La rapidez con la que hoy día podemos hacer una transferencia de dinero o un pago de servicios desde nuestro teléfono celular es fruto de una vertiginosa evolución de la industria fintech que se ha triplicado en los últimos años y siguen evolucionando para crear productos financieros digitales.
De acuerdo a un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Finnovista, de 2022, en El Salvador hay 14 empresas fintech que en su mayoría están diseñadas para ofrecer métodos de pago y remesas.
Pero un estudio del Banco Central de Reserva (BCR) de mayo 2021 ya citaba datos de la Superintendencia del Sistema Financiera destaca en la que contabilizaba al menos 25 empresas fintech de las cuales el 80% estaba en expansión, otro 12% en prototipo y un 8% listo para lanzarse al mercado.
La moderna Fintech Monifai inaugura operaciones en El Salvador
A la fecha el número de empresas dedicadas a ofrecer servicios financieros digitales podría ser mayor tomando en cuenta la rápida evolución de estas herramientas y el interés de empresas regionales en establecerse en el país.
La más reciente empresa en incursionar en El Salvador ha sido Monifai, del grupo multinacional YNV Group, que recientemente inició operaciones en el país y ofrecerá servicios de crédito en línea con una plataforma 100% digital y servicios financieros no tradicionales que estarán enfocados en la población no bancarizada.
Otra de las empresas que le está apostando a este mercado es GlobalPay Solutions, que en alianza con Mastercard, desde marzo de 2022 lanzó una aplicación llamada Rocket para facilitar las transacciones de pago de los dueños de tiendas populares y a su vez, les da otros productos financieros para manejar de una manera más ordenada sus finanzas.
n1co es otra empresa fintech regional con sede en El Salvador, que en noviembre pasado logró un ronda de financiamiento pre-semilla de $18 millones, con el que están trabajando para convertirse en el “primer neobanco centroamericano”.
Y una de las marcas que los salvadoreños más identifican es Tigo Money, la fintech de Millicom (Tigo) que desde 2011 ha movido millones de dólares en transacciones de pago y sigue creando alianzas con otras empresas para expandir sus servicios.
Pero además, este tipo de soluciones financieras digitales también se están desarrollando a través de la banca nacional, que ha comenzado a ofrecer cuentas bancarias simplificadas y aplicaciones móviles para la transferencia de dinero y pagos de una manera más rápida.
Estas fintech permiten a los salvadoreños hacer transacciones bancarias desde su celular, desde pagar tarjetas y recibos de servicios públicos hasta pagar a proveedores, hacer préstamos, gestionar finanzas empresariales y otros servicios más.
Niu, la fintech salvadoreña que revoluciona el mercado financiero
Pero ¿por qué es tan importante que El Salvador cuente cada vez con más empresas de este tipo?
Según el informe del BID, solo un 30% de la población salvadoreña está bancarizada, por lo que este estas empresas podría mejorar el porcentaje de inclusión financiera y acercar a muchas personas este tipo de herramientas de pago digitales, que les facilitaría mejorar sus finanzas y acceder posteriormente a otros productos bancarios.
La pandemia del COVID-19 potenció el desarrollo de este tipo de soluciones. Facilitó los pagos, transferencias y depósitos o bien la creación de cuentas bancarias de manera virtual cuando los usuarios debían evitar el asistir a sus instituciones financieras tradicionales.
Otros países de Latinoamérica van más rápido
Pero pese a su rápida evolución, otros países en Latinoamérica van mucho más avanzados que El Salvador.
Es el caso de México y Colombia, donde las empresas dedicadas a desarrollar soluciones financieras digitales superan las 500.
En su informe de 2021, el BCR también indicaba que si bien las Fintech presentan un aumento considerable respecto a estudios realizados en América Latina y el Caribe, esto no significa que esté completamente desarrollado, si se compara con otras jurisdicciones con más de 100 fintech.
“El Salvador todavía se encuentra en una etapa temprana, pero con muchas posibilidades de crecimiento y que será de gran impacto generando un sistema financiero más inclusivo, más equitativo y con mayores oportunidades para el acceso a productos y servicios financieros a su población”, reseña el informe del BCR.
Desde 2021, El Salvador es parte de una iniciativa liderada por el BID llamada FintechLAC en la que se incorporó a la Oficina de Innovación Financiera, un hubo de innovación que cuenta con la participación y colaboración del Banco Central de la Reserva y la Superintendencia del Sistema Financiero.
No hay un marco regulatorio
Pero pese a que hay un rápido crecimiento de estas empresas fintech en el país, hasta 2021, el 66.67% de ellas no está supervisadas por la Superintendencia del Sistema Financiero mientras que un 7.41% de entidades son empresas supervisadas indirectamente por ser proveedores de servicios complementarios a entidades financieras supervisadas y un 25% surgen como parte de los procesos de digitalización y modernización que las entidades supervisadas están realizando, según el informe del BCR.
El informe del BID y Finnovista retoma la Ley Bitcoin, aprobada en 2021 para permitir que este criptoactivo fuera moneda de curso legal en El Salvador. Y al igual que ha ocurrido en otros países, el organismo destaca que estas son regulaciones directamente diseñadas para criptoactivos, no para este tipo de empresas que ofrecen servicios financieros a través de plataformas digitales.
En 2022 la Asamblea también aprobó una Ley de Activos Digitales, pero esta fue creada sobre todo para que el Gobierno pueda emitir deuda en criptoactivos y otras transacciones relacionadas.