La zona de descarga y distribución de papa del mercado La Tiendona, en San Salvador, lucía sola hasta las 9:30 de la mañana cuando entró el primer camión que traía quintales de papa. Los vendedores hacían cola para comprar aunque el precio está por las nubes.
La mayoría de los vendedores aseguran que los bloqueos en las carreteras de Guatemala han complicado el ingreso de estos productos al país.
Los pocos comercios que tienen papa están vendiendo hasta en $130 el quintal después de que costaba $28 dólares.
Óscar Pineda, importador de verduras, es uno de los tantos vendedores que se ha visto afectado “por montaña, cerros y calles en mal estado nos hemos rebuscado para traer mercadería por los bloqueos que hay en las calles principales”.
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Óscar lleva toda su vida vendiendo en el mercado y asegura que han tenido que “recontrapagar” para traer el producto hasta el país “repollo, lechuga, ejote, brócoli, zanahoria, hierbas son verduras que vamos a traer al otro lado de la capital” añade.
Según datos de la Asociación Salvadoreña de Importadores de Frutas y Verduras, que integra 59 socios, unos 400 camiones con frutas y hortalizas entran al país cada mes, lo que se traduce en unos 140,000 quintales de ambos productos. Casi toda la fruta y verdura importada viene de Guatemala, principalmente de Patzicía, en el departamento de Chimaltenango, un municipio en el que el 80% de los habitantes -la mayoría indígenas- se dedica al cultivo de hortalizas y también las traen de Quetzaltenango, conocido como Xelajú o Xela.Ahí, los pobladores venden a El Salvador sobre todo lechugas, zanahorias, tomates, chiles, cebollas, remolachas y papas.
“Aunque sea caro pero abastecemos el país con las verduras peor fuera que no hubieran” comenta el comerciante quien importa la mercadería desde Guatemala.
Y es que Óscar, al igual que otros comerciantes, dicen que normalmente son 24 horas para traer las verduras, ahora se tardan más de 48 horas en traer el producto.
En cuanto a otros productos, los comerciantes afirman que los continúan recibiendo, pero en menor cantidad; por lo que, algunos han aumentado en su precio. Vendedores del mercado afirman que desde el miércoles o jueves no entran algunos productos. Además aseguran que varios puestos están cerrados por falta de mercadería.
Según los comerciantes, la cebolla qué están vendiendo es la que estaba en bodega porque no ha podido ingresar “Desde la semana pasada no hemos podido traer cebolla y lo que tenemos ya se está acabando” comenta Brayan, uno de los encargados de un puesto de ventas de cebollas.
Algunos productos como la zanahoria y el repollo se han arruinado por los largos tiempo en la traída desde Guatemala y los comerciantes lamentan que las autoridades no tengan un plan para ayudarles a solventar el inconveniente “nosotros no podemos dar barato si compramos caro”.
El manojo de cilantro traído de Guatemala cuesta hasta $3.00, ahora qué hay escasez, se está comprando acá en el país y lo están vendiendo hasta en $7:00 dólares.
El tomate es de los vegetales que menos impacto ha tenido porque es traído desde Honduras.
Según algunos comerciantes el precio de algunas verduras en el mercado La Tiendona pueden variar, pero en la mayoría de los puestos los precios se mantienen.
La papa soloma $1.50 la libra y el quintal a $130.00, 5 tomates por un dólar y la caja hasta en $28 dólares, repollo $2.50 c/u o $25 el bulto, cebolla 4 unidades x $1.00, pepino $35.00 por el saco, guisquil a $30 bolsa. chile verde 6 por $1.00, cilantro $7.00 el manojo, apio $3.00, zanahoria $0.50 cada una.
Vendedores aseguran que de mantenerse los bloqueos no les quedará de otra que cerrar los puestos, ya que los compradores no quieren pagar por el precio y no pueden costear los incrementos.
“Durante años nosotros como CAMPO hemos venido hablando sobre soberanía alimentaria y hoy se ven los efectos que tiene la dependencia (de productos) con el exterior. Lo mismo pasó con Europa y el gas ruso… La diferencia radica en que es energía y aquí hablamos de comida”, reaccionó ayer Luis Treminio, presidente de la Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (CAMPO).
Treminio asegura que de la producción local de granos básicos ya se han perdido 6,418 quintales de granos de la primera siembra, lo que incluye maíz, frijol, arroz y sorgo. Esto vendría a dificultar el garantizar la seguridad alimentaria de los salvadoreños.
Según datos de CAMPO, en la primera cosecha, solo de maíz se han perdido 1.1 millones de quintales, causando pérdidas estimadas en $41.6 millones; mientras que de frijol fueron 38,520 quintales por un costo de $5 millones. Las pérdidas en ambos cultivos ascienden a los $46.7 millones de dólares.
La primera siembra abarca desde mayo a junio, donde generalmente se cosecha el 75% del maíz y el 20% de frijol; la segunda es de agosto a septiembre, donde la cosecha se centra en el 75% del frijol y el 20% de maíz; la tercera cosecha comprende de noviembre a diciembre e implica el 5% de las cosechas de frijol y maíz. El sorgo es de agosto a septiembre y el arroz de mayo a junio.
El panorama para el sector agropecuario en el país sigue envuelto en incertidumbre por varios problemas que, desde 2021, han venido afectando a los agricultores salvadoreños, los cuales aún no han visto alternativas palpables o propuestas que vengan a solucionar estas problemáticas.
Lo anterior a pesar de que en el seno de la Comisión Agropecuaria de la Asamblea Legislativa se comenzó a estudiar, el pasado lunes 21 de agosto, un proyecto de Ley Integral de Comercialización Agropecuaria que, en teoría, busca abordar las distintas crisis relacionadas con la producción agrícola, incluyendo las alzas en los precios de los granos básicos o el abastecimiento ante una posible escasez de alimentos.
“Con la nueva ley de control que pasó el gobierno ¿qué va a controlar ahora?”, señaló Treminio.
Según el documento de la iniciativa, esta “tiene como finalidad regular las actividades tendientes a mejorar la productividad, la rentabilidad y la competitividad de los agronegocios, así como de sus cadenas agroproductivas, equilibrar los precios de los productos que componen el mercado agrícola en El Salvador, con el propósito de disminuir las distorsiones de precios atendiendo sus causas, reduciendo de tal manera la vulnerabilidad alimentaria del país”.