La nueva Ley Especial de Energía, aprobada el jueves, por mayoría en el Congreso, "reconoce la energía eléctrica como un bien público. Garantiza energía a toda la población. Revisión de todos los contratos leoninos. Cero fideicomisos", dijo el diputado oficialista Fabrizio Sandoval.
La norma que declara la energía eléctrica como un bien público, que permitirá a la presidenta Xiomara Castro renegociar contratos con generadoras privadas en su plan para abaratar costos, informó el portal de noticias Infobae.
La nueva Ley Especial de Energía tiene como objetivo reducir las pérdidas del Estado, revisar y renegociar contratos de compra de energía a generadoras, declara en emergencia el sector, y busca reestructurar la Ley General de Industria Eléctrica aprobada de 2014.
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Según detalló el vicepresidente del Parlamento, Hugo Noé Pino, "esta ley fue socializada con empresarios y miembros de sociedad civil y representantes locales". Según el legislador, "todos los sectores coincidieron que el subsector eléctrico es un desastre".
El problema con la ENEE
"La ENEE (Empresa Nacional de Energía Eléctrica, estatal) se queda bajo dominio público a favor del pueblo, la corrompieron y endeudaron. ¡Vamos a rescatarla!", escribió en Twitter la presidenta Castro.
La norma, propuesta por el poder Ejecutivo al Congreso, plantea que en caso de un desacuerdo en la renegociación de los contratos, autoriza a "plantear la terminación de la relación contractual y la adquisición por parte del Estado" pagando el "justiprecio" de las plantas.
Esta iniciativa fue inicialmente criticada por la embajadora de Estados Unidos en Tegucigalpa, Laura Dogu, quien mostró preocupación por el "efecto" de la propuesta "sobre la inversión extranjera y la independencia de la agencia reguladora de energía".
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Sus expresiones fueron rechazadas por el canciller de Honduras, Enrique Reina. Sin embargo, los comentarios de la diplomática fueron enmendados por el subsecretario de Estado para Crecimiento Económico, Energía y Medio Ambiente, José W. Fernández.
"Estados Unidos está listo para trabajar en estrecha colaboración con Honduras para realizar las reformas necesarias, para mantener las luces encendidas y promover la seguridad energética para el pueblo de Honduras", dijo.
Según los expertos, los gobiernos anteriores negociaron con las generadoras contratos "leoninos" por los altos precios, muy por encima de los precios de los demás países de Centroamérica.
El gobierno de Castro prometió una solución definitiva del problema porque la ENEE, que compra la energía de las generadoras privadas para distribuirla en unos dos millones de clientes, arrastra una deuda cercana a los $3,000 millones.
Una veintena de generadoras privadas suplen el 60% de la demanda en Honduras.