El Banco de Desarrollo de América Latina de la CAF (Corporación Andina de Fomento) logró, desde que asumió la presidencia Sergio Díaz-Granados hace un año este jueves, la aprobación de un aumento de capital por $7,000 millones, el mayor en la historia de la entidad, que permitirá duplicar su cartera para 2030 y reactivar la economía de Latinoamérica y el Caribe, señaló la corporación en un comunicado.
“América Latina y el Caribe cuentan con una CAF más fortalecida gracias al compromiso de sus líderes para apoyarlos financiera y técnicamente en el momento en el que más la necesitan para afrontar los desafíos sociales, económicos y ambientales sin dejar a nadie atrás”, afirmó Díaz-Granados, en el balance de su primer año de gestión, según recoge la nota.
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Durante este período, el organismo incorporó a Chile, Costa Rica, El Salvador, Honduras y República Dominicana como miembros plenos, a los que espera seguir sumando en los próximos años.
En julio de este año, el CAF hizo oficial la incorporación de El Salvador como uno de sus países socios, en momentos que el gobierno ha enfrentado dificultades para acceder a créditos internacionales, tras varias bajas de calificación crediticia de varias agencias extranjeras.
Ser parte del banco regional implica para el país un pago de $460 millones en acciones, las cuales se pagarán en siete años con cuotas de más de $65 millones, según ha explicado el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya. Eso le abriría la puerta a financiamiento de hasta 4 veces más por las acciones adquiridas.
El gobierno salvadoreño buscó incorporarse al CAF luego que se estancara un acuerdo financiero con el Fondo Monetario Internacional.
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Quiere ser el "banco verde" de la región
Entre tanto, otra de las prioridades para la presidencia de Díaz-Granados en el CAF es convertir a la entidad en el “banco verde de la región”, para lo que ha destinado 25,000 millones de dólares “a financiamiento verde a 2026”.
Además, se comprometió a dedicar $1,250 millones en los próximos 5 años para financiar proyectos que contribuyan a preservar, dinamizar e impulsar ecosistemas marinos y costeros de la región.
Por otra parte, el organismo destinó más de $16,000 millones para enfrentar la pandemia de la covid-19, así como $12,000 millones para impulsar el "bienestar de la población, el crecimiento, la generación de empleo y la competitividad en áreas como agua y saneamiento, vías, desarrollo social, transición energética, transformación digital", entre otros.
"En este primer año hemos logrado el apoyo unánime de los accionistas con la capitalización para ser el espacio regional de integración y reactivación", agregó Díaz-Granados.
La próxima meta es -aseguró- recorrer la región para duplicar la cartera en la "agenda renovada" para ser el "banco verde de América Latina y el Caribe, de la reactivación económica y social, el aliado estratégico del sector privado y de los gobiernos subnacionales para mejorar la calidad de vida de la gente, cerrar las brechas y dar el salto hacia el desarrollo".