La panameña Copa Airlines es una de las aerolíneas que más ha sufrido por la crisis de los Boeing 737 MAX9, después de que la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos ordenara que las naves se mantuvieran en tierra después del accidente de un avión de este modelo perteneciente a Alaska Airlines, al que se le desprendió una puerta en pleno vuelo.
“Esta medida implicó para Copa la suspensión temporal de 21 de nuestras aeronaves, lo que nos ha obligado a cancelar alrededor de 80 vuelos diarios o más del 20% de nuestra operación, afectando a miles de pasajeros”, dijo Pedro Heilbron, presidente ejecutivo de la compañía.
La decisión tiene como base temas de seguridad, pues cada uno de los aviones deben pasar por revisiones técnicas que garanticen que no ocurrirá un problema como el registrado en Estados Unidos. La medida tuvo impacto en El Salvador, pues provocó la cancelación de al menos dos vuelos la semana pasada, aunque lo más probable, tomando en cuenta las palabras del director ejecutivo respecto al enorme porcentaje de su flota que representan los Boeing 737 MAX9, es que hayan sido muchos más.
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“Nos encontramos en una situación fuera de nuestro control… La situación ha afectado a miles de pasajeros que han quedado sin la posibilidad de llegar a su destino o volver a su casa según su itinerario original”, comentó Heilbron.
Según expresó el ejecutivo, el retorno a las operaciones de estas aeronaves sólo depende de que la FAA apruebe la documentación técnica necesaria para iniciar el proceso de inspección de estas, lo que está programado para esta semana. Sin embargo, la crisis se podría extender por más tiempo.
“No tenemos certeza sobre su duración (de las inspecciones) o sobre cuando sería autorizada nuevamente la operación de las aeronaves afectadas”, dijo el presidente ejecutivo, al tiempo de que aseguró que el equipo de Copa Airlines ya había realizado una inspección preliminar a los 21 Boeing 737 MAX9, con el fin de retornarlos a la acción lo más pronto posible.
La aerolínea centroamericana manifestó su compromiso con los usuarios que serían afectados por las cancelaciones y prometió comunicación proactiva, prioridad en reacomodo de vuelos, cambios de itinerario, reembolso, así como alojamiento, comida y gastos varios “para cuando sea necesario”.
La orden de la norteamericana FAA ha traído ingentes pérdidas para varias aerolíneas. Sin embargo, la compañía más afectada es la propia Boeing: según una nota publicada por la web de CNN, un informe de Wells Fargo, titulado “Auditoría de la Administración Federal de Aviación de EE.UU. abre una nueva caja de Pandora”, destaca que los problemas de control de calidad y de ingeniería de Boeing han ocurrido desde hace años.
“La auditoría de la FAA se limita por ahora al Max 9, pero es factible que los hallazgos amplíen el alcance a otros modelos Max que comparten piezas comunes”, indica el informe de Wells Fargo. Las acciones de Boeing cayeron un 8%.