Tras la aprobación de un decreto transitorio que mantendrá fijos, durante un período de dos meses, el precio de los combustibles derivados del petróleo, como parte de las medidas económicas que anunció el presidente Nayib Bukele desde el pasado 10 de marzo ante los altos índices de inflación que atraviesa el país, la ministra de Economía, María Luisa Hayem, indicó cuánto le costará a los mismos salvadoreños mantener ese subsidio.
Hayem afirmó este miércoles, durante la entrevista en Frente a Frente, que este nuevo subsidio costará $12.5 millones por cada mes que dure la fijación de precios, es decir $25 millones en los dos meses. Un costo que podría aumentar o disminuir de acuerdo con el comportamiento de los precios del petróleo en el mercado internacional.
Asimismo, la funcionaria señaló que los nuevos incrementos que puedan surgir luego del decreto los absorberá el mismo gobierno, a través de este subsidio, el cual será entregado a las empresas importadoras de combustible, las cuales se encargarán de vender el producto a precio reducido a las gasolineras con el fin de que esos precios se trasladen a los consumidores.
El decreto contempla la exoneración de los impuestos del Fondo de Estabilización para el Fomento Económico (FEFE) y de la Contribución al Transporte (Cotrans), así como una reducción del Impuesto al Valor Agregado (IVA), los cuales ya habían sido anunciados, pero además se incorporó la fijación de precios, tras las alzas informadas por el Ministerio de Economía (MINEC) el pasado lunes.
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Con la fijación de precios los combustibles se mantendrán entre los $4.14 y los $4.32 que los salvadoreños deben pagar por cada galón de gasolina o diésel, esto a pesar de que los precios ya habrían superado los $5.00 debido a las recientes alzas, por lo que el decreto transitorio es considerado como un nuevo subsidio.
En un contexto en el que las finanzas públicas del país se encuentran en estado delicado, producto del fuerte endeudamiento y de los compromisos que debe cumplir el gobierno este año, el tema del subsidio es preocupante, sobre todo, porque el Ejecutivo no ha confirmado de dónde saldrá ese dinero.
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Hayem no explicó cuál será la fuente de financiamiento del nuevo subsidio, mismo que debió haberse aprobado luego de realizar estudios técnicos que lo respaldaran, según han señalado economistas consultados por este medio.
Por ejemplo, Ricardo Castaneda, economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), cree que estas medidas deben ir acompañadas por un estudio sobre el impacto en las finanzas públicas para que otros rubros sociales no queden sin financiamiento.
“En un contexto en que la economía mundial está presentando signos de debilitamiento y la propia economía nacional también es de tenerlo muy en cuenta, porque si no la situación financiera del gobierno se puede complicar más”, agregó Castaneda.