Pese a que, al analizar los datos públicos a nivel superficial, parece que las finanzas públicas han mejorado con respecto a años anteriores, esta situación podría tener sus razones en el escaso acceso a fuentes de financiamiento que posee el país en los mercados internacionales, debido a la poca confianza que -todavía- tienen los inversionistas.
Así lo detalla un reciente informe de la firma Emerging Finance (EMFI), con sede en Inglaterra, la cual sostiene que, debido a que esas puertas se mantienen cerradas, el gobierno ha reducido el gasto público de manera significativa.
Según la financiera, durante los primeros tres meses del año, el gasto público fue hasta 6.5% menor al gasto que se reflejó en el mismo período de 2022, aunque en este dato no se incluye el gasto que significó el pago de hasta $627 millones correspondientes al Bono de 2023, el cual se completó a través de una operación de recompra de deuda que efectuó el gobierno para evitar caer en impago.
En este sentido, la financiera apunta que “la contracción del gasto primario podría verse como una señal de un mayor compromiso del gobierno con la sostenibilidad fiscal, pero también como evidencia de que las fuentes limitadas de financiamiento están afectando el gasto del gobierno, ya que los ingresos fiscales disminuyeron un -0.5 %, a $1,635 millones durante el primer trimestre del año”.
Según los datos de Hacienda, esta caída en la recaudación tributaria es más evidente en el Impuesto al Valor Agregado (IVA), del cual proviene la mayor proporción de ingresos tributarios para el Estado.
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Por otro lado, el informe de EMFI subraya que, debido a que el gobierno no puede adquirir deuda en los mercados internacionales porque se enfrentaría a tasas de interés muy altas (ver nota aparte), “continúa dependiendo de la deuda interna y los préstamos multilaterales como sus principales fuentes de financiamiento”.
Con respecto a esa deuda interna, también denominada como de corto plazo, y que corresponde a la colocación de Certificados y Letras del Tesoro (Cetes, Letes), la financiera apunta que entre enero y abril de este año, el Ejecutivo emitió hasta $492.8 millones en deuda a través de Letes, lo que equivale a un 16.2% menos que en el mismo período de 2022, mientras que en Cetes emitió hasta $62.6 millones, una cifra inferior a los $200 millones emitidos el año pasado.
Esta fuente de financiamiento, pese a que ha sido una especie de oxígeno para las finanzas del país se está volviendo más cara de adquirir, pues según EMFI, la tasa de interés de los Letes han subido a 8.25%, por lo que “el gobierno necesitará el favor del Banco Central de Reserva (BCR) si quiere obtener más fondos del mercado local”.
Por el otro lado, y en lo que respecta al financiamiento externo, fuera del mercado de la deuda comercial de los Eurobonos, el gobierno solo ha recibido un desembolso de hasta $5 millones, según los datos hasta enero, los cuales provienen del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), de acuerdo con la financiera.
No obstante, señala que “es solo cuestión de tiempo” para que se desembolsen los fondos que otros organismos como el Banco Centroamericano de Integración Econó- mica (BCIE), el Banco Mundial, o el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) ya aprobaron anteriormente para el país.
Aún así, la financiera sostiene que “creemos que el gobierno intentará utilizar todas las escasas fuentes de financiamiento disponibles para llegar a fin de mes, pero no creemos que un préstamo del FMI sea una de ellas, ya que requeriría algunas medidas con respecto a la transparencia y las transacciones de Bitcoin. que el gobierno de Bukele no está dispuesto a asumir”.
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Lo anterior se refiere al estancamiento que hay en las negociaciones por un acuerdo de asistencia financiera que el FMI podría otorgar al país por un total de hasta $1,300 millones, los cuales podrían ayudarle a abrir esos mercados de deuda internacional.
En este sentido, el hecho de que el gobierno haya vetado la publicación de un informe que preparó el organismo entorno a la situación de las finanzas públicas podría dejar entrever que no habrá un acuerdo en el corto plazo, algo que economistas han señalado como la principal razón por la que la confianza en el país no se ha recuperado para los inversionistas.
La financiera, por ello, agrega que este bloqueo a esa publicación “nos lleva a pensar que la transparencia no es una de las prioridades de Bukele”.
Pero, ¿por qué es importante que el país cuente con un acceso a fuentes de financiamiento? Según economistas consultados anteriormente, la imposibilidad de obtener recursos de este tipo afectan directamente en puntos como la inversión en infraestructura o proyectos de país.
De acuerdo con un informe del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), el recorte en el gasto público que ya confirmó EMFI, de hecho, ha sido en detrimento de áreas claves del país como Educación, Salud o Vivienda, y arroja que el gobierno de Nayib Bukele prioriza el pago de la deuda por encima de estas carteras de Estado, necesarias para el desarrollo económico y social del país.