El presidente Nayib Bukele anunció este jueves que su Gobierno transfirió a una "billetera fría", como se conoce a dispositivos físicos para almacenar criptomonedas sin conexión a internet, "gran parte" del criptoactivo acumulado por el país.
"Hemos decidido transferir una gran parte de nuestro bitcóin a una billetera fría y almacenar esa billetera fría en una bóveda física dentro de nuestro territorio nacional", publicó Bukele en X en un mensaje en inglés.
Lo acompañó, sin entrar en detalles, con una imagen con la supuesta transferencia y la dirección en la cadena de bloques, 'blockchain' en inglés, de la billetera.
De acuerdo con la imagen, la billetera física almacenaría 5,689 bitcoines, los cuales al valor actual de la criptomoneda tendrían con un costo de $406.607.655.
Una revisión en la cadena de bloques de Bitcoin, en el explorador del portal'blockchain.com', indica que a esa dirección se habrían realizó 6 transferencias entre el 12 y 14 de marzo, mismo resultado arroja el sitio 'btc.com'.
Antes de este anuncio, y por publicaciones del mismo Bukele, se conocía que El Salvador acumulaba 2,848 criptomonedas de Bitcoin que tenían un valor de compra de más de $121 millones.
En las últimas semanas el Bitcoin ha tenido un alza histórica y ha superado precios récord. Este martes, por ejemplo, llegó los $72,900, con lo que alcanzó un nuevo máximo, aunque poco después se ha vuelto a desinflar hasta alrededor de los $71,600 (precio de este jueves en la noche).
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El Salvador se convirtió en septiembre de 2021 en el primer país del mundo en adoptar el bitcóin como moneda de curso legal, junto al dólar estadounidense. Sin embargo, el 88 % de la población no utilizó este criptoactivo en 2023, según una encuesta reciente.
Para 2022 se esperaba que el Gobierno salvadoreño colocara bonos de Bitcoin, conocidos como Bonos Volcán, por 1,000 millones de dólares para financiar la construcción de Bitcoin City en el oriente del país, pero no se realizó dicho movimiento financiero ni la construcción del proyecto.
La información sobre las supuestas compras y los más de $200 millones invertidos en la iniciativa se ha puesto bajo secreto por parte de las instituciones gubernamentales y se conoce únicamente lo que Bukele publica en la red social X.
Una investigación periodística liderada por el Proyecto de Reporteo del Crimen Organizado y la Corrupción (OCCRP, por sus siglas en inglés) descubrió que un préstamo de $600 millones del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) de julio de 2021, que serviría para ayudar a las pequeñas empresas a sobrevivir a la pandemia, se desvió en la fallida implementación del Bitcoin como moneda de curso legal en El Salvador.
Originalmente, ese dinero se entregaría a bancos locales para que los prestaran a micro, pequeñas y medianas empresas, las más afectadas por el parón de la economía provocado por la pandemia de Covid-19. Pero sólo una fracción del préstamo, unos $20 millones, acabó utilizándose de esa manera.
A eso se agrega una reciente reforma al Código Tributario que aprobó la Asamblea oficialista para quitar controles a los bitcoiners mediante la eliminación de un protocolo clave contra el lavado de dinero: la aplicación de un proceso conocido como Know Your Client (KYC) o Conoce a tu Cliente, en español.
Este obliga a las entidades financieras a recabar información relacionada con sus clientes, a fin de poder identificar el origen de los fondos que se transfieren. También, para poder detectar cuando una persona o empresa están haciendo operaciones inusuales, que no están acordes a su perfil.
Según lo aprobado, solo se podrá solicitar a los clientes su Documento Único de Identidad (DUI) para transacciones financieras, incluyendo criptomonedas, para montos de $25,000 en adelante. Esto, en la práctica, se traduce como que las empresas cripto locales no podrán verificar la identidad de su cliente para montos menores que antes era un tope de $200.