La nueva marca de vehículos comerciales de la empresa Dongfeng Automobile Company (DFAC) entrará al mercado salvadoreño en los próximos meses con una inversión inicial de entre $7 y $9 millones.
DFAC es la cuarta fábrica china de vehículos comerciales más grande del mundo que en alianza con la empresa distribuidora de autos Magna Motors, de origen dominicano, llega al mercado centroamericano.
Magna hizo el lanzamiento de DFAC| Dongfeng Centroamérica la semana pasada en Cancún, México, tanto para El Salvador, Guatemala, Costa Rica y Honduras. La marca también se encuentra en países como México, Colombia, Bolivia, Uruguay y Argentina, con lo que sumará más de 87 distribuidores en la región.
Javier Laínez, gerente general de Magna Motors para Centroamérica, explicó a medios salvadoreños que la inversión con la que llegan a El Salvador en septiembre es entre $7 y $9 millones en el primer año de operaciones. La misma cantidad será para cada uno de los mercados centroamericanos e incluye los inventarios de repuestos y productos, así como remodelaciones de las instalaciones donde tendrán las oficinas y la contratación de equipo.
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Pero el objetivo del grupo empresarial en el país y la región es a largo plazo. "El plan estratégico está pensado para los próximos tres años. Es decir, nosotros en tres años tenemos que tener la cobertura nacional completa. Eso es independiente de la creación de puntos para cobertura de servicio, que es también otro tema estratégico que está asociado mucho a la relación B2B que se tiene con las compañías", añadió Laínez.
El ejecutivo enfatizó que están proyectando una inversión que puede superar los $25 millones por país. "Porque nuestro crecimiento es llegar a tener cerca del 8 al 10% de participación de mercado. Es bastante agresivo dentro del segmento; tenemos una expectativa importante de volumen", afirmó.
En el mercado salvadoreño llegan como un "nuevo jugador" que pretende cambiar el juego actual, pues pretenden seducir a los consumidores con precios más competitivos que los de otros competidores y que estarían entre un 15% y 20% por debajo de los precios de vehículos similares.
¿Qué tipo de carros venderán?
El portafolio de productos que ofrecerán son en segmentos como pick-up 4x2 y 4x4, panel de carga, microbuses, camiones, cabezales y buses, así como sus repuestos.
El catálogo incluye camiones de volteo, camiones cabina chasis, camiones con palangana, microbuses de 11, 16 y hasta 24 y 32 pasajeros, paneles de carga de 1 y 2 toneladas y un tractocamión (cabezal) capaz de arrastrar 50 toneladas. Asimismo, una de las innovaciones que piensan introducir al mercado próximamente es un camión 100% eléctrico de 3.5 toneladas, con un rango de operación de 355 km y una potencia de 65 KW, consumiendo 98.05 kWh.
Los vehículos que venderán, aunque son fabricados por la empresa china, tendrán motores Cummins, Isuzu, Mitsubishi y Nissan, ya que Dongfeng desarrolla productos para dichas marcas.
En El Salvador se enfocarán en comercializar vehículos que consideran tienen más demanda, los cuales van desde 1 tonelada hasta 10 y 14 toneladas, pues son vehículos de carga tradicional que se mueven mucho en el sector urbano y que mueven mercaderías en el interior del país, explicó Laínez.
En ese sentido, mencionó que el vehículo de 2.5 toneladas, que es el 60% del volumen en El Salvador en el segmento de los carros comerciales, cuyo precio promedio de la competencia anda cerca de $21,000 y $22,000, lo estarían vendiendo a un 20% por debajo de ese precio, es decir que costaría unos $17,600.
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Hugo Iraheta, gerente de DFAC en El Salvador, enfatizó que tienen muy identificado qué es lo que el usuario salvadoreño usa en mayor medida y por ello el enfoque de la nueva marca es entrar a competir con los modelos de mayor movimiento en El Salvador y con garantías de 3 años o 200,000 kilómetros, lo que suceda primero.
"Esto demuestra la confianza que tenemos en el producto y cómo transmitimos también esta confianza al consumidor final, porque tener la seguridad de que nuestro vehículo está cubierto por cualquier desperfecto de fábrica durante este periodo, da esa tranquilidad", afirmó.
Laínez destacó que una de las estrategias para entrar al mercado salvadoreño es aliarse con gremiales como por ejemplo la Asociación Salvadoreña de Distribuidores de Vehículos (ASALVE), así como con la banca local.
"Es una forma de entrar porque obviamente vamos a ser un nuevo participante del mercado y para nosotros es muy relevante iniciar con esta punta de lanza que es DFAC, porque busca una solución de movilidad para el segmento productivo", comentó el gerente para Centroamérica.
También mencionó que están buscando asociaciones con empresas que están acostumbradas a manejar cabezales, entes de transporte que tercerizan para grandes industrias y poder ser una opción en ese segmento.
Laínez considera que en El Salvador existe la peculiaridad de que ha tenido muy poca incursión de nuevas marcas y por ello ven potencial en la aceptación que puedan tener los vehículos chinos de DFAC.
"Creemos que con la marca y nosotros como distribuidores vamos a ser un generador de cambio dentro del mercado y dentro del segmento. El mercado comercial es cerca del 30% del total de la industria, del volumen de la industria. Eso hace que realmente tenga un peso enorme y hoy día está concentrado en productos muy tradicionales", expresó el ejecutivo regional.
Magna El Salvador operará como importador y distribuidor directo, gestionando todo el proceso desde la fábrica hasta el cliente final, es decir la venta de autos, de servicios y de repuestos, indicaron.
En los próximos tres años planean tener tres sucursales para cubrir las cabeceras principales, es decir una que atienda San Salvador (estaría en Antiguo Cuscatlán), una en San Miguel y en Santa Ana.
También venderán buses chinos
El gerente de DFAC en El Salvador detalló que en el caso de los buses que fabrica la empresa china Dongfeng, el plan es introducir busetas pero también buses de ruta grandes para más de 60 pasajeros, pero eso dependerá del interés de los clientes.
Iraheta agregó que el transporte público lo considera fundamental y ven que en este momento hay "una buena relación con el país de origen de nuestro producto y es ideal para nosotros, no sólo por el tema arancelario, porque en algún momento pueden haber beneficios de ese tipo, sino que también el mercado empieza a conocer ese tipo de productos y se empieza a quitar ciertos estigmas que puede tener sobre el producto".
Ante ello, Iraheta indicó que ven una oportunidad grande para la marca china y afirma que cumple las necesidades para el país.