Aunque el precio de los combustibles a nivel internacional han oscilado en los $90 por barril, es decir a menor costo que meses anteriores, el gobierno de El Salvador sigue inyectando más fondos para el subsidio de los combustibles y del gas.
Según confirmó ayer el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, el gasto a la fecha para mantener los subsidios de ambos productos asciende a $450 millones que han salido del presupuesto general.
De hecho, el pasado 18 de octubre la Asamblea aprobó la solicitud que le hizo Hacienda de extender la prórroga del subsidio a los combustibles y el gas hasta el próximo 31 de diciembre 2022.
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Esta medida, que se implementó desde marzo de este año cuando los niveles de inflación comenzaban a elevarse cada vez más a nivel mundial como efecto de la guerra de Rusia en Ucrania, ha sido prorrogada al menos en tres ocasiones.
“Nuestra población sigue pagando el mismo monto que paga por galón de combustible y hemos evitado una escalada en los precios de los consumidores. Si no en esta crisis inflacionaria podrían haber pagado más de $6 por galón”
Alejandro Zelaya, ministro de Hacienda
Cuando se aprobó el subsidio el barril de petróleo de referencia para El Salvador (el WTI de Texas) superó los $130, llegando a su precio máximo en casi 14 años. Y se mantuvo oscilando los $100 por barril en los meses siguientes.
Pero ya en septiembre bajó incluso hasta los $80 por barril y en las últimas semanas ha subido un poco pero sin sobrepasar los $90. Este jueves, por ejemplo, se cotizaba en $89.14. Eso incide en que los precios de mercado de los combustibles hayan descendido.
Sin embargo, el gobierno ha decidido mantener el subsidio de la gasolina y el diésel, lo cual implica un gasto mensual de alrededor de $50 millones, según ha dicho Zelaya.
El argumento del ministro es que con esa medida se ha evitado una escalada mayor de precios de los productos para los consumidores, pues también el subsidio abarca a las empresas y significa un menor gasto para sus operaciones.
Además, indica que ha sido un beneficio para amortiguar la inflación en el país.
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Según datos del Banco Central de Reserva (BCR), la tasa de inflación a septiembre es del 7.5% y en marzo que se implementó el subsidio a los combustibles estaba en 6.7%.
La empresa privada ha sugerido que los fondos para fijar la tarifa de los combustibles en el país puedan reorientarse para dar continuidad al subsidio al salario mínimo, por ejemplo.
“A medida vemos que el precio de la gasolina ha bajado, los fondos pueden reorientarse al subsidio al salario mínimo. Debemos ver esto como una medida más de alivio a la crisis inflacionaria”, ha dicho semanas atrás Leonor Selva, directora ejecutiva de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP).
Una recesión en EE.UU. sí impactará al país, dice ministro
En contraste con el gasto en subsidios, el ministro de Hacienda admitió ayer que no hay forma de evitar el impacto en la economía salvadoreña si Estados Unidos entra en una recesión el próximo año, por lo que deben ser cuidados con los ingresos que se van a tener en 2023.
$50 millones
Es el gasto mensual en subsidio de los combustibles, según ha dicho el ministro de Hacienda.
Las implicaciones para El Salvador sucederían, inevitablemente, porque tiene una economía dolarizada y el destino de sus exportaciones van principalmente a Estados Unidos, además que las remesas de los salvadoreños en ese país es una fuente clave de divisas.
“Evitar que tengamos un efecto si la economía de Estados Unidos entra en recesión es imposible. Un efecto en nuestra economía sí va a existir”, afirmó Zelaya, durante entrevista en canal 21.
El funcionario agregó que al perder poder adquisitivo los compatriotas que viven en Estados Unidos con una recesión económica, “evidentemente vamos a tener un impacto, pero cuánto será ese impacto no lo podemos estimar, lo que sí podemos hacer es aplicar políticas anticíclicas”.
Además, el ministro se refirió al presupuesto 2023 y aseguró que no se puede sobreestimar los ingresos tributarios que van a tener, es decir proyectar más de lo en realidad los salvadoreños van a poder pgar en impuestos.
En ese sentido, dijo que el plan de gasto debe estar acorde a la crisis que se prevé el otro año.
“Debemos ser cuidados con el manejo de los recursos y sobre todo tratar de ahorrar en aquello que se pueda ahorrar”, expresó.
Indicó que las “prioridades” se han fijado en salud, seguridad y educación, áreas que abarcarán el 40% del presupuesto. Y según Zelaya, el ramo de Seguridad reduce su presupuesto, porque para algunos de los proyectos ya se compraron los recursos necesarios.
Sin embargo, economistas del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) señalaron en un reciente análisis al presupuesto 2023 que el gobierno ha recortado fondos en áreas como salud, educación y agricultura, pero ha aumentado recursos para comunicaciones y prensa.
Y eso genera preocupación “por el contexto social que atraviesa el país de aumento de pobreza extrema, inseguridad alimentaria y caída en indicadores de cobertura de bienes y servicios públicos”.