Los inversionistas que tienen en sus manos los papeles de deuda del gobierno de El Salvador y que esperan su pago en enero del próximo año y en 2025, tienen hasta este 20 de septiembre para decidir si los revenden al gobierno a un precio más bajo que el nominal.
El 12 de septiembre el presidente Nayib Bukele lanzó una convocatoria para que los inversionistas le vendan los bonos 2023 y 2025 y como una estrategia para no caer en impago.
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Pero desde que está vigente la recompra, hay desinterés entre los inversionistas, sobre todo en los que tienen bonos 2023 pues según fuentes bursátiles, hasta ayer ninguno había mostrado intención de venderlos. El gobierno solo ofrece pagar $910 por cada $1,000.
Este bono de $800 millones vence, además, en enero del próximo año, es decir, que solo faltan 4 meses para que los inversionistas obtengan su retorno completo.
El interés de venta solo ha estado entre quienes tienen bonos 2025.
“Hay más incentivos para vender el 2025 aún cuando está a la mitad de su precio. Sin embargo el gobierno solo les ha puesto en la mesa 360 millones para la compra anticipada, es decir que aunque todos les quisieran vender el gobierno no lo podría hacer por ahora”, dijo el economista senior del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), Ricardo Castaneda.
Y el anuncio de reelección de Bukele, a pesar de que va contra la Constitución, también ha generado más desconfianza.
“Después del anuncio de reelección del Presidente Bukele los mercados responden con una baja de precios de los bonos, porque constituye mayor incertidumbre de pago de los bonos, en particular porque el gobierno de El Salvador no ha logrado presentar de forma creíble las fuentes de pago de todas las necesidades de fondos de corto plazo (cierre 2022 y el ejercicio 2023)”, aseguró el economista Rafael Lemus.
Gobierno ofrece solo $360 millones para comprar bonos que suman $1,600 millones
Ayer el precio de los bonos en cuestión( 2023 y 2025) seguía bajando, y sobre todo el de 2025, que cayó hasta $48, lo que para los economistas.
La desconfianza también ha aumentado a raíz de la baja calificación que Fitch Ratings dio la semana pasada así como la advertencia de Standard & Poor’s, que dijo que también podía rebajar su nota en los próximos meses.
Además, admitir que solo tienen $360 millones disponibles para comprar bonos cuyo precio nominal es de $1,600 millones no ha animado a ningún inversionista.
Según Lemus, si los inversionistas le venden los bonos 2025, el gobierno podría ahorrar $306 millones de deuda.
Sin embargo, tendrá que cumplir con el pago de los $800 millones del bono 2023 que vence en enero del próximo año y para lo cual se desconoce cuál sería la fuente de financiamiento.
Según la agencia inglesa EMFI, la compra de los bonos no elimina el riesgo de impago del gobierno. Esta misma advertencia la hizo la agencia Standard & Poor’s’ la semana pasada, al darle una perspectiva negativa a la calificación del país.