El Salvador ha iniciado las negociaciones para un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China, según lo informó la ministra de Economía, María Luisa Hayem, quien aseguró que se busca un tratado completo e integral que pueda impulsar el desarrollo económico del país.
Ambos países se han comprometido a establecer una mesa de trabajo para definir el Marco General de las Negociaciones. Este marco incluirá los principios generales que regirán las conversaciones, así como las modalidades y una hoja de ruta detallada.
La ministra Hayem enfatizó que el primer paso en este proceso será establecer y acordar los términos de referencia de la negociación. Esto implicará determinar los grupos de negociación, los idiomas a utilizar y los documentos válidos para el proceso. En la entrevista, la Ministra también destacó los anuncios en materia económica realizados recientemente, como la inauguración de las oficinas de Google, subrayando la relevancia de las negociaciones del TLC con China.
El representante de Comercio Internacional y viceministro de Comercio de China, Wang Shouwen, se unió a Hayem para anunciar el inicio de estas negociaciones. Destacó el rápido desarrollo de las relaciones bilaterales en los últimos años, con énfasis en los logros económicos y comerciales alcanzados.
Según Shouwen, El Salvador ha participado activamente en las importaciones chinas, con productos como café y azúcar.
Por otra parte, el embajador de China en El Salvador, Zhang Yanhui, subrayó que este tratado no solo fortalecerá las relaciones económicas y de cooperación entre ambas naciones, sino que también potenciará las oportunidades de inversión en el país. Se espera que la reducción de aranceles beneficie a las familias salvadoreñas, incluso disminuyendo el costo de vida y generando más empleo y oportunidades de negocios.
La expansión comercial de China en América Latina en las últimas décadas ha pasado de ser de $7,000 millones a $64,000 millones, pero se vaticina que al ritmo que va puede llegar a ser de $700,000 millones en los próximos 13 años, según un análisis del Centro de Estudios Internacionales de la Pontificia Universidad Católica de Chile (CEIUC) sobre el auge del país asiático en el continente que se realizó en 2022.
Con respecto a la Inversión Extranjera Directa (IED) de China en El Salvador, las cifras son, más bien, discretas: en los casi cinco años de la administración de Nayib Bukele, llegan apenas a los $460,000. Esto es porque, incluso, ha habido periodos de fuga de capitales chinos de nuestro país, como el primer trimestre de 2023, cuando salieron casi $3 millones, según el Banco Central de Reserva (BCR).
La relación comercial más desigual, incluso con Bukele
El promedio del último cuarto de siglo muestra que El Salvador solo ha logrado enviar a esa nación asiática un 1.79 % de todo lo que ha importado. La tendencia no ha mejorado ni siquiera desde que se establecieron relaciones políticas con China en detrimento de Taiwán (2018).
Por ejemplo, en 2023, desde El Salvador se enviaron apenas $11.3 millones, el 0.47 % de lo que se importó desde China, unos escandalosos $2,384.5 millones. Es decir que, de cada $100 enviados desde allá, desde El Salvador solo zarparon 47 centavos. China es el segundo país del que más se importan productos al mercado salvadoreño (sobre todo, celulares), pero no está siquiera en el top ten de los principales destinos de los productos locales.
Esta tendencia se ha mantenido en el periodo de Nayib Bukele: desde el 1 de junio de 2019 al 29 de febrero de 2024, El Salvador exportó hacia China $245 millones. Importó $10,545, 43 veces más que lo enviado desde el país.
Con la idea de un TLC con China se ha coqueteado desde hace tiempo en la presente administración. Se hizo en un evento de noviembre de 2022. En esa ocasión, Nayib Bukele dijo que se estaba a las puertas de la firma del acuerdo.
Las expectativas de que una apertura a la República Popular de China impactarían de forma positiva en la economía salvadoreña y en diversificar los mercados locales han existido desde que el gobierno de Salvador Sánchez Cerén rompió relaciones con Taiwán y las estableció con ese país en 2018.
Nicaragua ya concretó su Tratado de Libre Comercio con China, que entró en vigor el 1 de enero de 2024. Sin embargo, la realidad de ese país centroamericano no es muy diferente a la de El Salvador.
Más bien, es peor: durante 2021, por ejemplo, exportó a la nación asiática apenas $18 millones. Importó, en cambio, $1,100 millones. Desde El Salvador se envió a China el triple. Lo anterior pone sobre la mesa el cuestionamiento si las iniciativas de este tipo de tratados entre países centroamericanos y el gigante asiático tienen réditos.
“Más que el de la propaganda, no hay ninguno”, dice Napoleón Campos, especialista salvadoreño en Relaciones Internacionales. “En una región tan pequeña como Centroamérica, China no se va a jugar ningún interés comercial o financiero”, añade. Para el analista, China ya logró todo lo que pretendía: que estas naciones dejaran de reconocer a Taiwán, con la que mantiene un conflicto sobre la soberanía de esa isla.
“Un tratado como este no sería más que una broma de mal gusto”, sentencia Campos. Y es que son pocos los productos que cuentan con un flujo importante desde El Salvador hacia China. Uno es el café, que vive un declive de su producción. El otro es la caña de azúcar, el único producto agropecuario que sigue al alza en nuestro país.
TLC, sistemáticamente desaprovechados
Otra es la realidad del socio comercial más importante de El Salvador: Estados Unidos. Según datos del BCR, desde 1998, el gigante norteamericano ha enviado al país unos impresionantes $81,000 millones.
Pero desde El Salvador se ha exportado más de $55,000 millones. El país ha enviado a Estados Unidos $70 por cada $100. La relación es tan importante y consistente que esa nación ha sido la receptora del 48 % de todas las exportaciones salvadoreñas en los últimos 25 años. Por eso es que, cuando allá se viven tiempos de contracción económica, el mercado salvadoreño sufre.
Para la presidenta de COEXPORT, Silvia Cuéllar, que algo que pasa a cientos de kilómetros afecte tanto a la economía local es producto de la poca diversidad de mercados a los que, actualmente, se les está apostando desde El Salvador.
“El tema es que no debemos poner todo en un mismo mercado… Ajá, ¿dónde quedan los demás países con los que tenemos tratados de libre comercio? Los estamos desaprovechando. Hay que apostarle a todos esos mercados”, dice Cuéllar.
Señala que Estados Unidos y los cinco países de Centroamérica son los destinos de más del 83% de todas las exportaciones.
La líder gremial señala que se están abriendo algunos mercados, como el mexicano y el español, a los que se ha aumentado el envío de bienes. El último es uno de los más interesantes, pues es al que más se ha exportado fuera del continente en el periodo de Bukele.
“Como gremial, vemos con buenos ojos que se pueda, a través de este Tratado de Libre Comercio, ampliar nuestra oferta exportadora, ampliar nuestros mercados. Y lo importante es que sea un convenio de forma que favorezca bilateralmene, tanto a los empresarios chinos como a los empresarios salvadoreños”, comentó por su parte Leticia Escobar, presidenta de la Cámara Salvadoreña de Comercio e Industria (CAMARASAL).