Es desplome masivo que ha tenido el valor del Bitcoin en las últimos meses podría ser algo positivo para el planeta en términos medioambientales, según señaló una investigación realizada por el medio especializado en economía Expansión, de España.
El artículo sostiene que el descenso en el precio de este criptoactivo, que necesita casi toda la energía que ocupa Finlandia para poder funcionar, ha disminuido la emisión de dióxido de carbono (CO2) hacia la atmósfera terrestre.
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La principal relación que existe entre el Bitcoin y el medioambiente es que para que exista el criptoactivo es necesaria la práctica de la minería, que consiste en máquinas muy avanzadas que se encargan de validar las operaciones en la cadena de bloques (blockchain, en inglés) y también de crear nuevas unidades de la criptomoneda.
Para que estas computadores funcionen se necesitan fuertes cantidades de energía que, en conjunto, consumen cantidades similares a las de países enteros, razón por la cual otras naciones como China han prohibido la práctica debido a cómo afecta la producción energética de ese país.
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El artículo de Expansión, por su parte, agrega que la caída en su precio (que tiene varias semanas de fluctuar alrededor de los $20,000 o menos) ha provocado que la minería de Bitcoin se vuelva una actividad menos atractiva y rentable para los mineros, sobre todo, porque en el contexto actual, el precio de la energía también ha incrementado fuertemente.
En ese sentido, los cálculos de la investigación sostienen que, desde que comenzó a caer el mercado de las criptomonedas, la atmósfera está recibiendo unas 150,000 toneladas métricas de CO2 menos al día, y de seguir la tendencia así, en un año el ahorro en contaminación ascendería a unas 60 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono.