El faltante de fondos con los que el gobierno de Nayib Bukele cerraría 2022 será el más alto de los últimos 8 años, según estimaciones de la agencia financiera inglesa EMFI.
En su último informe sobre El Salvador titulado: “Mayores desequilibrios externos”, emitido este 12 de septiembre, la agencia señala una vez más los problemas financieros que atraviesa el país en la actual gestión.
Y en ese sentido también plantea que el gobierno seguirá sacando las reservas internacionales, lo cual considera “preocupante” porque de allí tomará fondos para recomprar bonos que vencen en 2023 y 2025.
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“Estimamos que el déficit de cuenta corriente alcanzará el 6.8% del PIB en 2022, 1.7% mayor que en 2021 y el mayor déficit de los últimos ocho años”, dice en el informe de EMFI.
Los expertos de la agencia inglesa aumentaron la proyección del déficit para este año del 6.2% al 6.8% “debido a resultados peores a los esperados durante el segundo trimestre de 2022”.
En ese sentido, destacan que el déficit de cuenta corriente durante el segundo trimestre de este año habría llegado a $720 millones, lo cual representa “el nivel trimestral más alto en la historia del país”.
Aunque el Banco Central de Reserva (BCR) publicará a finales de este mes los resultados macroeconómicos del segundo trimestre, la agencia explica que su análisis se basa en el comportamiento mensual de la balanza comercial, compuesta por las exportaciones e importaciones, así como de las remesas.
“Durante el segundo trimestre las exportaciones alcanzaron los $1,914 millones, lo que significa un incremento del 15.9% respecto al mismo periodo del año anterior, mientras que las importaciones aumentaron un 25% a $4,582 millones, por lo que el déficit de la balanza comercial aumentó un 32.3% desde $2,016 millones a $2,668 millones”, dice en el documento divulgado por la agencia.
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De hecho, la semana pasada la ANEP (Asociación Nacional de la Empresa Privada) destacaba que las exportaciones y las remesas son las que siguen sosteniendo la economía salvadoreña y los ingresos de ambos rubros incluso son similares.
Datos del BCR también confirman que es más lo que se compra que lo que vende el país en el exterior. Este desbalance en la economía ha sido señalado por los expertos.
El análisis de EMFI apunta que las mayores importaciones estuvieron asociadas al aumento del 70.2% en la factura petrolera, la cual alcanzó los $746 millones debido al repunte de los precios de las materias primas a raíz de la invasión rusa a Ucrania. Pero menciona que las bajas en los precios del petróleo en los últimos meses llevarán a una disminución del déficit de la balanza comercial en el tercer y cuarto trimestre de 2022.
También indica que las presiones inflacionarias globales impulsaron tanto las exportaciones como las importaciones salvadoreñas.
De acuerdo a los datos que citan, las importaciones realmente han aumentado 1.3% en volumen entre enero y julio, mientras que las exportaciones han caído 1.3% en el mismo período.
Las remesas han disminuido
Por otro lado, destaca que el crecimiento de las remesas se ha desacelerado en lo que va del año. “Las remesas registraron una tasa de crecimiento notable desde que comenzó la pandemia, mostrando un incremento promedio de 32% mensual el año pasado. Sin embargo, la reducción de los estímulos fiscales y las alzas en las tasas de interés en EE. UU., junto con las menores expectativas de crecimiento global, han llevado la variación promedio de las remesas a 3.8% mensual este año”, explica.
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Agrega que en el segundo trimestre de 2022 las remesas apenas crecieron 1.5% en relación al año pasado, lo que equivale a $1,976 millones, pero considera que ese monto es “insuficiente para revertir el déficit de la balanza comercial” salvadoreña.
De acuerdo a los datos que consigna la agencia inglesa, las remesas han disminuido 3.5% en términos reales.
Y si bien menciona que el nivel actual de ingreso de remesas sigue siendo alto en términos del PIB, pues representa alrededor del 25%, la agencia financiera considera que El Salvador “habría alcanzado el techo de ingreso de remesas el año pasado”, pues estiman que este año incidirán las altas tasas de inflación.
“Creemos que la caída de las remesas dañará el consumo salvadoreño, amenazando el crecimiento económico”, advierte en el análisis.
EMFI menciona en su informe que al inicio del mandato de Bukele el desempeño de la cuenta corriente “mejoró significativamente”, incluso registró superávit en 2020 debido a los menores precios de los commodities y al notable crecimiento de las remesas. “Sin embargo, los resultados del año pasado y en lo que va del año muestran que El Salvador ha tenido los mismos desequilibrios externos que en el pasado”, dice.
Por ello, plantea que al ver el comportamiento real del sector externo entre enero y julio hay importantes riesgos de bajo crecimiento económico para El Salvador.
Sacarán más fondos de las reservas internacionales
Ante ese escenario, la agencia advierte que el gobierno de Bukele seguirá sacando fondos de las reservas internacionales frente a la falta de préstamos.
“Dadas las pocas fuentes de financiamiento externo y la menor confianza de los inversionistas extranjeros, creemos que el país seguirá agotando las reservas internacionales”, plantea.
Y agrega: “Este escenario es aún más preocupante si se considera que los fondos para recomprar los bonos 2023 y 2025 se descontarán de los derechos especiales de giro incluidos en las reservas internacionales”.
El gobierno lanzó este 12 de septiembre la oferta por $360 millones para recomprar bonos que vencen en 2023 y 2025, pero la deuda suma en realidad $1,600 millones, por lo que economistas advierten que no logrará recomprar una cantidad significativa y el problema fiscal seguirá.
EMFI apunta que el nivel actual de reservas internacionales netas es de $3,325 millones, un monto que “está por debajo del umbral de tres meses recomendados por el FMI, cubriendo solo 2.5 meses de importaciones en julio de 2022”.
Ante ese panorama, la financiera inglesa reiteró su advertencia sobre los riesgos para la economía salvadoreña ante una caída de las reservas internacionales, entre ellos mayores riesgos de liquidez del sistema financiero.