Debilitados por los altos costos de las materias primas y dificultades logísticas, los grupos estadounidenses de bienes de elevado consumo prevén que los próximos meses serán difíciles.
A pesar de un balance financiero globalmente positivo para el sector en el segundo trimestre, las inquietudes son numerosas.
Procter & Gamble (P&G), que comercializa productos de aseo personal, advirtió esta semana de "fuertes vientos en contra" durante la publicación de sus resultados trimestrales, lo que pone en riesgo su crecimiento.
El beneficio por acción al que le apuesta el grupo para su ejercicio fiscal de 2023 (5.93 dólares) se muestra bastante por debajo de las previsiones del mercado (6.12 dólares).
PUEDE VER: Freno económico en EE.UU. afectará las remesas y exportaciones de El Salvador
Algo similar sucede con el especialista de productos de higiene Colgate-Palmolive que también dio parte de sus resultados trimestrales el pasado viernes.
En una llamada telefónica con analistas de Wall Street, el responsable de inversiones del grupo, John Faucher, describió un "ambiente impredecible", admitiendo que es imposible prever la evolución de la inflación en Estados Unidos.
Según el índice de gastos de consumo personal (PCE), publicado el viernes por el Departamento de Comercio y que privilegia la Reserva Federal para medir la inflación, los precios en el país subieron un 6.8% en junio con respecto al mismo mes del año pasado. Y según el índice de precios al consumidor (IPC), del Departamento de Trabajo, los precios aumentaron el 9.1% a ritmo anualizado en el último mes.
Alza de los precios
Las incertidumbres actuales y las que vendrán se reflejan en la oferta de productos de las empresas. P&G también aumentó sus precios en promedio un 8% entre los meses de abril a junio, mientras Colgate lo hizo en un 8.5%.
Otros gigantes de productos de consumo como McDonald's, Coca-Cola e incluso Kimberly-Clark, también subieron sus precios en el último trimestre.
En el mismo periodo, el volumen de ventas de P&G retrocedió el 1%, una baja que el grupo atribuye a una desaceleración de la actividad en China, así como a la menor actividad en Rusia desde el inicio de la invasión a Ucrania.
"Vemos una fuerte contracción en China a lo largo del trimestre de abril a junio", reconoció el director ejecutivo de P&G, Jon Moeller, en una llamada con la prensa.
"Esto se produjo sobretodo por la movilidad reducida de los consumidores. Los confinamientos (en China) tuvieron un efecto considerable sobre nuestra actividad", precisó.
Pero con el alza de precios, la cifra de negocios del grupo subió el 3%. Y su beneficio neto el 5%.
ADEMÁS: Economía de EE.UU. vuelve a contraerse y crece el temor a una recesión
El lunes, la cadena de supermercados Walmart había revisado sus previsiones de beneficios trimestrales y anuales a la baja, anticipando un cambio en los hábitos de compra de sus clientes, obligados a gastar menos por los mayores precios de la gasolina y de la alimentación.
Pero por el momento los dirigentes de las grandes empresas de bienes de consumo se muestran confiados en que la demanda para sus productos se mantenga pese a precios más altos y temores de recesión.
"Tenemos un mercado de trabajo muy sólido. La situación financiera de los consumidores es buena en su conjunto", afirmó Moeller en la cadena CNBC. "Basados en lo que vemos, las cosas son positivas, al menos para una parte de la economía estadounidense", agregó.