“El gobierno coloca más LETES”. Ese enunciado es cada vez más común leerlo en las noticias. Pero, ¿qué implica para un salvadoreño que el gobierno haga estos movimientos financieros? En palabras simples, las LETES son las Letras del Tesoro Público y no es más que una deuda de corto plazo que el gobierno adquiere con el sistema financiero local, es decir, los bancos, las aseguradoras o las AFP’S.
Hoy, se ha hecho más común leer que el gobierno ha colocado esas LETES (deudas de corto plazo) porque desde enero de 2022, el número de solicitudes de deuda en esa categoría ha aumentado. Cuando Nayib Bukele asumió la presidencia en junio de 2019, el comportamiento de esas deudas era distinto. El gobierno echaba mano de las deudas que toman más tiempo pagarlas, es decir, de las deudas que se adquieren en las bolsas de valores internacionales. Pero ahora, esa posibilidad parece cada vez más cerrada.
En los últimos seis meses de 2019, el gobierno hizo 21 solicitudes de deudas de corto plazo. En todo el 2020 hizo 37 y en 2021, 46. Pero, esos números tienen sentido cuando se ven los actuales. En los primero los primeros tres meses de 2022, el gobierno ya adquirió 21 deudas de corto plazo con el sistema financiero local, un número que le tomó seis meses cuando inició el gobierno.
VER: Gobierno obtiene $59 millones más en deuda a través de una nueva emisión de Letes
Desde luego que para los economistas Tatiana Marroquín y Rafael Lemus esto tiene una explicación: el gobierno no logra obtener deuda de afuera, es decir, de las bolsas de valores internacionales, porque los inversionistas extranjeros no tienen confianza en que El Salvador pueda pagar la deuda solicitada, y debido a esa desconfianza, si se deciden a prestarle, lo hacen bajo una alta tasa de interés.
“Nunca hemos tenido tanta deuda de corto plazo como ahorita (…) Las posibilidades de encontrar financiamiento afuera son cada vez menores porque el gobierno se lleva mal con Estados Unidos, con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Riesgo País, que indica cómo se están comportando los mercados financieros en torno a la deuda de El Salvador, dicen que los inversionistas no quieren deuda de El Salvador”, explica la economista Tatiana Marroquín.
El problema que ella ve con seguir adquiriendo más deuda en el sistema financiero local es que el gobierno ya debe $2,597.93 millones en Letes, y para el próximo año, el gobierno debe pagar $800 millones de una deuda distinta (bonos) en la que el plazo está por vencer.
Pero, ¿es solo en colocar LETES que el gobierno se ampara ahora que el sistema financiero internacional no le presta lo que quiere y con la facilidad de antes? La respuesta es no. El economista Rafael Lemus explica que son tres los instrumentos de deuda usados por el gobierno ante el cierre simbólico del mercado internacional a sus peticiones de deuda: las Letes, las Cetes y los bonos. “De esa manera está sorteando la liquidez”, resume el economista.
“Ellos pueden ir salvando lo del mes. (…) Pero van a necesitar de algo más que solo las Letes (deudas de corto plazo). Ahorita nos hemos quedado con las posibilidades de que el gobierno eche mano de las reformas de pensiones y de las liquidez de los bancos”, agrega.
Ahorros de salvadoreños
Las peticiones de deuda de corto plazo las aprueba la Asamblea Legislativa todos los años en el Presupuesto General de la Nación: por ello, el gobierno puede solicitar dinero prestado a los bancos locales con un límite del 25 % de los ingresos corrientes que dicta su presupuesto.
Sin embargo, antes de Bukele, los bancos locales no solían prestar el cien por ciento de lo que solicitaban los gobiernos. Es decir, si un gobierno les pedía $100 millones, en ocasiones, los bancos locales, las aseguradoras o las AFP’S les prestaban la mitad o el 75 % de lo solicitado.
TE PUEDE INTERESAR: Más préstamos internos compromete la estabilidad del sistema financiero
Y es que antes, el sistema financiero internacional no estaba tan atento al Riesgo País que hay ahora en El Salvador, por lo que obtener menos dinero de lo solicitado no era tan perjudicial para el gobierno. Ahora si no lo obtiene todo, ¿qué haría siendo que afuera no le prestan?
En promedio, el 97 % del dinero solicitado por el gobierno al sistema financiero local le es concedido. Ese dinero sale de los ahorros que tienen los salvadoreños en los bancos o en las AFP’s. En palabras simples, son los ciudadanos quienes le prestan dinero al Ejecutivo para que este solvente sus problemas financieros o de caja.
El Diario de Hoy lleva un recuento de todas las colocaciones de Letras del Tesoro (Letes) desde que Bukele asumió la presidencia en junio de 2019. La deuda de corto plazo más grande en este gobierno fue en marzo de 2020, cuando prestó $426 millones en Letes, dinero que sirvió para pagar un subsidio de $300 a personas que habían sido afectadas por la crisis sanitaria a causa de la pandemia del covid-19..
Pero esa libertad de obtener cada vez más dinero guardado en los bancos locales, las AFP’S o las aseguradoras se afianzó en 2020, cuando el gobierno hizo un acuerdo con los bancos para flexibilizarles los requerimientos de liquidez a cambio de que estos le prestasen más dinero.
La reserva de liquidez es el “colchón” que tienen los bancos para responder en caso de que muchos salvadoreños quieran retirar sus ahorros al mismo tiempo. Sin embargo, ahora mismo le está sirviendo al gobierno: “Ellos vienen y le dicen a los bancos ‘vaya, yo necesito dinero. Entonces, te voy a soltar la reserva de liquidez y prestame ese dinero’”.
Entonces, si vos fueras un banco y te dicen que eso que no te da ninguna ganancia ahora sí te va a dar, y con una tasa de interés determinada por vos… entonces lo prestan”, explica Marroquín.
En 2019, le prestaban el 63 % de lo solicitado por Letes. En 2020, el 83 % y en 2021, el 82 %. En los primeros meses del 2022, los bancos le están prestando el 97 % de lo que el gobierno pide.
Gobierno modificó condiciones para tomar más dinero
En marzo de 2020, durante la pandemia del covid-19, el Banco Central de Reserva (BCR) bajó de un 20 % a un 9.9 % las reservas de liquidez del sistema bancario. La modificación se hizo con el propósito de que el gobierno pudiera adquirir más deuda de corto plazo (LETES y CETES) con estas entidades.
Luego, en diciembre del 2020, hubo otro cambio que subió las reservas al 12%, una modificación que se mantendría vigente hasta el 22 de junio del año pasado. Sin embargo, los bancos mantuvieron una reserva del 15.1 %, un margen arriba de lo que indica la ley, según datos de la Superintendencia del Sistema Financiero.
En ese vaivén de modificaciones, el gobierno ha echado mano de los bancos y las aseguradoras ahora que no tiene otra forma de financiamiento más que el dinero que le prestan, localmente, producto de los ahorros de los salvadoreños.
La gran duda es, ¿va a lograr el gobierno cubrir los compromisos financieros que tiene en medio de un alto endeudamiento? ¿Cómo piensa pagar los próximos vencimientos de deuda? Estas aún son preguntas no respondidas oficialmente por el Gobierno.