Como agua entre las manos. Así se va el dinero que ingresa a las arcas públicas del gobierno, pues los gastos no se detienen, pese a la crisis financiera del Estado.
¿Austeridad? Esa política no parece ser aplicada en las instituciones de gobierno, ya que los datos oficiales tanto del Ministerio de Hacienda como del Banco Central de Reserva (BCR) reflejan que el gasto público ha incrementado considerablemente en los primeros cinco meses de este año, si se compara con las cifras de 2023.
Según el informe de ejecución presupuestaria a mayo 2024, los gastos registrados hasta ese mes ascendieron a $4,054.5 millones, de los cuales $3,994.6 millones (98.52%) salieron del Fondo General de la Nación, es decir de lo que ingresa en impuestos pagados por todos los ciudadanos; otros $59.3 millones salieron de préstamos externos y $600,000 de donaciones.
Esa cantidad representa el 43.4% del Presupuesto de la Nación de este año que es de $9,338.4 millones. Dicho presupuesto está formado por $8,106.1 millones del Fondo General; otros $1,210.5 millones provenientes de préstamos externos y $21.8 millones de donaciones.
Sin embargo, al comparar los gastos que el gobierno había hecho el año pasado también en los primeros cinco meses, los cuales ascendieron a $3,535.6 millones, la diferencia entre un período y otro es de $518.9 millones más.
¿Pero ese dinero extra que ha gastado el gobierno fue para hacer obras a la población? La respuesta corta es que no.
La mayor parte de los $4,054.5 millones fue para gasto corriente, cuyo monto usado hasta mayo es de $2,757.8 millones, del cual la tajada más grande ha sido para el pago de salarios de empleados públicos: $1,114.3 millones.
Otra parte importante se ha destinado a gastos financieros, así como a la compra de bienes y servicios, los cuales suman $732.7 millones; y $910.8 millones dirigidos a transferencias corrientes.
Dentro del presupuesto 2024, la Asamblea Legislativa aprobó $6,220.5 millones para gastos corrientes, es decir para el funcionamiento de las instituciones estatales.
Si se compara el gasto corriente de enero a mayo del año anterior con el mismo lapso de este año, son $282.2 millones más los que ha incrementado el gobierno en ese rubro.
VER: Los empleos públicos y el gasto para pagar salarios aumentaron desde 2019
Pero también los datos del BCR confirman que son más de $500 millones adicionales en gastos en solo cinco meses de este año.
De enero a mayo de 2023 se habían usado $3,136.3 millones para gastos corrientes, pero en el mismo período de este año ya iban $3,650.5 millones, es decir $514.2 millones más solo en el Sector Público No Financiero, es decir las instituciones gubernamentales.
Y si se compara los datos del gasto total, la diferencia entre un periodo y otro es de $544.6 millones.
El gasto está "imparable"
Esos datos coinciden con lo expuesto en el informe sobre la situación económica y fiscal que presentó este martes 30 la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), en el que se señala que "el gasto total está imparable".
La entidad explica que hay un aumento considerable en los rubros de gastos en consumo, pagos de intereses de deuda pero ha disminuido las transferencias para subsidios y fondos para alcaldías, por ejemplo.
VER: Gobierno reduce $35.4 millones para el subsidio del gas
"El gasto corriente se ve dinamizado principalmente por el gasto en consumo –salarios y compra de bienes y servicios–, pago de intereses de la deuda– y el gasto de capital –particularmente un aumento en los niveles de inversión bruta–", dice en el documento que presentó la entidad.
Funde enfatiza que "los rubros del gasto que se han reducido son precisamente aquellos que afectan directamente a las familias: transferencias corrientes –subsidios y transferencias al sector privado– y transferencia de capital –que bajo la modalidad del FODES correspondía al 75% del 10% de los ingresos corrientes–".
De acuerdo con el informe de la entidad, la recaudación de impuestos ha mostrado una mejora "pero sigue siendo insuficiente para cubrir el creciente gasto público". Asimismo, indica que la sostenibilidad fiscal a largo plazo requerirá medidas de ajuste fiscal y una reforma tributaria integral para aumentar los ingresos del estado.
Los ingresos recibidos por Hacienda hasta junio pasado fueron $3,998.6 millones, es decir que los gastos han superado los ingresos.