El Proyecto de Competitividad Económica facilitó la creación, entre los años 2017 y 2024, de 40,000 empleos en El Salvador, según datos de su impulsor, el Gobierno de Estados Unidos. Esto fue gracias al fortalecimiento de 20,000 micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes). En estos siete años, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) invirtió $47.8 millones por año, un promedio de casi $6 millones por ejercicio.
Estas mipymes generaron ventas por $420 millones, lo que les posibilitó la creación de ese importante número de nuevos puestos de trabajo. Para lograr su cometido, el Gobierno de Estados Unidos contó con importantes aliados, como el sector empresarial organizado, representado por gremiales como la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (CAMARASAL), la Corporación de Exportadores de El Salvador (COEXPORT) y la Fundación Empresarial para la Acción Social (FUNDEMAS). También, con la de instituciones públicas locales, entre las que destacan la Comisión Nacional para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (CONAMYPE) o los ministerios de Economía, Turismo y Medio Ambiente.
La celebración de los logros conseguidos por el Proyecto de Competitividad Económica fue presidida por el embajador de Estados Unidos en El Salvador, William Duncan. Fueron invitados la ministra de Turismo, Morena Valdez, y el secretario de Comercio e Inversiones, Jorge Kattán, tío del presidente en licencia, Nayib Bukele.
“Quiero reconocer y agradecer a cada una de nuestras empresas beneficiarias, los empresarios y los trabajadores salvadoreños sin los cuales nada sería posible”, dijo el embajador Duncan.
A pesar de los desafíos presentados a lo largo de los años, que tuvieron su punto más alto durante la pandemia de Covid-19 del año 2020, el proyecto continuó y se adaptó a las circunstancias, por lo que, por ejemplo, tomó como uno de sus ejes apoyar la recuperación económica postpandemia. Fue un aporte crucial, teniendo en cuenta que la economía tuvo que cerrarse para salvar vidas. También, que desde el gobierno central se decidió desviar un crédito de $600 del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) que venía para apoyar en este momento de crisis a las mipymes. El dinero, más bien, se usó para gasto corriente y para alimentar el fideicomiso con el que se financió la apuesta por Bitcoin.
El proyecto también tuvo como uno de sus ejes la atracción de inversiones. Lo hizo en un país donde este índice cayó con fuerza a partir de mayo de 2021, después de que la Asamblea Legislativa de mayoría bukelista dio un golp de Estado a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) con la destitución de los magistrados de la Sala de lo Constitucional. El proyecto fortaleció, además, la capacidad de exportación de empresas salvadoreñas.
El proyecto facilitó el acceso a financiamiento de las mipymes y oportunidades laborales para ciudadanos salvadoreños a través de 9,600 visas temporales, que fueron entregadas por el Gobierno de Estados Unidos en coordinación con el Ministerio de Trabajo de El Salvador. La Embajada y el Ministerio de Relaciones Exteriores han recogido una base de datos compuesta por 84,000 trabajadores, lo cual se traduce en que solo poco más del 10 % del total ha visto concretado su deseo de trabajar temporalmente en Estados Unidos.
“Estados Unidos puede ofrecer las oportunidades, pero estas solo sirven si hay personas que las quieren aprovechar, y con estos resultados no queda duda de que en este país hay un inmenso deseo de superación”, comentó el embajador Duncan.
En el evento de celebración estuvieron presentes 20 empresarios salvadoreños apoyados por el programa, quienes expusieron sus productos y logros en una feria.