Pese a que, en términos generales, el invierno ha sido bueno para el sector agrícola, tal como lo apunta al presidente de la Cámara Salvadoreña de pequeños y medianos productores Agropecuarios (CAMPO), Luis Treminio, los productores aún enfrentan el alto precio de los insumos agrícolas, algo que disminuirá significativamente la producción de granos en el país.
En este sentido, Treminio señaló que la proyección de maíz que se cosechará para el 2023 ronda los 15 millones de quintales, una cifra que se queda corta con respecto a la cantidad necesaria para abastecer el consumo nacional, la cual asciende a 18.8 millones.
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Esa disminución es, precisamente, debido al aumento de los costos de producción, algo que ha sido provocado por distintas crisis a nivel internacional, como la relacionada con la cadena de distribución de mercancías y la más reciente guerra en Ucrania tras la invasión rusa.
En junio de este año, la Asamblea Legislativa aprobó que el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA) pudiera adquirir este tipo de insumos, y con exoneración del IVA, para que los vendiera a precio más accesible a los productores, sin embargo, Treminio señala que "el CENTA todavía no ha comprado los insumos que aprobó la Asamblea".
Lo anterior a pesar de que en el decreto aprobado por la mayoría de los diputados se establecía que existía urgencia y excepcionalidad, motivo por el que incluso se estipuló que esas compras obviaran los procesos de la Ley de Adquisiciones y Contrataciones de la Administración Pública (LACAP).
En las redes sociales del CENTA, a la fecha, no hay información que indique qué ha pasado con esos insumos y por qué no se han logrado comprar, algo que preocupa al sector pues este mes es crucial para asegurar la cosecha para el próximo año.
Agosto es importante debido a que es el mes en el que se da la siembra postrera, es decir, el último período de cultivo en el año, y sin esos insumos que prometió el gobierno, los productores no podrán sembrar una cantidad suficiente que abastezca al mercado del próximo año.
"El maíz faltante (3 millones de quintales) tendría que importarse, pero si el CENTA trajera los insumos este mes, todavía estamos a tiempo de cubrir esa producción", aseguró el representante del sector agrícola.
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El sector ha apuntado desde hace varios meses que el encarecimiento de los insumos agrícolas, tales como fertilizantes y pesticidas, ha aumentado de manera significativa desde el año pasado, por lo que tan advertido que existe el riesgo de que se de una crisis alimentaria en 2023, debido a que no habrá suficientes granos en el mercado salvadoreño.
Por ello, Treminio también agregó que es importante que las autoridades agrícolas validen productos como los fertilizantes orgánicos, los cuales son más baratos y podrían producirse a nivel local.