La revista Focos y Redacción Regional revelaron que el Banco Hipotecario entregó al menos $4.9 millones en préstamos a 27 funcionarios (entre ellos, 12 diputados de Nuevas Ideas) y tres primos del presidente en licencia, Nayib Bukele, en condiciones favorables en las que, incluso, las hipotecas doblaban el precio real de las propiedades.
Los préstamos van mucho más allá de la capacidad de pago de algunos de ellos, tomando en cuenta los sueldos que reciben como diputados.
“Entre los beneficiarios de los créditos están el presidente y la vicepresidenta de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro y Suecy Calleja, ministros del gabinete de Gobierno, secretarios de la Presidencia y otros diez diputados de Nuevas Ideas que también buscan la reelección este 4 de febrero. La propia presidenta de la junta directiva del BH durante el periodo en el que se concedieron los créditos, Celina María Padilla de O’Byrne, también fue una de las prestatarias”, dice el artículo. La mitad de los préstamos fueron entregados en pandemia, un periodo en el que la economía del país vivió un momento difícil. Varios de estos fueron para propiedades de lujo, como mansiones o casas en la playa.
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Uno de los autores es el periodista Daniel Valencia. Explica que la investigación inició hace tiempo, cuando una fuente los alertó sobre este extraño comportamiento dentro del banco. Entonces, hicieron un primer barrido, del que obtuvieron apenas 10 casos. Luego, iniciaron un proceso de rigor metodológico, en el que comenzaron a sistematizar la información relacionada con todos los funcionarios del Ejecutivo, de la Asamblea Legislativa y de otras instituciones que terminan su periodo a mediados de este año. En este segundo proceso, encontraron muchas más veces el nombre del Banco Hipotecario.
“Vimos que no se trataba de algo puntual, sino de una cuestión sistemática, en que un banco cuya máxima autoridad es designada por el presidente de la República que entrega onerosos préstamos a las personas que conforman esa tríada de partido oficial, Estado y grupo de poder”, comenta Valencia.
Que casi $5 millones hayan fluido hacia personas que son catalogadas como “políticamente expuestas” y que, por tanto, son sujeto de mayores controles, habla muy mal de todas aquellas instituciones encargadas de dicha contraloría.
Uno de los casos más interesantes presentados por la investigación es el de dos inmuebles adquiridos en noviembre de 2019 por la secretaria de Comunicaciones de la Presidencia, Sofía Verónica Medina Pérez, y uno de los primos del presidente, Francisco David Zablah Bukele. Ambos costaron $260,000 y ellos recibieron una hipoteca de $258,000, pagadera a 30 años. Sin embargo, lograron cancelar la deuda en tiempo récord, en menos de año y medio. Tres meses después, el banco les volvió a conceder otros dos créditos, que pagaron cinco meses más tarde a través de un préstamo brindado por un banco privado.
Para un experto antilavado (que pidió resguardar su identidad), que un crédito a tan largo plazo se cancele con tanta rapidez es una señal de alerta, que el oficial de cumplimiento (en este caso, el del Banco Hipotecario), no puede dejar pasar. Entonces, debe solicitar a los clientes toda la documentación que justifique el origen de ese dinero, para descartar que provenga de alguna actividad ilícita.
“Pueden haber muchas explicaciones… la entidad bancaria debe hacer su proceso de debida diligencia. Si no recibe estos justificantes, su deber es elaborar un Reporte de Operaciones Sospechosas (ROS) que va directo a la Unidad de Investigación Financiera (UIF) de la Fiscalía General de la República”, dice.
Algunos de los casos revelados
Extrañas prioridades del estado
La mitad de los préstamos fueron entregados en pandemia, un periodo en el que la economía del país vivió un momento difícil. Varios de estos fueron para propiedades de lujo, como mansiones o casas en la playa.
Uno de los más onerosos
Dania González y Ricardo Andrés Hasbún Bukele (primo del mandatario candidato) fueron beneficiados con un préstamo de casi medio millón de dólares para adquirir una vivienda de lujo en la residencial Altema Uno, en Nuevo Cuscatlán.
Las propiedades Sobrevaloradas
Otro grupo de erogaciones tenían importantes superávit (un exceso respecto al valor de la propiedad), como la facilitada a la diputada Suecy Callejas, que recibió $210,000 por una propiedad valuada en menos de $100,000.
Nota: En una primera versión, se escribió que los favorecidos con créditos hipotecarios ventajosos eran 22 funcionarios, cuando lo correcto era 27. Se corrigió el 2 de febrero de 2024.