El barco Blue Wave Harmony, que fue utilizado en el malogrado proyecto del ferry entre El Salvador y Costa Rica, se encuentra en un atracadero de barcos en la costa atlántica de Panamá. Todavía no se ha desplazado a Europa, su destino final.
Eso es lo que pudo comprobar El Diario de Hoy en una nueva consulta, realizada este 31 de diciembre, en la web MarineTraffick. Concretamente, la nave está en Bahía Limón, un puerto natural situado en el extremo Norte del Canal de Panamá, al oeste de las ciudades panameñas de Colón y Cristóbal.
Este sitio es comúnmente usado por barcos que esperan entrar al Canal, pues les provee de protección de las tormentas. Este medio había informado previamente que el Blue Wave Harmony partirá a Ucrania para encargarse de un nuevo negocio en ese país europeo, que necesita actualmente de mucha materia prima para la reconstrucción de algunas zonas en las que el asedio ruso ha cesado.
La última ubicación previa a la Bahía Limón había sido un fondeadero asentado un poco más mar adentro. Quizá la necesidad de que esté mejor resguardado porque estará más tiempo encallado obligó a la empresa dueña del barco, Blue Wave Corporation, a moverlo hacia este nuevo lugar.
Por el momento, ni las autoridades de ambos países ni las gremiales que apoyaron la apuesta (como COEXPORT) ni la empresa misma han informado oficialmente sobre alguna comunicación relativa a la terminación del proyecto del ferry. Todo lo que se sabe es lo que se ha informado a través de los medios de comunicación de El Salvador y Costa Rica.
Según el análisis de COEXPORT y de la Asociación de Transporte Internacional de Cargas (ASTIC), el principal talón de Aquiles del ferry estaba en que sus tarifas oscilaban entre los $1,145 a $1,360 por contenedor, dependiendo del tipo de vehículo. A eso había que sumarle los $900 que debían pagarse para transportar las mercancías, por ejemplo, de San Salvador al Puerto de La Unión. Con ello, la factura superaba los $2,000 por contenedor, mucho más que los $1,400 que cuesta por tierra.