Sin compartir datos, el presidente de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), Eduardo Cader, dijo este viernes que, desde que inició el régimen de excepción en el país, el sector industrial reporta bajas en el pago de la extorsión a las pandillas.
Además, aseguró que los empleados pueden movilizarse con mayor tranquilidad en las colonias y zonas históricamente controladas por estos grupos.
“Ahora hay acceso a zonas que antes estaban vetadas por las pandillas, y yo creo que eso es beneficioso. Sí hay más libertad de tránsito en muchas zonas en donde antes había un pago, una renta que pagar para poder ingresar a distribuir o a vender determinados productos”, dijo.
Sin embargo, el empresario deja en entredicho la duración de ese control del Estado, a través del régimen de excepción, en esas zonas.
“Mi tema es, ¿qué va a pasar después?, ¿qué viene después? pues esto tiene que terminar (régimen de excepción) va a llegar el momento en que si quieren lo podrán extender, pero ¿qué va a pasar después”, cuestionó.
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El 26 de marzo, la Asamblea Legislativa aprobó un régimen de excepción que suspende por 30 días cuatro derechos fundamentales garantizados por la Constitución. Estos derechos son el de libertad de asociación, el derecho a la defensa, el plazo máximo de la detención administrativa y el de la inviolabilidad de la correspondencia en el sentido de intervención de las telecomunicaciones.
La presencia de la Policía y el Ejército en las calles ha llevado a la captura de 15,000 personas en 27 días de régimen.
Empresarios expectantes de la inflación
Por otra parte, el sector industrial del país sigue percibiendo un ambiente complicado debido a la inflación mundial (encarecimiento de los productos y servicios) y a la crisis de la cadena de suministros que está provocando escasez de materias primas.
“Todo eso sí afecta a la industria en torno a su acopio de materias primas. Y no sabemos cuándo va a terminar. Se hablaba antier que en Shanghái había 500 buques haciendo cola para descargar”.
China decidió confinar desde el 5 de abril su centro financiero más importante: Shanghái, debido a una nueva ola de contagios por COVID-19.
Alza de precios en los productos azota a Latinoamérica y a El Salvador también
El economista Nicolás Albertoni publicó en su cuenta de Twitter el pasado 18 de abril, una imagen satelital del estado de los buques en el puerto de Shanghái y agregó:
“El mundo se enfrenta al mayor embotellamiento logístico (marítimo) de la historia ante el cierre del puerto de Shanghái. Es posible que estemos ante un colapso de cadena de logística global si no se plantea una solución urgente”, dijo.
Desde luego que esto afecta a El Salvador porque el país es receptor de todo lo que ocurre en el mundo: es decir, si el petróleo encarece, en el país también. Si las materias primas de los alimentos escasean, entonces en el país suben de precio por la falta de oferta.