En 2022, El Salvador redujo la importación de computadoras y otros dispositivos electrónicos que estaban aumentando en los últimos años, según muestra el informe de Comercio Exterior del Banco Central de Reserva a diciembre 2022.
Al cierre del año, el país compró un total de $632.26 millones en productos tecnológicos. Este monto es inferior en $63.92 millones a las compras de 2021, cuando se adquirieron $696.18 millones. Esto significa una disminución del 9.18%.
Y de todos los productos de tecnología, fueron las computadoras y equipo periférico (el teclado, el ratón o mouse, escáner, cámara web, cámara digital, etc.) las que más disminuyeron.
Sobre estos productos en específico, en términos monetarios, el país compró 15.8% menos que en 2021 pues su valor pagado en 2021 fue de $408.96 millones y en 2022, estas compras solo fueron de $344.26 millones.
Gráfico: El Salvador le compra mucho más a China de lo que le vende
Los equipos electrónicos de consumo como los teléfonos móviles, televisores y también relojes digitales y otros que se utilizan para el entretenimiento también tuvieron una leve reducción.
Y es que, en 2020, en momentos en que la pandemia obligó a miles de personas a trabajar o estudiar desde sus casas, las compras de productos tecnológicos alcanzaron los $306.58 millones en total, pero en 2021, cuando el país se adaptó a una nueva forma de vida con teletrabajo y estudios en línea, las compras se dispararon. Ese año el país compró $696.18 millones en productos tecnológicos, el doble de lo que había comprado en productos tecnológicos el año pasado.
Solo en computadoras, las importaciones representaron más del 58% de esas compras ese año.
Este incremento de importaciones también se dio en un contexto de mayor crecimiento económico, pues que se reactivó tras un año de cierre de fronteras.
Pero fue esta misma aceleración económica la que trajo luego, una distorsión económica global que hizo escasear productos tan elementales para la tecnología como los semiconductores.
Esta situación siguió así durante 2022, lo que obligó a miles de empresas a reacomodar la producción de dispositivos electrónicos que usaran estos chips y semiconductores.
Y cuando se veía venir una solución a los problemas de suministros, China tuvo que modificar su producción de semiconductores y productos tecnológicos por una nueva alza de contagios covid-19.
Según los datos del Banco Central de Reserva, es China el país desde donde más se importan productos tecnológicos.
Le sigue Estados Unidos y México. Esta última nación exportó al país $95 millones en dispositivos en 2021 y luego esta adquisición cayó a 4.32 millones en 2022.
Exportaciones de chips desde El Salvador
Pero El Salvador también produce tecnología que exporta a otras naciones.
Estos aparatos no son productos terminados y por lo tanto no se incluyen dentro de las exportaciones de productos tecnológicos.
Se trata de los chips electrónicos o condensadores que se maquilan y luego se venden a otras compañías que producen artículos electrónicos.
De acuerdo con el BCR, en 2022 El Salvador exportó $259.9 millones de estos chips, con un incremento de $18.7 millones respecto a 2021. Estos productos son fabricados en El Salvador por una sola fábrica que está ubicada en una zona franca del país.
Por lo demás, las ventas al exterior en los demás productos tecnológicos apenas y representaron $23.11 millones entre computadoras, equipos de comunicación y otras.
Mercado de semiconductores en 2023
Ante la gran dependencia que hay sobre la producción de tecnología asiática, las grandes empresas comienzan a ver alternativas para abastecerse de diferentes mercados y así responder a la demanda.
Según agencias de noticias internacionales, empresas como Intel o SMC (Sintered Metal Corporation de Japón) han anunciado inversiones en el continente americano para reducir la dependencia de la industria tecnológica a las fábricas asiáticas, donde Taiwán y China encabezan la producción. Sin embargo, los expertos no tienen buenas noticias.
Alejandro Floreán, vicepresidente de Investigación y Consultoría de IDC Latinoamérica, dijo Expansión que “los cuellos de botella en la cadena de suministro, especialmente de silicio, observados durante la pandemia, continuarán durante los próximos años”. El experto dijo que en particular las verticales de inversión tecnológica más afectadas en la región serán la infraestructura 5G, la computación en la nube y el ecosistema de desarrolladores.
Además, la consultora predice que estos seguirá trayendo retrasos en la producción global, regional y local. Aunque a finales de este año esperan tener una mayor regulación en el suministro de estos elementos.
IDC señala que para 2027, al menos 20 lanzamientos de productos digitales de alta visibilidad que dependen de la automatización inteligente y la entrega del modelo ‘As a service’ enfrentarán importantes retrasos debido a la escasez de semiconductores, y aunque hay más inversión en plantas y fábricas, la producción de chips llegará en los próximos años, no en 2023.
Así que es probable que la producción de estos artefactos siga siendo escasa y que a El Salvador lleguen pocos o más caros.