Canadá anunció ayer que prohibirá la instalación de redes 5G de los gigantes chinos de las telecomunicaciones Huawei y ZTE debido a preocupaciones de seguridad nacional.
La movida largamente esperada se produce tras una decisión similar por parte de Estados Unidos y de otros aliados clave, y en momentos de tensión entre Ottawa y Pekín tras el arresto en 2018 en Vancouver de la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou.
Estados Unidos advirtió sobre las implicaciones de seguridad de dar acceso al gigante tecnológico chino a infraestructura clave de telecomunicaciones que podría usarse para espionaje.
Tanto Huawei como Pekín rechazaron esas alegaciones y el gobierno chino advirtió además de repercusiones para los países que impongan restricciones al proveedor de servicios de telecomunicaciones.
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El ministro de Industria de Canadá, Francois-Philippe Champagne, y el de Seguridad Pública, Marco Mendicino, hicieron el anuncio en conferencia de prensa.
"Hoy anunciamos nuestra intención de prohibir la inclusión de productos y servicios de Huawei y ZTE en los sistemas de telecomunicaciones de Canadá", dijo Champagne.
"Las empresas de telecomunicaciones en Canadá no podrán incluir en sus redes productos o servicios que pongan en riesgo nuestra seguridad nacional", agregó.
"Aquellos proveedores que ya tengan instalado este equipo estarán obligados a dejar de usarlo y retirarlo", aseveró.
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Canadá analizó el asunto durante varios años, retrasando repetidamente una decisión que se esperaba por primera vez en 2019.
El gobierno de Ottawa mantuvo silencio sobre el tema después de que China encarcelara a dos canadienses, el diplomático Michael Kovrig y el empresario Michael Spavor, en lo que observadores consideraron una represalia por el arresto de la ejecutiva Meng Wangzhou en diciembre de 2018, a pedido de Estados Unidos.
Los tres fueron liberados en septiembre de 2021 después de que Meng llegara a un acuerdo con los fiscales estadounidenses sobre los cargos de fraude, poniendo fin a su lucha por la extradición.