El Ministerio de Economía comunicó el lunes nuevos precios en los combustibles que reflejan una disminución respecto a la quincena pasada, pero este ahorro solo será efectivo para el Gobierno pues los precios al consumidor final están fijados desde abril.
De acuerdo a los nuevos precios de referencia, el galón de la gasolina especial sin subsidio en la zona central pasará de $5.59 a $5.04 y en las estaciones de servicio de la zona occidental y oriental su precio por galón será de $5.05 y $5.08 respectivamente. Con esta disminución, el gobierno se ahorra entre $0.54 y $0.56 centavos de subsidio por cada galón.
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En cuanto a la gasolina regular, el galón sin subsidio estatal tenía un costo de entre $5.21 y $5.25 en la quincena anterior, pero ahora el carburante tendrá un precio de $4.85 y $4.89 dependiendo de la zona. Eso también significará un ahorro de $0.36 para las arcas del Estado.
En cuanto al diésel, este también tendrá disminución. Su galón sin subsidio era de entre $5.25 y $5.30, pero ahora tendrá un costo de entre $5.05 y $5.09, con una disminución para el gobierno de aproximadamente $0.20 y $0.21 por galón.
En las estaciones de servicio los consumidores seguirán pagando $4.31 por la gasolina especial ($4.32 en la zona oriental), $4.15 por la regular y $4.14 por el diésel. Desde abril pasado el gobierno fijó estos precios al consumidor como paliativos para la elevada inflación nacional, que a junio fue de 7.75%.
Tres claves para entender por qué todo está tan caro
Según Economía, los factores que han incidido para que el precio de los combustibles disminuya a partir de este martes 9 de agosto son:
- El aumento en la tasas de interés por parte de la Reserva Federal para contener la inflación en Estados Unidos lo que alentó la caída de los precios de los derivados del petróleo.
- El aumento de reservas de petróleo y gasolinas durante el mes de julio, lo que ha permitido bajas en los precios internacionales de los hidrocarburos, según informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE).
- Los continuos confinamientos en China por COVID-19, que han provocado una disminución en la demanda de petróleo y derivados.