingresar a la web inverlaghotels.com. Allí se pueden ver todas las opciones: se puede entrar desde los $1,000. Y se cuentan con diferentes beneficios a medida que la cifra aumenta: por ejemplo, quien pueda aportar a partir de $10,000 recibirá dos noches de cortesía. Y quien lo haga por $1 millón, puede alojarse todas las veces que quiera.
Un mar de ventajas sin explorar
Además de estos beneficios de financiamiento y la enorme facilidad para que las cosas cambien de manos, la otra enorme y exclusiva ventaja de la Ley de Activos Digitales de El Salvador es que exime a sus usuarios del pago de impuestos importantes y pesados, como el ISR o el IVA.
Sin embargo, son, literalmente, contados con los dedos de una mano los proyectos que han aprovechado la normativa. ¿Cuáles son las razones?
Para el economista Rafael Lemus, una de las principales es, simplemente, el desconocimiento de la herramienta, pues no son de uso generalizado. Incluso desde el gobierno no se ha hecho ni un esfuerzo por explicar de manera masiva cómo funciona la tecnología.
De allí es que se genera, quizá, un sentimiento de desconfianza hacia esta, que solo puede ser sorteada cuando es presentada por una persona a la que su reputación la precede.
Es el caso de MIO3, quienes han decidido creer en las posibilidades de blockchain, no por su profunda familiaridad con esta, sino porque confían en su CEO Julio Valdés, quien antes de explorar los beneficios de los activos digitales se desempeñó como un excelente abogado en el mercado de inversiones tradicional.
El otro punto es cierto nivel de riesgo inherente a este mundo, pero lo cierto es que se están haciendo este tipo de inversiones en todo el planeta.
“No dudo que en Europa, Estados Unidos y Asia sea factible levantar dinero con esta herramienta… el mercado puede estarlo, pero el gobierno de El Salvador todavía no está preparado”, dice Lemus.