La Reserva Federal estadounidense (Fed, banco central) subió hoy en 0.75 puntos porcentuales su tasa de referencia, ahora situada entre 3.75 y 4.00%, su nivel más alto desde enero de 2008, en busca de combatir la fuerte inflación que enfrenta el país.
Sin embargo, esa regulación también contiene una serie de "consecuencias" que podrían lastrar otras áreas de la economía, como lo es el ritmo en el crecimiento económico, así como a las economías satélites que dependen de la estadounidense.
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En términos muy simples, el subir las tasas de interés significa que el dinero "se vuelve más caro", es decir, que las personas que adquieren créditos dentro del territorio estadounidense deben hacerlo con intereses más altos.
Ese escenario lo que provoca es una desaceleración en la actividad económica, lo que incluye una reducción en el poder adquisitivo de las personas y las consecuencias directas en sus países de origen.
En este punto es necesario señalar que gran parte de los habitantes de Estados Unidos son latinoamericanos, entre los cuales hay más de dos millones de salvadoreños, los cuales envían fuertes sumas de dinero en concepto de remesas familiares al país.
Este sería el primer escenario en el que El Salvador podría verse afectado pues, con una desaceleración en la economía estadounidense y con una reducción en el poder adquisitivo, los salvadoreños en ese país podrían reducir la cantidad de remesas que envían, lo que causaría un impacto negativo pues esos ingresos representan un buen porcentaje dentro del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
Otro punto que no está a favor del país es el tema de la deuda pública, esto debido a que las tasas de referencia, en lo que respecta a los préstamos internacionales, también subirán en un contexto en el que el gobierno salvadoreño necesita financiamientos para funcionar el próximo año.
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Puntualmente, el gobierno afirma que necesita unos $472 millones para cubrir el total del Presupuesto 2022, los cuales debe salir a buscar a los mercados internacionales, y los cuales podrían adquirirse con altos intereses, sumados a los intereses altos que ya enfrenta el país debido a su baja calificación crediticia.
Asimismo, de haber una desaceleración en la economía estadounidense, otro rubro que se vería afectado es el de las exportaciones pues, ante una caída en el poder adquisitivo, los estadounidenses demandarían menos bienes de consumo y se enfocarían más en destinar sus gastos en alimentación y servicios, por lo que El Salvador se sale de esa ecuación.