El Banco Mundial rebajó este martes drásticamente sus previsiones de crecimiento global para este año debido a la guerra en Ucrania y advirtió de los riesgos de un "período prolongado de bajo crecimiento y alta inflación", especialmente para los países de bajos ingresos.
La institución con sede en Washington prevé ahora un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) mundial del 2.9 %, frente al 4.1% pronosticado en enero.
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"Se espera que la economía mundial experimente su mayor desaceleración luego de una recuperación inicial de la recesión global en más de 80 años", dijo el banco en su informe sobre las perspectivas económicas mundiales.
"El resultado es un riesgo creciente de estanflación", agregó, en alusión a la combinación de alta inflación y estancamiento económico.
Esta desaceleración se produce después de un repunte sostenido en 2021 (+5.7%) tras la profunda recesión provocada por la pandemia de covid-19.
"Además de los daños causados por la pandemia de covid-19, la invasión rusa de Ucrania ha acentuado la ralentización de la economía mundial", resume el Banco en una nota de prensa.
Y el riesgo "creciente" de estanflación tendría "consecuencias nocivas" tanto para los países de ingresos bajos como para los de ingresos medios.
Los economistas del Banco Mundial esperan que este ritmo de crecimiento continúe hasta 2023-2024, con la guerra en Ucrania afectando gravemente la actividad, la inversión y el comercio a corto plazo.
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Esto se suma al debilitamiento de la demanda y al levantamiento gradual de las medidas de ayuda de los gobiernos.
"Debido al daño combinado de la pandemia y la guerra, el nivel de renta per cápita en los países en desarrollo será este año casi un 5% inferior a la tendencia que se había proyectado antes del covid-19", señala también la institución en un comunicado.