Entre los principales riesgos que afrontará la economía salvadoreña en el segundo semestre del año están la caída de las exportaciones y las importaciones, el bajo nivel de las reservas internacionales, el alto gasto público, un limitado acceso al financiamiento externo y fuerte uso de reservas de liquidez y de fondo de pensiones, así lo detalló esta mañana el economista Claudio de Rosa, investigador del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Francisco Gavidia (UFG)
De Rosa fue parte de los académicos que presentaron el “Segundo Informe de Situación País” de la UFG, donde se establece que El Salvador posee una de las peores calificaciones de la región al segundo trimestre de 2023, pasó de BB- a CCC+, según Fitch Rating y de B- a CCC+, según Moody´s Investor Service. Esto implica un marcado deterioro desde la calificación que tenía en el segundo trimestre de 2012 “esto dificulta la obtención de créditos externos”.
El gobierno de Nayib Bukele, desde que se rompieron las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que esperaba otorgar préstamos al país bajo ciertas condiciones. Desde entonces, Hacienda ha decidido recurrir a deuda de corto plazo (LETES y CETES).
Como datos positivos, De Rosa destac´que la Inversión Extranjera Directa (IED) se está recuperando en el primer trimestre del año, cuando el ingreso neto totalizó $142 millones (1.7% del PIB); no obstante, este tipo de inversión venía de una contracción desde el terer trimestre de 2021, cuando hubo una salida de capital por $56.6 millones.
No obstante, uno de los factores que puede jugar en contra de la economía salvadoreña es la caída de las exportaciones, comparando datos de enero a junio de 2022 y 2023 vemos una disminución de -7.2%, pasando de $3,707 millones a $3,439 millones, que implican $268 millones menos, “Disminuyeron por menores precios, aunque aumentó en volumen reflejando una difícil situación en el primer semestre de 2023. Cayeron en los últimos ocho meses, salvo en febrero de este año”, dijo.