Por cada galón de gasolina o diésel que compran a diario los salvadoreños para transportarse, el gobierno recibe dinero en concepto de los impuestos que van cargados a dicho producto.
Y mientras más caro está el galón de combustible, más fondos entran a las arcas del Estado, sobre todo por el IVA que le aplican a los carburantes en las gasolineras. De hecho, en las últimas semanas la gasolina especial ha tenido fuertes alzas y casi roza los $5 por galón, según los precios vigentes hasta este 4 de septiembre.
Pero de los cuatro impuestos que el gobierno cobra a los consumidores, hay dos en particular que más ingresos han generado en lo que va del año, incluso en más del 100%.
De enero a julio, el Ministerio de Hacienda ha recibido $28.9 millones del impuesto FEFE (Fondo de Estabilización para el Fomento Económico), mejor conocido como “impuesto de guerra”, el cual se cobra desde 1981.
Este tributo es de $0.16 aplicado a cada galón de gasolina regular y especial.
Si se compara lo recaudado hasta julio de este año con lo que había recibido Hacienda en julio de 2022 ($13.8 millones) la diferencia es de $15.2 millones más, lo que representa el 110% de aumento.
El promedio mensual de ingresos en concepto del FEFE ha sido de poco más de $4 millones, siendo enero el mejor mes en recaudación y marzo el más bajo a la fecha.
Estos ingresos se deben destinar al pago del subsidio al gas propano de uso doméstico.
Otro impuesto del que Hacienda ha recogido más fondos en lo que va del año es el Cotrans (Compensación Económica y Estabilización de las Tarifas del Servicio Público de Transporte Colectivo de Pasajeros), es decir el que va para el subsidio de buseros y microbuseros para que no le suban al pasaje de las unidades de transporte.
Estos son $0.10 cobrados en cada galón de combustible que compran los ciudadanos y que se aplica desde 2007. Aunque el 30 de junio de 2020 venció el decreto que avalaba ese cobro, actualmente los salvadoreños siguen pagando ese impuesto en cada galón de hidrocarburos.
De hecho, en abril de este año, por un error legislativo, el cobro de dicho impuesto había quedado suspendido hasta el pasado 29 de julio, al menos en papel, porque en la práctica se siguió cobrando mes a mes a los consumidores.
Hacienda clasifica esos ingresos como una “contribución especial” que denomina: transporte público. Y según los datos colgados en el Portal de Transparencia Fiscal, hasta el pasado 31 de julio de 2023 había recaudado $32.7 millones.
Al comparar esos ingresos con los que había recogido a julio de 2022 ($15.8 millones), el alza es de $16.9 millones, lo que representa un 107.3% más.
En enero, por ejemplo, recibió $5.1 millones y en los siguientes meses el promedio mensual ha sido de más de $4 millones.
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Impuesto Fovial disminuyó
Otro impuesto que pagan los salvadoreños en cada galón de combustible que usan es el que va dirigido al Fondo de Conservación Vial (Fovial).
Este también está catalogado como una “contribución especial” dentro de los ingresos que recibe el gobierno y es el más alto de todos, pues son $0.20 por cada galón de gasolina.
Al 31 de julio de este año, Hacienda había recaudado $46.4 millones, versus los $63.4 millones que había recopilado hasta julio del año anterior. Es decir, hay una caída de $17 millones, que significa un 26.8% menos en el último año.
Estas cifras indican que los ingresos por el impuesto Fovial son menores a los que tenía planificado el gobierno, pues según lo presupuestado debían ser $61.7 millones en seite meses, pero ha recogido $15.3 millones menos, es decir una baja del 24.8%.
Estos fondos se deben destinar a la reparación y mantenimiento de carreteras en el país y hasta abril de este año el dinero iba a una partida especial que manejaba Hacienda, pero luego de una reforma a la Ley del Fovial, aprobada el 26 de abril de 2023 y que entró en vigencia el 12 de mayo pasado, los ingresos de la Contribución de Conservación Vial ya no ingresan al Fondo General del Estado, sino que el oficialismo dispuso que ese dinero vaya directamente a una cuenta bancaria que el Fovial designe para tal fin.
Esa institución es una dependencia del Ministerio de Obras Públicas y Transporte, el cual es dirigido por Romeo Rodríguez.
Más tributos, un golpe al bolsillo
Además de los impuestos anteriores, los automovilistas también pagan el 13% del IVA (Impuesto al Valor Agregado) por cada galón de combustible.
Este impuesto es porcentual y se aplica a cada galón de hidrocarburo independientemente si es gasolina o diésel. Y por ejemplo, si el precio del combustible fuese de $5 el galón, el IVA que le aplicarían sería de $0.65 por cada galón.
Al sumar este impuesto con los otros tres: FEFE, Contrans y Fovial, el consumidor terminaría pagando $1.11 en tributos por cada galón comprado, lo que representa un golpe a su bolsillo, pero más ingresos para el gobierno.
Aparte de esos tributos, Hacienda también percibe ingresos por la importación de combustibles al país. Este impuesto es del 1% aplicado al precio CIF (Costo+seguro+flete).
Por ejemplo, si el precio CIF de la gasolina en este momento fuese de $5.00 entonces el importador pagaría al Estado $0.05.
Estos fondos le sirven al Estado para operativizar las importaciones de petróleo en el Puerto de Acajutla.
En las estadísticas de Hacienda también se refleja otro ingreso denominado: Ad-valorem sobre combustibles, el cual hasta el 31 de julio de este año reportaba una partida de $500,000.
En resumen, el gobierno ha recibido en siete meses $108.5 millones provenientes de cuatro impuestos específicos a los hidrocarburos, además de los ingresos por IVA en la compra de gasolina y diésel, así como de importación de combustibles, cuyos montos no están especificados en el reporte de ingresos de julio 2023.