El aumento en el uso de aparatos electrónicos, una vida nocturna más activa y una producción industrial pujante están haciendo que el consumo de energía eléctrica aumente cada vez más.
De acuerdo a los datos del Banco Central de Reserva, hasta abril de este año el consumo de energía eléctrica desde 2012 y medido en miles de kilovatios/hora ha crecido un 14.96%.
La gráfica que se incluye muestra una caída en 2020, debido a la cuarentena decretada por el gobierno para contener el alza en los casos de covid-19.
Pero tras recuperar la actividad económica, el consumo energético se reactivó y ha seguido subiendo en los últimos meses.
Según datos de la Unidad de Transacciones (UT), en los primeros cinco meses de este año, la demanda de energía en el mercado mayorista (MME) ha crecido un 11% con respecto al mismo periodo de 2021.
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En lo que va de 2022, la demanda máxima de energía ha sido de 22.977 GWh (Gigavatios/hora) correspondiente al viernes 1 de abril de 2022 y entre el 1 de enero y el 31 de mayo (sin incluir fines de semana) se ha registrado un promedio diario de 20.194 GWh de energía.
La UT detalla que la demanda máxima de potencia, es decir, el minuto en el que se registró la mayor cantidad de consumo de energía ocurrió el 17 de mayo a las 7:00 p.m. (19:00 horas) cuando todos los salvadoreños requirieron 1,066.7 Megavatios (MW) de energía, un dato que sigue sin superar la demanda máxima histórica de 1,093 MW que ocurrió el 25 de mayo de 2016 a las 3:00 p.m. (15:00 horas).
El gerente general de la UT, Luis González, explica que este aumento se debe no solo por el regreso a la normalidad de los sectores productivos, sino además a un mayor uso de aires acondicionados y ventiladores en la población ocasionado por el aumento en la temperatura a nivel nacional en época de verano.
Consumo de energía en relación al crecimiento económico
Sin embargo, el crecimiento en la demanda de energía sigue siendo mínimo debido al poco crecimiento económico del país.
El experto en energía y catedrático de la Universidad de El Salvador, Carlos Martínez, explica que hay una relación directa entre el crecimiento económico y el aumento en la demanda de energía.
“A mayor actividad económica, mayor demanda de energía”, dice.
De acuerdo al Banco Mundial, El Salvador ha experimentado un crecimiento económico modesto en las últimas décadas, con un crecimiento del PIB anual que superó el 3% solo dos veces entre 2000 y 2020.
El resto de años el crecimiento económico se ha mantenido en torno al 2% del PIB y solo tuvo un aumento del 10% en 2021 como producto de un efecto rebote de la economía, tras un año de pandemia.
“La economía salvadoreña casi no crece y eso se refleja en el consumo de energía”, afirma.
Martínez cree que si en los hogares mejorara el ingreso económico, también aumentaría el consumo de energía eléctrica.
Energía a un alto precio
Otro de los factores que frena el consumo es la alta dependencia de productos fósiles como el búnker que se utilizan en el país para generar energía, lo que sigue elevando el costo final para la población.
De acuerdo al último informe de la UT, a mayo 2022 el 37.3% de la energía generada en el país requirió de fuentes térmicas, lo que provocó que el precio de la energía fuera de $132.4 por MW/hora.
Ya sea desconectando todos sus electrodomésticos o buscando otras alternativas de energía más baratas, las familias buscan reducir su demanda para evitar elevados pagos.
Mario Sandoval, un padre de familia que vive en San Salvador, reconoce que con el correr del tiempo su hogar ha necesitado más electrodomésticos. Trabajando desde casa y con dos hijos que demandan equipos de estudio o de diversión, su consumo mensual ha incrementado y con ello también el pago de su factura.
Por esa razón, en febrero pasado decidió instalar paneles solares en su vivienda para amortiguar la mayor cantidad de energía mediante la radiación solar.
“Esperamos que al menos un 50 a 60% del consumo del hogar sea suministrado por la planta de paneles solares”, afirma.
Este 15 de julio la energía eléctrica para el presente trimestre se redujo en menos del 1%, pero en trimestres anteriores esta tarifa había subido hasta en un 8%, un dato más que refleja que muchas familias han reducido su consumo de energía para no pagar una factura elevada.
Además: La inflación interanual en El Salvador llega al 7.76 %, la mayor desde 2010
Energía geotérmica dominó la generación en mayo
El informe de la UT también revela que fue la energía generada a base de búnker la que más dominó en mayo.
Del pastel de generación total, la energía térmica tuvo una participación del 37.35%, mientras que la generación con fuentes renovables como la hídrica fue del 26.64% y la geotérmica de 19.83%.
La generación de energía solar y la eólica aún se mantienen en mínimos con una participación de solo el 6.68% y 0.77 % respectivamente.
La generación de la energía es determinante para el precio final al consumidor, pues si hay más fuentes térmicas el precio se eleva. De ahí que los gobiernos buscan incentivar la generación de energía renovable que abarate los precios para la población.
Esta generación también es importante de cara a la nueva realidad económica que se vive a nivel mundial, tras la invasión de Rusia a Ucrania, lo cual ha elevado el precio del petróleo y modificado los suministros de gas.
El jefe del comité de vigilancia de la Agencia Internacional de la Energía de EE.UU. (EIA, por sus siglas en inglés), dijo en en una entrevista hace unos días: “Ahora tenemos una crisis del petróleo, una crisis del gas y una crisis de la electricidad al mismo tiempo”.
Luego agregó: “Esta crisis energética es mucho mayor que las crisis del petróleo de los años setenta y ochenta. Y probablemente durará más”.
En los últimos días el precio del barril del petróleo ha comenzado a bajar en Estados Unidos, un dato que beneficia a El Salvador por ser importador neto de este producto.
Sin embargo, el detonante de una recesión a nivel mundial puede impactar nuevamente en su precio y afectar al país.