Muchos de los tomates, cebollas, papas y zanahorias que compran los salvadoreños en los mercados cada fin de semana vienen de países vecinos y en los últimos meses esas importaciones han aumentado, respecto al año pasado.
Desde marzo, abril y mayo han ingresado más hortalizas y legumbres al país, de acuerdo a cifras del Banco Central de Reserva (BCR).
En los primeros cinco meses del año se han importado $52,189 solo en legumbres, hortalizas, plantas, raíces y tubérculos, los cuales llegan a los centros de abastos.
En enero la compra de esos alimentos fue de $7,913.30, luego aumentó en febrero a $8,446.96; mientras que en marzo se elevó a $12,571.36 y en abril descendió a $11,503.05, pero en mayo volvió a subir a $11,754.38.
Si se compara lo que se había importado en mayo de 2022 en hortalizas y legumbres, que fueron $10,342.75, con lo comprado en mayo de este año, la diferencia es notoria.
Entre mayo del año pasado y el mismo mes de 2023 las importaciones en esos productos agrícolas ascienden a $137,421.65, según los datos del BCR.
Entre las hortalizas que más se han comprado en lo que va del año destacan el tomate, la papa y la cebolla.
Pero la importación de más hortalizas podría estar relacionado a que las cosechas locales han tenido retrasos debido a la sequía, lo cual ha sido advertido por los agricultores recientemente.
En municipios de la zona paracentral del país, los productores expresaron su preocupación a mediados de junio porque debido a la poca lluvia que habían tenido en esta temporada el inicio de la siembra se había retrasado.
Por ejemplo, Agustín Funes explicó durante un recorrido de El Diario de Hoy por San Lorenzo, departamento de San Vicente, que el tomate para que tenga una buena cosecha debe crecer en un terreno que mantenga humedad, pero en esa zona había llovido poco y temía perder la cosecha de tomates y lo que había invertido en la siembra.
“A este tiempo, si lloviera como en los otros años, ya estaríamos preparándonos para recoger la cosecha, pero todavía le falta”, dijo Agustín.
Pero la situación climática por la llegada del fenómeno de El Niño y la consecuente sequía y calor no solo ha tenido preocupados a los agricultores de hortalizas y legumbres, sino también a los de granos básicos, quienes advierten que podría haber una pérdida de entre 6 y 8 millones de quintales de maíz, frijoles y arroz, lo cual puede encarecer más los productos e impactar en la seguridad alimentaria.
Según la Oficina Nacional de Estadística y Censos (ONEC), la canasta básica en la zona urbana llegó en mayo a $247.87 por familia y en la zona rural costó $188.84.
Y de acuerdo a un reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los países más pobres tendrán que restringir sus importaciones, debido al precio todavía alto de ciertos productos básicos.
La compra de frutas disminuyó
En mayo fue cuando menos frutas se importaron al país, según los datos del Banco Central de Reserva (BCR).
Entre enero y mayo las compras en el extranjero fueron de $48,149, siendo marzo el mes que más productos ingresaron. En enero fueron $9,915.87; en febrero $9,021.75; pero en marzo subieron a $10,931.02; en abril cayeron a $9,678.51 y en mayo fueron $8,601.87. Pero si se compara con mayo de 2022, la compra aumentó en $477.28 este año.
Manzanas, peras y aguacates, los más adquiridos
Según los datos, en manzanas y peras se importó $11,333.97; mientras que en aguacates fueron $9,311.58. En bananos la compra fue de $6,146.64; en melones, sandías y papayas fueron $4,829.7, y en cítricos (naranjas, mandarinas, limones) fueron $2,162.51 .