Una reciente investigación periodística reveló cómo el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) posee controles débiles sobre los préstamos que hace a los gobiernos del istmo y que posteriormente son desviados esos recursos a otros proyectos.
Se plantean los casos de Daniel Ortega en Nicaragua, Nayib Bukele en El Salvador y Juan Orlando Hernández en Honduras.
Según sostiene la pieza que abre la investigación, al menos dos exempleados del BCIE, así como personas que han trabajado con el banco, dijeron que éste tiene controles más débiles sobre sus préstamos que otros bancos de desarrollo.
Para el guatemalteco Manfredo Marroquín, fundador de Acción Ciudadana (capítulo guatemalteco de Transparencia Internacional), el BCIE se ha convertido en un instrumento para financiar gobiernos, pues son estos los que votan para “aprobarse a sí mismos los fondos”.
Gobierno desvió $200 millones de un préstamo del BCIE para proyecto Bitcoin, según investigación
“El BCIE está deliberadamente rezagado respecto a la modernización de sus controles para evitar que el dinero sea mal utilizado. No está al nivel de otros organismos, ni siquiera los regionales, como el BID”, comentó Marroquín.
Para el activista guatemalteco, si el BCIE no deja atrás esta tradición corrupta, no cumplirá con la misión para la que fue creado, que es el desarrollo de la región: “Con esos niveles de opacidad y de discrecionalidad en el uso de los fondos, nunca lo va a lograr”.
La investigación periodística da cuenta que un préstamo de $600 millones del BCIE de julio de 2021, que serviría para ayudar a las pequeñas empresas a sobrevivir a la pandemia, se malgastó en la fallida implementación del Bitcoin como moneda de curso legal en El Salvador.
Originalmente, ese dinero se entregaría a bancos locales para que los prestaran a micro, pequeñas y medianas empresas, las más afectadas por el parón de la economía provocado por la pandemia de Covid-19. Pero sólo una fracción del préstamo, unos $20 millones, acabó utilizándose de esa manera.