Vendedores de frutas, comida, así como algunas barberías y comercios de artículos de segunda mano desalojaban ayer sus puestos en los cuales muchos habían permanecido por más de 20 años.
Fueron al menos 100 vendedores los que han tenido que dejar sus locales, pero en los próximos días pueden ascender a más, sin tomar en cuenta los vendedores que comercializan sus productos en carretillas, explicó Irving Rodríguez, jefe de la Unidad Técnica del Comercio en Espacio Público de la alcaldía de San Salvador.
El alcalde Mario Durán anunció hace una semana que comenzarían los trabajos de remodelación de plazas e instalación de cables subterráneos en los alrededores de la Biblioteca Nacional, por lo que desde el pasado domingo iniciaron los desalojos de ventas sobre la 6a calle Oriente, conocida como calle de La Amargura, y la 2a. avenida Sur.
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Salomón, un vendedor de panes, mascarillas y alcohol gel, cuenta que hace varias semanas la alcaldía les anunció que hasta esta fecha podrían permanecer en sus negocios. Y comenta que pese a haber sido agregado en un censo para reubicarlo en algún puesto dentro de los mercados disponibles en el centro capitalino, cree que no recibirá la ayuda ofrecida por la alcaldía.
“Nos apuntamos en el censo y nos dijeron que en los próximos días nos llamarán para reubicarnos, pero la cantidad de vendedores que quitan es superior a la capacidad de los mercados. Por el momento mi familia ha decidido vender de manera ambulante en otros lados”, dijo el vendedor.
El comerciante está preocupado por su situación, porque afirma que la situación económica del país no le ha permitido mejorar sus ingresos en su negocio y pagar sus deudas.
Los vendedores contradicen la versión de la alcaldía que afirma en sus redes sociales que los desalojos son voluntarios, pero ellos aseguran que se van porque las consecuencias son el decomiso de sus productos, multas o incluso la cárcel bajo el régimen de excepción.
“El alcalde y el presidente puede que no sean malas personas pero no están trabajando para el bien común de toda la gente, solo para un sector que esta económicamente mejor que nosotros”, dijo otro vendedor que prefirió reservar su nombre.
En los próximos días será desalojada también la 4a. calle Oriente, un espacio que fue ocupado por varios vendedores ambulantes de alimentos como tamales, pupusas, tortillas, tacos, así como puestos de verduras, reparadores de relojes y otro tipo de pequeños comercios.
El alcalde Durán detalló en una conferencia de prensa el pasado 6 de septiembre que la municipalidad, el Ministerio de Obras Públicas (MOP), la Dirección de Obras Municipales (DOM) y la Constructora El Salvador desarrollan varios proyectos para la modernización de la capital.
Indicó que colocarán cables subterráneos en el perímetro de la nueva Biblioteca Nacional; entre la 6a. y 10a. calle Poniente y alrededores, así como en la calle Rubén Darío. También mencionó que renovarán la plaza Salvador del Mundo; la remozamiento de las plazas del Centro Histórico y la construcción del Parque Jardín del Mercado Central, entre otros proyectos.
Sin embargo, el alcalde capitalino no detalló el monto de la inversión en esas obras ni de dónde provienen los fondos.