Lulo estuvo a punto de cerrar durante la cuarentena, pero un año después su negocio prospera

Esta es la historia de un chef emprendedor que, contrario a cerrar su negocio, logró mejorarlo tras asesorarse y ordenar sus finanzas.

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Ludwing "Lulo" Merino es chef y propietario del restaurante "Lulo, cocina y pasión" ubicado en la colonia San Francisco de San Salvador.

Por Karen Molina

2021-05-07 9:00:27

La crisis que trajo consigo el cierre económico del país en 2020 hizo quebrar a cientos de emprendedores salvadoreños que no pudieron soportar la prolongada cuarentena.

Pero esa misma crisis también ha dejado historias positivas de otros emprendedores que, contrario a cerrar y reducir personal, lograron prosperar con la ayuda de asesoría financiera y mucha creatividad.

Ludwing “Lulo” Merino es uno de ellos. Hace justamente un año y en medio de una cuarentena restrictiva, estuvo a punto de cerrar su pequeño restaurante, que operaba en su casa de Santa Tecla.

Sus ventas cayeron un 80 % y eso lo obligó a prescindir de uno de sus colaboradores. “Hice de todo, pero la opción siempre fue no cerrar”, cuenta.

Como pudo, se mantuvo haciendo entregas de comida a domicilio y hasta vendió frutas y verduras en su local con tal de lograr sobrevivir.

Las ventas eran tan bajas que Lulo incluso decidió vender lácteos y productos congelados. “Hasta les cocinaba gratis a algunos clientes con tal de no perderlos”, cuenta.

Un año después, su salto es significativo. Con ayuda de un amigo que le asesoró para ordenar sus finanzas, obtuvo financiamiento, invirtió en un local más amplio, renovó su marca y contrató a más personal que ahora forma parte de su equipo.

La pizza mixta de mariscos es una de las novedades del menú de Lulo.

Chef Lulo: “Cerrar el restaurante no es mi opción y toca reinventarse”

Su nuevo restaurante, ubicado en la Colonia San Francisco, es ahora un espacio amplio que ofrece una nueva experiencia culinaria para sus clientes.

“Hace un año yo no pensaba que iba a estar aquí. Yo dije: Dios mío, estoy a punto de cerrar”, recuerda. Pero al buscar asesoría y mejorar su marca, logró despegar. “Diversifiqué el menú, cambié algunos platillos, cambié logo, con apoyo”.

Él mismo reconoce que su negocio maduró y evolucionó gracias a que obtuvo asesoría de personas especializadas como su amigo Mario Magaña, experto en finanzas y autor del libro “Finanzas S.O.S., que le dio la guía para dejar de adquirir deudas para pagar otras deudas, como solía ocurrir.

En ese sentido, una de las primeras cosas que Lulo hizo para ordenar sus finanzas fue hacer un valúo de todo lo que tenía. Cuenta, por ejemplo, que el negocio que operaba prácticamente en la cochera de su casa, lo inició con un capital de $4,000, pero tras hacer esa auditoría, se dio cuenta que sus activos se habían triplicado.

“El restaurante ahora está formado por un equipo de trabajo que vienen de esa situación difícil y los hizo encariñarse de la marca”, afirmó.

“Yo vi en la pandemia una oportunidad. Prefiero endeudarme para salir adelante y no para quebrar”, explicó.

Durante la pandemia más de 784 restaurantes inscritos formalmente a nivel nacional tuvieron que reducir o paralizar sus servicios.

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“El crecimiento que se ha visto en mi restaurante es porque me asesoré, porque me ordené y solo pensé que la mejor opción era crecer, evolucionar”, comentó.

Y su dedicación ha tenido frutos. Su nuevo restaurante tiene hoy mucha afluencia de comensales de la zona. “Hasta tiene que hacer reserva en la terraza porque la comida y el lugar es muy buena”, dijo Gloria, una clienta que ha seguido a Lulo desde sus inicios en Santa Tecla.

Ahora la meta de Lulo es tener una segunda sucursal de su restaurante y mejorar constantemente su menú, que ofrece platillos de calidad a un precio muy accesible.

Lulo, además, está muy confiado de que la reactivación económica continuará poco a poco a medida que las personas se apliquen la vacuna contra el COVID-19.

De aquí en adelante, Ludwing solo quiere mejorar. Atrás quedaron esos días en los que recuerda haber tenido mucha preocupación. Ahora dice: “ya vengo de donde asustan. Ya no le tengo miedo a comenzar de nuevo”.