La tasa de inflación, considerada el principal indicador de la variación de precio de los productos y servicios, cedió en febrero, al ubicarse en 6.82% por primera vez desde hace 9 meses.
Según datos del Banco Central de Reserva, desde mayo del año pasado, este indicador se mantenía por arriba del 7% debido a una combinación de factores como el costo del combustible, costos logísticos y la oferta y demanda.
Sin embargo, de acuerdo al Índice de Precios al Consumidor (IPC), el rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas sigue manteniendo una variación al alza de 12.61%, mucho más alta que en enero pasado.
El alza en la Canasta Básica Alimentaria no cede y supera los $245 en el sector urbano
Otros rubros como el transporte, las prendas de vestir, el alojamiento, entre otros, han percibido variaciones en sus precios, pero estos se mantienen.
En cambio, los alimentos siguen siendo el que más variaciones al alza ha tenido en el último año.
Este número se ha visto materializado en un alza de todos los productos de la canasta básica alimentaria. Los huevos, el queso, los frijoles, pollo, carne, verduras y frutas mantienen elevados sus precios en los mercados y supermercados del país.
El cartón de huevos ha alcanzado un costo de hasta $6 mientras que el precio del quintal de frijol alcanzó los $107 según reportes diarios del Ministerio de Agricultura.
Esto ha impactado en la economía de los salvadoreños, que cada vez están destinando más dinero para la comida.
Pese a que el Ministerio de Agricultura ha promocionado agromercados ofreciendo precios más bajos, los salvadoreños resienten que esto no se reflejado en otras plazas cerca de sus comunidades.
La Defensoría del Consumidor también ha intentado intervenir verificando posible acaparamiento de productos o precios injustificados, pero pese a esas medidas, en las plazas de todo el país se repite lo mismo: todo está más caro.
En enero la Canasta Básica Alimentaria (CBA) Urbana superó los $245, mientras que la CBA Rural se colocó en $185.26, lo que las convierte en las más caras de los últimos 21 años, es decir, desde 2001, año en el que inician los registros que maneja el gobierno.
Para la economista Julia Evelyn Martínez, hay que eliminar el IVA a los productos de la canasta básica como una medida para reducir el impacto en el bolsillo de los salvadoreños.
Esto, porque según ella, dado que las mayores alzas se han dado en el rubro de alimentos, esto está impactando de manera directa a las familias con menos recursos económicos.
Según una encuesta elaborada por el Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP) de la Universidad Centroamericana (UCA) en 2021, del 100% de encuestados, el 30.9% indicó haber dejado de comprar algunos alimentos debido al incremento de los precios.
En Estados Unidos ocurre igual. Aunque la Reserva Federal (Banco Central) ha aumentado en más de 4 cuatro ocasiones la tasa de interés para controlar la inflación, esta sigue por arriba del 6% y reduciéndose a paso lento, afectando el bolsillo de las familias con menos recursos económicos.
Las autoridades han buscado la manera de controlar la inflación para evitar una recesión económica. La inflación puede usarse para regular la oferta y la demanda y que así, tanto las empresas como los consumidores puedan mantener niveles de producción y consumo óptimos que no afecten uno o el otro.
El Salvador, dado que es un país totalmente dolarizado y no tiene política monetaria, importa la inflación, es decir que asume los precios de lo que compra.
Las frutas y verduras, por ejemplo son en su mayoría, importadas desde Guatemala, donde su tasa de inflación es del más del 9%, por lo que al llegar los productos a El Salvador, estos ya tienen un costo elevado.
Menos recaudación de IVA
Y es esta reducción del consumo laque podría estar detrás de una menor recaudación tributaria en 2023.
De acuerdo a los datos del Ministerio de Hacienda, en febrero esta institución recaudó $29.5 millones menos en IVA respecto a febrero de 2022.
El IVA es un impuesto indirecto que recae sobre el consumo de bienes y servicios producidos o comercializados. Este se recauda a través de las declaraciones que realizan las empresas y a través de la importación, que a su vez, depende de una mayor demanda.
Karla Méndez, Jefa del Área Económica en Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal) afirma que en enero, por ejemplo, la recaudación del IVA cayó 8.6%, una disminución inusual tomando en cuenta que desde 2018 a la fecha, en enero la recaudación siempre había presentado un incremento. “Esto nos dice que esta variable es anormal. Esto sí nos presenta un cambio que denota esa contracción del consumo que estamos viendo”, afirmó.
El Banco Central de Reserva no tiene datos actualizados del consumo.