Al menos 200 familias de las comunidades de Flor de Mangle y Condadillo en la jurisdicción de Conchagua en el departamento de La Unión, serán afectadas directamente con la construcción de un aeropuerto en oriente, que el gobierno pretende hacer en la zona.
Los pobladores estiman que la construcción de la obra afectará a por lo menos 1,000 familias de las comunidades que actualmente se dedican a la extracción de moluscos y crustáceos del manglar.
Los habitantes se muestran resentidos con el gobierno de Nayib Bukele, al considerar que además de sus viviendas, también los despojarán de sus actividades económicas, pues, en la zona cultivan granos básicos, poseen un sistema de riego para la producción de hortalizas y también trabajan extrayendo moluscos así como en la crianza de aves y reses.
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Son familias que iniciaron viviendo en un pequeño rancho pero que después de varios años y con mucho esfuerzo económico han logrado construir una vivienda de concreto con todas las condiciones y trabajando la tierra en los diferentes rubros; pero esas condiciones se ven ahora amenazadas por la megaobra que impulsa el gobierno.
De acuerdo con los afectados, serán ubicados en otras zonas, pero lamentan que estas no cuentan con terrenos amplios por lo que les tocará empezar de cero a generar las condiciones de trabajo para tener un ingreso económico.
Santos Eduviges Cruz, un agricultor que tiene sus terrenos en Condadillo, dice que el gobierno les está privando de todas las fuentes de agua que tienen en las parcelas y los sistemas de riego que usan para la producción de hortalizas.
“Nos quitarán toda la entrada al bosque salado donde muchas gentes mantiene a su familia de sacar curiles, punches, almejas y a pescar; por eso siempre les he dicho que El Salvador no necesita de dos aeropuertos, lo que hacen es afectar a miles de personas de toda la zona”, agregó Cruz.
En El Condadillo hay unos 25 sistemas de riego por goteo para la producción de tomate, chile, ayote, pepino y sandía.
Todo ese producto es comercializado en los mercados de La Unión y San Miguel; todas esas parcelas serán destruidas para la construcción de la obra del gobierno.
Flor de Mangle, integrada por al menos 35 familias, está ubicada sobre la carretera El Litoral, en el kilómetro 177. Es una zona a la cual se tiene acceso por la carretera y también vía marítima, por el estero de El Tamarindo.
Elmer Martínez, de la comunidad Flor de Mangle, no da credibilidad al presidente Bukele pues resiente que está defraudando a los campesinos y comunidades de recursos limitados y anteponiendo los intereses económicos con estos proyectos.
“Yo estaba bien contento con este señor presidente porque dijo él en las naciones internacionales que jamás iba a tocar las casas del pobre que con tanto sacrificio las habían construido. Viéndolo bien no está haciendo lo que dijo porque somos una colonia olvidados de todos los gobiernos y ahora nos sale con este golpe duro que a pura presión nos han hecho firmar para quitarnos las parcelas y casas”
Elmer Martínez, habitante de la comunidad Flor de Mangle
Don Elmer tiene más de una década de vivir en la comunidad. Inició en un ranchito de lámina vieja y plásticos, luego de varios años de trabajo de uno de sus hijos que reside en Los Estados Unidos, lograron construir una vivienda de concreto valorada en $30,000.
Pero el Estado la valoró en $31,000 incluyendo la vivienda y el terreno, eso implica que el terreno se lo valoraron en $1,000, algo que considera risible y preocupante, según aseguró el líder comunitario.
Blanca Cruz es otra de las afectadas en el Condadillo. Su familia es propietaria de siete manzanas de terreno, cada una valorada entre los $20 a $25 mil dólares, pero el Estado se las pagarán a $8,000 cada una.
“Nos están obligando a quedarnos sin tierra, a la gente la están obligando a venderle a precios que ellos quieren; nos estamos quedando sin nada para sembrar ni pastorear los animales. Necesitamos los medios para sobrevivir”, agregó Blanca.
Las megaobras del gobierno afectarán a otras comunidades a nivel nacional
Pero no solo son los afectados de Conchagua y La Unión los preocupados por los proyectos del gobierno. Recientemente también hubo un encuentro entre hombres y mujeres representantes de las diferentes comunidades donde el Ejecutivo plantea ejecutar varios proyectos económicos a nivel nacional y que podrían afectar la estabilidad de sus viviendas, terrenos y su producción económica.
Esta fue una reunión de las comunidades amenazadas por los megaproyectos y la zona económica especial Bitcoin City. El objetivo era conocer el proceder por parte de las instituciones del gobierno que han irrespetado el debido proceso, despojando a la población de los derechos a la tierra, el agua y una vivienda digna.
Ángel Flores, coordinador de la Red de Territorio de Vida de El Salvador, manifestó que se han abordado los temas como la construcción del aeropuerto, el nuevo centro penitenciario en Tecoluca, la construcción del periférico Gerardo Barrios en San Miguel y otras obras que ha programado el gobierno, y que para los pobladores tiene implicaciones negativas.
Según Flores, todos estos procesos han implicado la violación a una serie de derechos, partiendo desde que las comunidades no son informadas de las implicaciones que tienen los megaproyectos, se basan en engaños e intimidación y eso ha generado una serie de repercusiones y desplazamiento de las comunidades.