Todos los países recurren a préstamos externos cuando tienen que echar a andar programas sociales, construir infraestructura pública o hacer frente a catástrofes naturales y cuando lo hacen, se someten a una evaluación de su capacidad de pago. Esta capacidad se las dicta una agencia calificadora de riesgo que en muchas ocasiones, son contratados por los mismos gobiernos para darles el respaldo al momento de solicitar un crédito.
Hay países como Australia que han sido disciplinados con sus finanzas públicas y tienen una categoría AAA por ser excelentes pagando a tiempo sus deudas a sus acreedores. La confianza de los inversores en este tipo de países es muy alta pues las agencias han respaldado totalmente su récord crediticio.
Como Australia hay otras naciones de buena calificación crediticia como Bélgica, Canadá, Dinamarca y Finlandia, que tienen un excelente nota y les prestan dinero por que hay confianza en sus finanzas.
Standard and Poor's baja la calificación crediticia de El Salvador a CCC+. ¿Cómo afecta esto?
Pero hay otros países que no tienen el espaldarazo de las agencias y por el contrario, están ubicados entre los que tienen la más baja calificación debido a que sus finanzas son débiles, han caído en impago de sus obligaciones o han llegado al punto de pedir rescates financieros, lo que los ubica en la lista roja de las calificadoras.
En esa lista roja están países como Mozambique, República del Congo, Zambia y Líbano. El miércoles de esta semana, El Salvador se unió a estos países con mala nota, debido a una mayor desconfianza de pago que tienen los inversionistas en el país.
La agencia calificadora Standard and Poor's bajó la calificación crediticia de El Salvador a CCC+, una nota similar a la de los países antes mencionados.
En América Latina el país que ya tenía esta mala nota era Argentina, dado que cayó en impago en 2001 y después de eso ha tenido que recurrir a rescates financieros.
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Otras agencias crediticias como Fitch Ratings y Moody's también han bajado la calificación de El Salvador al grado especulativo o con alto riesgo de no pagar sus deudas.
Su próximo pago de deuda es de $800 millones en enero de 2023 y hasta la fecha no tiene una fuente de financiamiento que apalanque ese desembolso, por lo que las dudas sobre si pagará ese monto crecen más.
Los países que ya tenían esta calificación crediticia son naciones con una elevada tasa de pobreza, que tienen graves problemas institucionales o que ya han caído en impago o recurrido a rescates financieros.
Ucrania, que ha sido devastada por la invasión de Rusia desde febrero de este año, también está cayendo en la peor calificación crediticia pues ahora no tiene capacidad para generar ingresos y hacer frente a sus acreedores.