El proyecto del ferri no funcionó, entre otros factores, porque no tomaron en cuenta a las agencias de carga que, además de consolidar envíos, se encargan de toda la cadena logística que recorre una mercancía para llegar desde una fábrica en el extranjero hacia un comprador en El Salvador y viceversa.
Eso es lo que sostiene Mario Morán, presidente de la Asociación Salvadoreña de Agencias de Carga y Transitarios (ASAC) de El Salvador. Según el líder gremial, en la apuesta del ferri solo incluyeron a los productores tal cual, no a su sector, que es en última instancia el que mejores resultados le hubiera sacado a una alternativa de transporte multimodal.
“Nos pareció extraña la decisión. Que hubieran reuniones con los exportadores y a nosotros no nos hubieran preguntado siquiera nuestra opinión sobre el ferri”, dice Morán.
La apuesta del barco para llevar mercancías desde El Salvador a Costa Rica y de regreso sin pasar por las fronteras de Honduras y Nicaragua se topó con un muro de desacuerdos. Primero, porque no se llegó a una tarifa competitiva. Segundo, porque no se socializaron adecuadamente cuáles eran las ventajas de este tipo de transporte.
Para Morán, si hubieran apostado por incluir a las agencias de carga como una parte toral del proceso, ellas mismas se hubieran encargado de allanar el camino. Primero, porque al ser consolidadoras y tratar a un tiempo con múltiples clientes, bien podrían haber hecho rentable una tarifa más baja, que era lo que el mercado estaba pidiendo para que el proyecto tuviera éxito, dice. Segundo, porque cuentan con toda la experiencia y el conocimiento para recomendar la conveniencia o no de su uso en cada caso específico, afirma.
Incluso se habría sorteado una de las principales peticiones de los exportadores: que se les cobrara en una sola factura tanto el recorrido del ferri como los desplazamientos por tierra desde las fábricas a los puertos y viceversa. Una agencia de carga como las representadas por ASAC habría sido la vía más inmediata para ello.
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Morán espera que, si el proyecto se retoma, como se ha expresado por los gobiernos de El Salvador y Costa Rica, esta vez sí se cubra esa falencia.
“El proyecto del ferri es interesante porque te da un abanico de posibilidades que no están en el transporte normal por tierra. Hay ocasiones en que dejar de pasar por dos fronteras te ahorra una cantidad increíble de tiempo y dinero”, dice Morán.
Para el presidente de ASAC, incluso el tamaño del barco fue desproporcionado por tratarse de las primeras instancias del proyecto. De allí que nunca llegara a llenar siquiera un cuarto de su capacidad y que, incluso, tuviera que zarpar vacío entre puerto y puerto.
Pero ni siquiera la infraestructura estaba lista para un barco de las proporciones del Blue Wave Harmony: en el Puerto de Caldera, en Costa Rica, la profundidad del espacio especial adecuado para el ferri no era suficiente, porque lo que, cada vez, había que esperar muchas horas a que la marea subiera. Usualmente, esto sucede en la madrugada, un periodo en el que no hay tanto personal, por lo que el proceso se ralentizaba aún más.
“Yo hubiera apostado por un barco más pequeño para consolidar la ruta y no tener ese problema en Caldera. Quizá después, con mucha más gente usando el ferri y con nuevas adecuaciones de infraestructura, se hubiera podido traer un barco de esas dimensiones”, comenta Morán.
La evolución de los agentes
Este tipo de empresas tiene a su cargo múltiples funciones de la cadena de transporte en el comercio mundial. Hoy en día, ya no solo se dedican a consolidar envíos, sino que le facilitan a sus clientes cada paso del proceso: desde la salida de la fábrica (por ejemplo, en China), encargarse del papeleo necesario para que el producto salga de esa aduana, se coloque en un barco o en un avión y llegue a la aduana del país de destino, donde se descarga y se coloca en un transporte terrestre para que llegue a la fábrica o comercio que la requiere. La compañía también contrata los seguros y paga los fletes.
Para esto, según explica Morán, las agencias de carga y tránsito en El Salvador establecen alianzas con sus pares en todos los países del mundo. Así, quien los contrata no tiene que preocuparse de más nada que recibir la mercancía.
Según Morán, se espera que 2024 sea un mejor año para el sector en el país, pues han empezado a bajar los precios en los fletes, que se habían disparado, por ejemplo, a un precio de $12,000 los 40 pies, cuando la normalidad eran unos $1,500.
“El éxito de los productores es también nuestro éxito”, dijo.
Certificación en logística
El pasado 12 de diciembre, en la Universidad Francisco Gavidia, se realizó la primera graduación de 33 profesionales, que lograron finalizar su diplomado que los acredita como especialistas en logística, transporte, agenciamiento de carga, requeridos en cualquier país del mundo. El curso fue acreditado por la ASAC. Así, El Salvador se convirtió en una de las 4 escuelas de la Federación Internacional de Asociaciones de Transitarios (FIATA) que se encuentran en América. Nuestro país fue precedido solamente por Chile, y una alianza entre México y Panamá, que lo ofrecen juntos.
“Nos coloca en un nivel superior en materia de conocimientos y tecnificación, poniendo a El Salvador entre los países mejor preparados para impulsar y desarrollar con calidad el sector logístico y, en particular, el del agenciamiento de carga y transporte internacional”, dijo Mario Morán, presidente de ASAC.
*Nota aclaratoria: esta nota fue actualizada el 2 de enero de 2024. El titular original era "Proyecto del ferri fracasó por dejar fuera de la apuesta a agencias de carga, dice ASAC". Sin embargo, la asociación envió a esta redacción una nota en la que expresaba no estar de acuerdo con ese titular: "COMO ASOCIACIÓN NO PODEMOS ACEPTAR QUE SE DIGA QUE SOMOS RESPONSABLES DEL FRACASO DEL FERRY, PORQUE NUNCA FUIMOS PARTE DE ESTE PROYECTO". En consonancia con esa solicitud, se realizó este cambio.