La Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal) entregó la edición 2023 de su Palma de Oro a los salvadoreños en el exterior. Según la entidad, es por su “resiliencia y contribución invaluable al desarrollo económico de El Salvador, y por su incansable espíritu de trabajo, que ha sido un apoyo importante para el progreso de la nación”.
La Palma de Oro es uno de los galardones empresariales más prestigiosos de nuestro país, con una historia que este 2023 llega a los 44 años. Y es entregada por una de las gremiales más representativas.
El premio se otorga a empresas, instituciones, personas naturales y sectores que destacan por sus significativos aportes al desarrollo económico, social y cultural de El Salvador. Esta es la primera vez que el premio se entrega a un sector tan grande y diverso.
“Son los que se han adaptado, han abrazado y han aprendido nuevas culturas y formas de hacer las cosas sin abandonar los principios y la cultura que los vio nacer. Son los que continúan creyendo y apostando por El Salvador, y lo demuestran con su apoyo a constantes inversiones en el país, aún en los momentos más difíciles”, comentó el presidente de Camarasal, Jorge Hasbún, en el discurso con el que presentó esta nueva edición del premio.
En 2023, la importancia de este galardón radica en el valioso aporte al país que hacen los salvadoreños por el mundo. Para 2020, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), este grupo ya sumaba más de un millón y medio de personas, lo que supone un 25.41% de la población total del país.
Desde sus nuevos hogares, los compatriotas apoyan económicamente a sus familias, dando un impulso a la economía nacional que, según muestran las cifras del Banco Central de Reserva (BCR), registran remesas acumuladas a septiembre de 2023 por un valor de $5,744.83 millones, con un incremento del 5.4% respecto al año anterior.
La participación en la economía nacional de los salvadoreños en el mundo es tan importante que las remesas enviadas por estos a nuestro país fueron muy superiores, al menos en el trienio de 2020 a 2022, a las divisas que ingresaron por las exportaciones.
En 2022, por ejemplo, el país generó ingresos por $7,115.1 millones en exportaciones, pero en ese mismo periodo recibió $7,818.5 millones en remesas, es decir, $703.4 millones más, que fueron enviados por salvadoreños en el exterior.
“Su historia es nuestra historia, su lucha es nuestra lucha, y su éxito es un testimonio del espíritu inquebrantable que todo salvadoreño lleva dentro”, dijo Jorge Hasbún, presidente de Camarasal.
A abrir nuevos horizontes
En el marco de su discurso, Hasbún anunció que la gremial acaba de establecer alianzas con dos entidades que aglutinan a empresarios salvadoreños en el exterior, la Cámara de Comercio Salvadoreña Americana de Washington y la Cámara de Comercio Salvadoreña en Quebec.
Según Hasbún, el objetivo de estos nuevos convenios es consolidar todas aquellas “acciones y estrategias que promuevan el desarrollo de los salvadoreños que radican en Estados Unidos y en Canadá, aprovechando todas las bondades” de las cámaras firmantes.
La Cámara de Comercio Salvadoreña Americana de Washington, por ejemplo, cumplió este octubre 22 años de existencia. Lo celebró en una gala en la que entregó sus propios galardones.
Entre los premiados en el evento figuraron Melissa Alvarado Mariotti como empresaria del año; Carlos Castro, por su servicio comunitario; la concejal Sonia Vásquez Luna, por su servicio público y Josué Martínez por excelencia en cultura. Los salvadoreños en el área de Washington son una potencia y representan un porcentaje importante de los migrantes en la zona.
“Este es nuestro momento para brillar y hacer una diferencia para nuestras generaciones futuras. Juntos podemos alcanzar metas, construir comunidades prósperas y hacer un impacto duradero”, dijo el presidente de la Cámara en Washington, el empresario Juan Umanzor, en declaraciones para El Tiempo Latino.
La Cámara de Comercio Salvadoreña de Quebec, por su parte, nació hace 11 años. Fue una iniciativa de 31 miembros, entre los que había empresarios, trabajadores autónomos y profesionales. El convenio con su contraparte en nuestro país fue una aspiración largamente acariciada. En la sexta gala de entrega de premios de la entidad, realizada en 2018, su presidente, Carlos Osorio, expresó que esperaba que un convenio de este tipo permitiera que la institución que dirige se convirtiera en “el puente, en el enlace, entre Quebec-El Salvador y El Salvador-Canadá”.
Entre estos esfuerzos por convertirse en puente han estado iniciativas como Corpo Prestige, una agencia de viajes surgida al interior de la Cámara. El objetivo: convertirse en representantes de la destinación turística de El Salvador en la provincia de Quebec.
Un premio con historia
La Palma de Oro, cuyo nombre recuerda a uno de los premios cinematográficos más importantes del mundo, fue instituida en 1972. Según Camarasal, es un reconocimiento “al gran aporte que la libre iniciativa hace a la sociedad salvadoreña en las ramas del trabajo científico, la tecnología, el arte, la cultura, la economía y las nobles causas humanitarias”.
El premio, todos los años, está a cargo de una comisión especial nombrada por la
Junta Directiva de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador, formada por directores y empresarios. Evalúan los perfiles de varios candidatos propuestos.
En esta ocasión, se premia como grupo a los salvadoreños en el exterior. En años anteriores, ha reconocido a entidades importantes para el desarrollo empresarial en El Salvador. En 2019, por ejemplo, fue para Insaforp, una institución crucial para la formación de miles de salvadoreños, que fue disuelta ayer por la Asamblea Legislativa.
“Su excelente labor también ha elevado la competitividad de miles de empresas salvadoreñas, que hoy cuentan con un talento humano más profesional, más productivo y mejor cualificado. Como salvadoreños debemos sentirnos satisfechos y orgullosos de contar con una institución que le ha aportado tanto a nuestra sociedad, y que además ha desarrollado su labor con esmero, transparencia y calidad”, expresó el presidente de la Camarasal en la época, Javier Steiner.
En 2022, la Palma de Oro fue para la empresa tecnológica Applaudo, fundada en 2013. Tras casi una década de trabajo, la empresa cuenta con más de 900 colaboradores en 24 países en el mundo y ha completado más de 200 proyectos. Uno de sus fundadores, Darwin Romero, falleció en abril de este año en un accidente de tránsito.
El empresario fue homenajeado en la gala y se guardó un minuto de silencio en su memoria. Fue calificado por el presidente de Camarasal, Jorge Hasbún, como un “salvadoreño solidario y comprometido con el desarrollo de su gente”.