Tras dos años de haber suspendido sus reuniones presenciales, la Alianza para la Inclusión Financiera (AFI) reanudará este lunes la 25.ª reunión del Grupo de Trabajo de Servicios Financieros Digitales y la 18.ª Reunión del Grupo de Trabajo de Financiamiento para PYMES en la que El Salvador será el anfitrión.
Serán 32 representantes de Banco Centrales y 12 autoridades financieras que representan 44 países a nivel mundial las que se reunirán en San Salvador para discutir las estrategias de inclusión financiera, digitalización y acceso a financiamiento para las pequeñas empresas.
El presidente Nayib Bukele también aseguró, a través de su cuenta de Twitter, que en la reunión se discutirá el despliegue del Bitcoin y sus beneficios, aunque esta temática no estaba incluida inicialmente en la reunión, que no se realizaba de manera presencial desde hace dos años.
De acuerdo con Wilson Sandoval, coordinador de ALAC El Salvador-FUNDE, "los bancos no están acá porque les interesa lo que acá pasa, solo es el turno del país de recibirlos según el calendario del AFI".
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Algunos de los países participantes son el Banco Nacional de Angola, Banco de Ghana, Namibia, Uganda, República de Guinea, Madagascar, Burundi y Haití.
También estarán presentes representantes del Banco Central de Egipto, de Nigeria y del Congo así como de la Superintendencia de Bancos de República Dominicana.
Algunos de los temas abordados durante el inicio de la reunión están relacionados a la ciberseguridad, su implementación y quién se está haciendo cargo de estos protocolos para garantizar el buen manejo de los datos en casos de fraudes.
El Salvador vive actualmente uno de los peores momentos económicos de su historia pues debido a haber implementado el Bitcoin como moneda de curso legal desde septiembre de 2021, agencias internacionales de riesgo han degradado la confianza de pago de deudas de El Salvador.
Moody's rebajó al país a la categoría Caa3 que significa "alto riesgo de impago", debido a que el gobierno tiene que cancelar en enero de 2023 una deuda de $800 millones en bonos, pero su nivel de endeudamiento es cada vez más elevado y sus fuentes de financiamiento se han cerrado justamente por medidas como el Bitcoin, considerado un activo especulativo.