La Secretaría de Prensa de la Presidencia anunció cerca de la medianoche del lunes que Alejandro Zelaya ya no fungirá como ministro de Hacienda, cargo que ocupó desde mediados de 2020, cuando el anterior titular de esa cartera de Estado, Nelson Fuentes, renunció a su cargo.
De acuerdo con el comunicado de la Presidencia, son tres cambios en el gabinete que tienen como objetivo "dar continuidad a su trabajo al servicio de todos los sectores de la sociedad salvadoreña", aunque no explicó cuales con las razones técnicas del cambio.
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Asimismo, anunció que Zelaya estará a cargo de la dirección de país del Banco Centroamericano de Integración Económico (BCIE), una institución financiera que, desde 2021, es la única que le ha estado facilitando préstamos al país en calidad de organismo multilateral debido al deterioro de la calificación crediticia del país a causa de distintas decisiones políticas y económicas.
De acuerdo con la Presidencia, este es un "cambio estratégico", aunque tampoco explicó cuáles serán las diferencias con respecto al período en el que estuvo el anterior director país del BCIE, Luis Rodríguez, sin embargo, añadió que en lugar del exministro Zelaya estará como ministro interino Jerson Posada, quién hasta antes del lunes se desempeñó como viceministro de Hacienda.
Los cambios en el gabinete, y específicamente en Hacienda, ocurren en un momento en el que las finanzas del país se encuentran en situación delicada, algo impulsado por el alto ritmo de endeudamiento y el alto déficit fiscal, es decir, la diferencia entre los ingresos y los gastos del gobierno, así como otros problemas relacionados con la liquidez y el casi nulo acceso a los mercados de deuda internacional.
En este sentido, en junio pasado, Rodríguez había señalado que el BCIE había aportado hasta un 90% del total de préstamos que los multilaterales han hecho al país desde 2019, y subrayó que esa institución ha aprobado hasta $4,687 millones en préstamos para distintos rubros dentro de El Salvador.
Según economistas consultados anteriormente por este medio, la razón detrás de estos grandes desembolsos del BCIE es la "poca supervisión" que ese organismo aplica a los montos aprobados y a su debida ejecución en el país, algo que facilita los procesos llenos de opacidad que el gobierno emplea a la hora de asignar proyectos.
Lo anterior en un contexto en el que el gobierno de Bukele ha eliminado la Ley de Adquisiciones y Contrataciones de la Administación Pública (LACAP), la cual establecía los mecanismos (más transparentes) para contratar a las empresas en determinados proyectos, y en el que han predominado procesos de compras y contrataciones directas y sin análisis claros.
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Además de estos cambios en Hacienda, el gobierno también decidió remover de su cargo al anterior superintendente del Sistema Financiero, Mario Ernesto Meléndez y, en su lugar, juramentó a Evelyn Marisol Gracias, quién ejercía como superintendente adjunta de bancos, aseguradoras, y otras entidades financieras.
Con respecto a este cambio en la SSF, el gobierno no señaló cuáles son los motivos para haber destituido a Meléndez, y tampoco las razones técnicas para hacer cambios en esa institución de gobierno.