Las esporádicas lluvias que han caído en el país durante la temporada de invierno han afectado los niveles de los embalses salvadoreños.
Debido a la época de sequía provocada por una canícula y el efecto del fenómeno de El Niño, las presas no han captado suficiente agua para operar en sus niveles óptimos y, si se compara cómo estaban en agosto de 2022, los datos indican que están por debajo que hace un año.
Según registros de la Unidad de Transacciones (UT), el embalse del Cerrón Grande, del cual dependen otras importantes represas como la 15 de Septiembre y 5 de Noviembre, ha estado unos metros abajo de como estaba el año pasado.
Al 10 de agosto de 2022 dicha presa, ubicada en Potonico, Chalatenango, estaba a un nivel de 238 metros sobre el nivel del mar (msnm), pero hasta el 10 de agosto de 2023 estaba a 236.1 msnm.
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Sin embargo, en mayo, junio y julio pasados estuvo incluso por debajo de su nivel nominal (normal), que es de 235 metros sobre el nivel del mar. Hubo días de junio en los que estuvo en 231.9 msnm.
De hecho, pobladores de Suchitoto que viven en los alrededores del embalse del Cerrón Grande expresan que desde hace años no habían visto que estuviera tan vacío en época de invierno.
También el embalse de Guajoyo, ubicado en Metapán, departamento de Santa Ana, ha registrado similar comportamiento, pues al 11 de agosto de 2022 la presa tenía un nivel de 425.8 msnm, mientras que al 10 agosto de 2023 estaba a 422.5 metros, lo que implica que se encuentra por debajo de su nivel normal que es de 425 msnm y el mínimo es 418 metros.
De hecho, hubo días en mayo que estuvo a 419.9 msnm y hasta julio se había mantenido en 421.9 metros sobre el nivel del mar.
Asimismo, la represa 5 de Noviembre, ubicada entre los municipios de Sensuntepeque, departamento de Cabañas, y Nombre de Jesús, Chalatenango, estaba a 178.3 msnm al 10 de agosto de 2022 y a la misma fecha de este año estaba a 178.5 metros.
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Pero aunque registra casi el mismo nivel de hace un año, los datos oficiales indican que todos estos meses ha estado operando por debajo de la medida normal y máxima de esa presa, que es de 180 metros.
Mientras que la presa 15 de Septiembre, ubicada en los municipios de San Ildefonso, departamento de San Vicente, y Estanzuelas, departamento de Usulután, estaba hace un año a 48.1 msnm y al 10 de agosto de este año se encontraba a 47.2 metros.
Si bien su nivel normal está en 47 msnm, hubo algunos días en los que registró menos cantidad de agua en meses anteriores, pero la constante en este embalse ha sido que su operación ha estado incluso por arriba de su nivel nominal, siendo la única de las cuatro represas que tiene esos registros.
A niveles de hace 8 años
Carlos Martínez, experto en energía y catedrático de Ingeniería Eléctrica en la Universidad de El Salvador (UES), explica que ha sido hasta los primeros días de agosto que presas como la del Cerrón Grande se ha recuperado un poco de los bajos niveles que tenía.
“Hasta julio teníamos niveles de embalses malísimos que son comparables con los de 2015 que fue un año malo, con mucha sequía… pero en los primeros días de agosto han mejorado y se puede decir que registra niveles normales”, opina.
Para el experto, este sigue siendo un año malo, debido a las pocas lluvias, y señala que es comparable con el peor invierno de los últimos ocho años, pues los registros de 2015 muestran los niveles más bajos que han tenido los embalses.
Ese año también se vivieron los efectos del fenómeno de El Niño como la sequía, intenso calor y daños en las cosechas; incluso se consideró que fue más fuerte que el de 1997.
Según los datos de la UT, el 1 de junio de 2015 el embalse del Cerrón Grande descendió hasta los 229.6 metros sobre el nivel del mar, su punto más bajo registrado en los últimos ocho años. Para agosto de ese mimo 2015, específicamente el 10 de ese mes, el nivel llegaba a los 233.8 msnm.
También el embalse de Guajoyo tuvo su nivel más bajo a finales de mayo de 2015 cuando llegó a los 419.7 metros y en agosto de ese año osciló en los 421 msnm.
Esos registros son bastante similares a los que se han visto también en estos meses de invierno con pocas lluvias.
Ante ello, Martínez considera que si la temporada lluviosa no presenta otros ciclos de sequía como los que se han visto, entonces los embalses se podrían encausar a niveles normales, pero que si la estación seca se prolonga, se tendrán embalses vacíos.
El Niño afecta la generación eléctrica
El hecho de que las presas hidroeléctricas estén operando por debajo de sus límites normales impactará en la generación de energía.
De hecho, el presidente de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) y titular de la Dirección de energía, hidrocarburos y minas, Daniel Álvarez, afirmó el mes pasado que “el fenómeno de El Niño está afectando a toda la región centroamericana, ocasionando una crisis energética porque no hay suficientes lluvias”.
Además admitió en esa ocasión los problemas con los niveles de las represas en el país. “No solo en El Salvador, Guatemala tiene embalses más grandes que no tienen reservas de agua”, reconoció durante una entrevista en el canal estatal.
Es más, la generación hidroeléctrica ha bajado en los últimos meses. En mayo se generaron 81.18 Gigavatios hora (GWh), pero en junio fueron 68.74 GWh, según datos de la UT.
Mientras que la CEL reportó que en julio generó 79.94 GWh.
Pero el funcionario ha asegurado que, pese al fenómeno climático, van a garantizar el suministro de energía para la población, así como los precios sin alzas.
