La deuda municipal tuvo un desmedido aumento en la gestión de los gobiernos locales que asumieron el 1 de mayo de 2021. Solo en 46 alcaldías capitaneadas por Nuevas Ideas, el partido de gobierno, el alza fue de $215 millones, al menos hasta el 30 de septiembre de 2023, última fecha para la que se cuenta con datos.
Estas alcaldías oficialistas representan el mayor peso en un aumento récord del saldo de la deuda municipal, de $176 millones. La cifra general es menor a la expresada arriba porque hay algunas municipalidades que han bajado su nivel de endeudamiento en este periodo. El saldo general de la deuda de las 262 alcaldías pasó de $625 millones antes de que asumieran las actuales gestiones a $801 millones en 2023.
Este consolidado es solo con respecto a los préstamos, la deuda financiera, es decir, la que se adquiere con la banca u otras entidades. No se toma en cuenta aquella que se mantiene con proveedores.
Para llegar a estos números, El Diario de Hoy revisó la información correspondiente al endeudamiento de las 262 municipalidades disponible en la web Transparencia Fiscal, del Ministerio de Hacienda. Comparó los datos al 31 de diciembre de 2020 con aquellos consolidados al 30 de septiembre de 2023. Luego verificó que todos los créditos de 2021 fueron aprobados después del 1 de mayo, por lo que se pueden atribuir a las actuales gestiones. Con esto construyó una base de datos que se puede descargar aquí.
En ese mar de números, se identificaron las 46 alcaldías de Nuevas Ideas que alcanzaron esta elevada cifra de deuda. También se confirmó que el partido oficialista monopoliza esta adquisición de compromisos financieros: de esos $176 millones, $174 millones tienen como receptor a un gobierno municipal de bandera cyan (en el que se incluyen coaliciones con GANA, el CD o PCN). Un impresionante 99 % del total.
Esto es porque hay varios gobiernos municipales que lograron reducir su endeudamiento. En concreto, las alcaldías gobernadas por ARENA disminuyeron en casi $10 millones sus compromisos en el mismo periodo. Las del FMLN, en $4 millones. Y la única de VAMOS, la de San Isidro, Morazán, no adquirió.
También las hay de este tipo del lado oficialista, como el ejemplo de Ciudad Arce, que bajó sus deudas en un 80 %, de más de $2.5 millones a menos de medio millón.
Eso contrasta con los gobiernos municipales de Nuevas Ideas que recurrieron con fuerza a la deuda. Al frente del listado está San Salvador, que aumentó en $60 millones sus compromisos, un 66 % de crecimiento. Le sigue Santa Tecla, con $21 millones (64 % de alza).
Sin embargo, a pesar del alto monto, estos no son los casos más llamativos. Se podría argumentar que para estas alcaldías grandes es común la adquisición de deuda para su funcionamiento. Como una moneda bajo la lluvia, resaltan aquellas municipalidades que, antes de que asumiera esta administración, tenían un muy bajo nivel de endeudamiento.
Ese es el caso de Santa Ana. Antes de que asumiera su puesto Gustavo Acevedo, de Nuevas Ideas, el saldo era de $362,000. Al 30 de septiembre, ese número ya había escalado hasta superar los $16 millones, 45 veces más.
“Es un alcalde que en las encuestas aparece muy mal evaluado, precisamente porque no ha hecho obras. Solo hay que ver el mercado que se quemó, que no lo han levantado después de tantos años… sería terrible que la deuda se esté usando para gasto corriente. Y sería aún peor si es para gasto superfluo, como publicidad”, dice Andrés Espinoza, experto en desarrollo urbano y fundador de la organización San Salvador, Otra Ciudad es Posible.
Un caso más impresionante es el de Acajutla, en Sonsonate, donde la deuda aumentó 178 veces, a $12.79 millones. Cuando la recibió el oficialista Isaac Hernández, era de apenas $71,800.
También están las municipalidades de Nuevas Ideas que no tenían deudas al comienzo de esta administración y que las adquirieron: San Luis La Reina, en San Miguel ($2.9 millones); Chalchuapa, en Santa Ana ($808,000); y San Marcos, en San Salvador ($356,000).
La cascada de dólares
El endeudamiento de las actuales gestiones municipales tiene otra particularidad: la mayor alza se registró en los primeros 7 meses de administración, es decir, antes del 31 de diciembre de 2021. Un aumento de $177 millones en un cortísimo periodo, cuando se pasó de $625 a $802 millones.
Si se revisa el histórico de los últimos 15 años, se observa que la deuda municipal aumentó en promedio en $40 millones en los 12 años precedentes: la de 2021 fue un alza 4 veces mayor a la media.
“Lo importante es verificar que dicho nivel de endeudamiento no se condice con la calidad de las gestiones. Los servicios no se han mejorado, no hay más obras. Por el contrario, el descontento de la ciudadanía con sus gobiernos locales es cada vez mayor”, dice Ruth López, jefa jurídica del departamento de Anticorrupción de Cristosal, que sostiene que el fenómeno es un reflejo de la misma problemática que caracteriza al gobierno de Nayib Bukele.
Algo que podría justificar una mayor necesidad de endeudamiento podría ser el retiro de casi todo el FODES para las municipalidades, pues pasó del 10 % al 1.5 % de los ingresos corrientes del Estado.
“Pero no parece ser una explicación suficiente. Allí están los casos de alcaldías que han logrado seguir operando y reducir su deuda, aún sin el aporte del FODES”, dice la economista Tatiana Marroquín.
Para Ruth López, de Cristosal, el alto nivel de endeudamiento es evidencia de que en los gobiernos municipales se podrían estar dando, de forma sistemática, actos de corrupción. Sobre todo si se toma en cuenta que desde el Estado se ha admitido la poca capacidad con la que se cuenta para fiscalizar el uso de los recursos en los gobiernos municipales. Esa fue, precisamente, una de las excusas para la ley que redujo el número de 262 a 44.
“Al final, aún sin el FODES, están teniendo muchos recursos vía deuda, pero desde el Ejecutivo y el Legislativo no se hizo nada por fortalecer los controles”, dice, por su parte, la economista Tatiana Marroquín, quien plantea otro punto interesante en relación al fenómeno y a la redistribución política que vivirá El Salvador a partir del 1 de mayo de 2024, cuando asuman los alcaldes de los nuevos 44 municipios: tendrán que asumir las deudas de los actuales.
“Habría que preguntarle a los candidatos cómo pretenden afrontarlas”, añade. Es un tema complejo porque en la ley en la que se aprobó este cambio de conformación política no se estableció nada acerca de la manera en la que los nuevos gobiernos locales tendrán que asumir las finanzas.
“¿Van a homogeneizar (igualar) las tasas municipales de todos los distritos, van a aumentarlas? ¿Las van a mantener así aún ante las presiones de las deudas? Al final, la deuda se va a gestionar con respecto a las tasas municipales. Que un gobierno local se endeude de esta manera lo termina pagando la gente”, comenta Marroquín.
Uno de los casos más interesantes respecto a esto es el de La Libertad Este, municipio que aglutinará a Antiguo Custatlán, Nuevo Cuscatlán, San José Villanueva, Zaragoza y Huizúcar.
Entre los 5, tienen compromisos por $15.01 millones. El 55 % corresponde a los de Nuevo Cuscatlán, que adquirió nueva deuda por $5.27 millones solo en este periodo.
Una realidad que contrasta con la de su hermano Antiguo Cuscatlán, el municipio que más redujo su deuda desde el 1 de mayo de 2021, con el pago de $2.26 millones. ¿Cómo asumirá lo asumirá la ganadora en La Libertad Este?
