A tres semanas para que termine este año, el gobierno de Nayib Bukele se enfrenta al reto de tener listos $604.1 millones para pagar bonos 2023 que vencen en enero.
En un segundo intento por amortiguar el millonario pago que se avecina ofreció $74 millones a los inversionistas para que le vendieran sus bonos por adelantado a un poco menos precio que el original y así generar un ahorro, pero el volumen de la deuda por saldar aún es grande.
La segunda oferta de El Salvador de compra anticipada de sus bonos con vencimiento para 2023 y 2025 cerró el miércoles, según anunció el presidente Nayib Bukele y un boletín publicado en el sitio en el que se hizo pública la operación el 29 de noviembre pasado.
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“El Salvador completó la segunda recompra de sus bonos soberanos con vencimiento en 2023 y 2025; adquiriendo en ambas operaciones bonos por más de $647 millones ($74 millones en esta última operación)”, publicó Bukele la noche del miércoles en su Twitter.
De acuerdo con el boletín difundido en el sitio en el que se hizo pública la operación, “el precio de compra total más los intereses devengados que deberá pagar la República es de 73.993.818,08 dólares”.
“Se espera que todos los bonos ofrecidos que no sean aceptados y comprados por la República como resultado de la operación de las disposiciones de prorrateo (distribución) aplicables sean devueltos a los tenedores”, apunta el boletín compartido por Bukele en Twitter.
La mayoría de los bonos que vendieron los inversionistas son los que vencen en 2023.
Según la información en el sitio web de PR Newswire, $62.8 millones es lo que aceptó recomprar el gobierno de bonos que caducan en enero, aunque los inversionistas ofrecieron vender $75.9 millones.
Y de bonos 2025 el Órgano Ejecutivo recompró $19.4 millones, la misma cifra que la ofrecida por los bonistas, por lo que ambas compras suman en realidad $82.3 millones, es decir $8.3 millones más de lo ofrecido.
Bukele destacó que con ambas operaciones se han generado “más de $288 millones en ahorro para nuestro país”.
¿Cuánto es lo que debe y cuánto ha pagado el gobierno a la fecha?
El gobierno salió en septiembre pasado al mercado internacional a comprar bonos que se vencen en enero 2023 por un monto original de $800 millones, pero de esa deuda solo compraron $133 millones en esa ocasión, por lo que quedaban pendientes de pagar $666.9 millones. Con la segunda recompra la deuda queda en $604.1 millones para los más próximos a vencer.
Mientras que de los bonos 2025, cuya deuda original también es por $800 millones, logró recomprar $432.6 millones la primera vez y quedaba por saldar $367.4 millones; ahora queda pendiente con $347.9 millones.
En la primera oferta, los tenedores de bonos solo revendieron al Gobierno de El Salvador un total de $565.6 millones a un precio más bajo del que los adquirieron.
Ese monto representó un 35% del total de deuda inicial en bonos tanto de 2023 como de 2025 que sumaban $1,600 millones entre ambos.
El 12 de septiembre, el presidente salvadoreño anunció la primera oferta por $360 millones en el sitio prnewswire.com, en el que explicaba la mecánica de compra.
Esa cantidad sirvió para amortiguar la adquisición de bonos de ambos años.
Según lo informado en su momento, el monto de “bonos ofrecidos excedió el importe máximo”, el cual llegó a más de $612 millones, de los que $565.6 millones fueron “aceptados para compra”.
Tras esa primera oferta la deuda original de $1,600 millones bajó a $1,034.4 millones. Ahora con esta segunda recompra el endeudamiento entre ambos bonos quedaría en $952 millones, de la cual la mayor parte corresponde a los que vencen el próximo mes.
Pero de acuerdo con el Registro Estadístico de las Emisiones de Valores de la República de El Salvador de la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF), entre 2023 y 2025 se vencen bonos salvadoreños por $1,200 millones.
En una entrevista con EFE a inicios de agosto pasado, el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, dijo que “los inversionistas tienen dos opciones: vender con la compra anticipada que se lanzará o mantener hasta su vencimiento y El Salvador va a cumplir”.
Las principales agencias calificadoras han reducido la nota de riesgo de El Salvador a raíz de las crecientes necesidades de financiación del Gobierno salvadoreño.
Recientemente el director asociado del área de Calificación Soberana de la agencia Standard & Poor’s, Patricio Vimberg, dijo en una entrevista con El Diario de Hoy que la recompra de bonos no soluciona los problemas financieros del país.
“A pesar de esa recompra (parcial), el hecho de que se mantengan algunos problemas estructurales y que las instituciones sigan siendo débiles, hace que la calificación de El Salvador siga siendo baja”, opinó antes de esa segunda recompra.
Asimismo, Vimberg dijo en esa oportunidad que “cuando se realiza este tipo de operaciones (recompra de deuda) a niveles bajos de calificación crediticia, existe la posibilidad, de acuerdo a nuestros criterios (en S&P), de que se considere un default (impago) técnico”.
Aunque matizó que los préstamos que pueda recibir de organismos regionales para pagar sus deudas, así como la recaudación de impuestos que puedan cubrir sus obligaciones podrían incidir en esas perspectivas de las agencias.
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Presupuesto 2023 no detalla cómo conseguirá $667 millones
Sin embargo, algo que ha llamado la atención de algunos economistas salvadoreños es que en el presupuesto de 2023 el gobierno no ha especificado el origen de $666.9 millones, monto que calzaría con la cifra pendiente de bonos por pagar en enero y que con la segunda recompra bajaría levemente la deuda.
Hacienda no detalla en el presupuesto qué entidad, ya sea local o extranjera, prestará esa cantidad que complementará el financiamiento que se requerirá para cubrir los gastos del próximo año.
En una simple línea, dentro del apartado donde desglosa los ingresos previstos, específicamente los que se refieren a endeudamiento público, Hacienda solo plasmó lo siguiente: “Otros empréstitos ($) 666.957.000”.
Esos datos contrastan con declaraciones de Zelaya del 9 de noviembre, en la entrevista Frente a Frente, en las que dijo que tienen “asegurados” los casi $667 millones y que ya está incluido en el presupuesto 2023.
“Sí, claro, las fuentes están completamente aseguradas, vamos a pagar el valor de los $667 millones en enero de 2023 y todos nuestros bonistas tienen la plena seguridad (que les pagarán). Ya está incluido dentro del presupuesto”, declaró. Incluso, afirmó que la mayor parte de esos fondos será pagada con recursos propios”.
Para el economista Ricardo Castaneda, del Icefi (Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales), debe quedar claro en el presupuesto para qué se destinarán esos recursos y cuál será el origen del financiamiento.
“Por eso es clave el trabajo de la Comisión de Hacienda porque tiene que quedar claro dónde está la fuente de financiamiento de estos recursos, si no hay un riesgo de no cumplir con todos los compromisos que el Estado estaría adquiriendo, a través de la aprobación de este préstamo”, apuntó.
La Comisión de Hacienda tiene en sus manos el proyecto que el gobierno presentó en septiembre.