La resiliencia, esa capacidad para recuperarse de cada adversidad, resume seis décadas de incesante trabajo para formar profesionales talentosos para los negocios del INCAE (Instituto Centroamericano de Administración de Empresas).
Y ese empeño de superar cada obstáculo del camino fue justamente el pensamiento que, hasta sus últimos días, tuvo uno de sus fundadores: Francisco De Sola Maduro.
"Él tenía fe hasta el final que el Incae iba a seguir. Siempre lo vio como un proyecto permanente. Siempre lo vio que cueste lo que cueste y obstáculo que se le ponga se iba a poder arreglar", relató para El Diario de Hoy, Francisco De Sola, hijo, en vísperas del 60 aniversario del Instituto que su padre cuidó "como a un hijo" por casi dos décadas.
Lo que en agosto de 1964 nacía como un proyecto que ilusionaba a un grupo de visionarios centroamericanos se ha convertido en una prestigiosa escuela de negocios con alto valor educativo a nivel Latinoamericano.
Desde su origen hubo grandes intelectos que impulsaron la medida y vieron el potencial en la región. Fue durante una visita del entonces presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, a Costa Rica que surgió la idea.
"Vino el presidente Kennedy a Costa Rica y era un momento propicio, porque habían ciertas cosas en la región ya cambiando. Había una cierta estabilidad en la región. Además eran los años de la Alianza por el Progreso, era el inicio de todo el positivismo que acarrió a Kennedy en el poder. Y de repente apareció el presidente Kennedy en Centroamérica con un proyecto que nadie se imaginaba", contó De Sola.
"Y el proyecto era: por qué no le ayudamos al sector privado de estos países a hacer crecer más próspero a sus países, que se unan y que sean aliados de Estados Unidos. Kennedy llamó al decano del Harvard Business School", agregó, mientras señalaba una fotografía que cuelga en una de las paredes de su oficina con imágenes históricas.
Se trataba de George Cabot Lodge, un joven profesor a quien Kennedy le encargó aquel ambicioso y complejo proyecto y a quien De Sola, siendo entonces un estudiante de Harvard, describió como "un tipo carismático, de energía devastadora". Fue en una de las visitas de su padre a la universidad que conoció a Lodge.
La estrategia que siguieron para darle forma al proyecto de crear el INCAE fue mediante comités de promoción en cada uno de los seis países centroamericanos. "Y en eso tuvo mucho que ver mi papá, porque él ya era un hombre muy conocido en la región. Y el Business School mandó equipos, que eran profesores y estudiantes de doctorado o del máster a hacer la investigación en los meses de vacación del año 63 y 64".
Poco después tenían listo el "libro rojo", es decir el proyecto que propusieron al Harvard Business School y que fue aprobado por unanimidad. "Ese fue el primer gran triunfo. Y mi papá salió de eso con una gran carga. Dijo: yo me hago cargo de mover esto... fue como haber producido un nuevo hijo y por 21 años, hasta que murió, estuvo a cargo del proyecto", relató.
Lo que vino después fueron años de retos: uno fue dónde instalarían la primera sede del INCAE. Y fue el nicaragüense Anastasio Somoza, quien propuso que fuera en Nicaragua. Otro reto ha sido el financiero y tener una entidad multinacional.
VER: INCAE lamenta cierre y decomiso de bienes en Nicaragua, tras casi 60 años de labores
"Y aquí estamos 60 años después, habiendo pasado todo tipo de obstáculos y arrugas, está vibrante y creativa. Y diría yo, más que todo resiliente", expresó De Sola.
En eso coincide el rector del Instituto, Enrique Bolaños: "Por 60 años INCAE ha sido resiliente", porque en cada dificultad han visto una oportunidad y eso les ha permitido expandirse.
"Hemos graduado en maestría a más de 10,000 profesionales. Somos una escuela acreditada internacionalmente con la triple corona, como se llama las tres acreditaciones de más prestigio. Somos una escuela con asociaciones y alianzas con las mejores universidades del mundo", sintetizó Bolaños.
Actualmente, la sede principal está en Costa Rica y han abierto un Centro Ejecutivo en Panamá. Ahora tienen estudiantes de Perú, Ecuador, Bolivia, Paraguay, además de los centroamericanos. De los alumnos que provienen de Centroamérica, la mayoría son de Costa Rica, en segundo lugar de Guatemala; en tanto, de El Salvador es un porcentaje bajo de estudiantes.
Bolaños detalló que es un 15% de salvadoreños los que se han graduado del INCAE en estos años. "De los 10,000 hemos graduado tal vez a 1,500 salvadoreños, que es el 15% de los estudiantes de INCAE. Pero ahorita tal vez nosotros tenemos un 10% de nuestra base estudiantil salvadoreña; de los 400 que tenemos que graduamos al año, más o menos 8 a 10% son salvadoreños", indicó.
Añadió que han crecido más a nivel de Sudamérica y por ello ahora han pasado de ser centroamericanos a ser latinoamericanos. "En una época éramos el Instituto Centroamericano de Administración de Empresas, hoy somos de INCAE Business School", afirmó.
Para ejemplificar el crecimiento que han tenido contó que la primera maestría de INCAE graduó a 22 estudiantes, pero al 2024 gradúan a 400 en programas de maestría al año y capacitan a 6,000 ejecutivos al año en programas corporativos.
Para lograr esos resultados, las autoridades del INCAE han tenido que convertir las crisis en oportunidades y una de ellas fue la pandemia de covid, la cual les permitió dar el salto a la educación digital.
"Convertimos toda nuestra capacidad educativa en una capacidad digital extraordinaria y ahora tenemos unas aulas virtuales de primer mundo, y hemos logrado siempre superar los retos y convertirlos en oportunidades", destacó el rector.
Indicó que recientemente abrieron una nueva unidad que se llama INCAE Online, donde imparten programas totalmente virtuales, tanto sincrónicos como asincrónicos, por lo que esperan capacitar a miles de ejecutivos más. Y han lanzado la maestría totalmente virtual, a través de un aula con alta tecnología. También están implementando la IA (inteligencia artificial) en las aulas y en procesos internos.
Pero así como les inculcan destrezas de innovación y tecnología, Bolaños destacó que también se enfocan en habilidades blandas, como liderazgo, pensamiento crítico, análisis; además de dominar toda la materia sólida de finanzas, mercadeo, producción, entre otras, que luego se convierten en aportes a las empresas y a la economía de los países.