Ahora no hay excusa para emprender y hacerlo en grande con una mirada más global, dice Lorenzo de Leo, un experto en crear compañías tecnológicas que fue invitado a impartir un programa de educación a emprendedores salvadoreños.
De Leo es socio director en la empresa Rokk3r, dedicada a la creación de Startups desde hace 12 años, tiempo en el que han lanzado más de 50 compañías de tecnología, según afirma el especialista.
Esa experiencia, herramientas y conexiones hicieron que fuera invitado a colaborar en el programa Espaciotec de Banco Davivienda por segundo año consecutivo, con el objetivo de ayudar al ecosistema de emprendedores en el país.
Este año, una de las novedades que implementaron fue dar acceso a una plataforma digital (www.10xu.com) que se enfoca en educación para emprendedores en América Latina y en las jornadas impartieron clases en vivo para orientarlos en sus proyectos de negocio. El programa se lanzó en septiembre y este 11 de noviembre fue la clausura donde reconocieron los mejores emprendimientos en el evento “Diatec”.
El experto explicó que Espaciotec complementó las sesiones con otros expertos locales que hablaron de casos de éxito en el país y otros aspectos que deben tomar en cuenta.
Agregó que les dieron mentorías especializadas a las 10 compañías finalistas del certamen, los cuales fueron expuestos en el “Diatec”. Fueron 5 en la categoría de ideas y 5 en la categoría de Startups. Destacó que fueron más de 200 emprendedores los que participaron en el programa, el cual les abre las puertas a tener un contacto directo con inversionistas para sus negocios.
En el marco de su participación en Espaciotec, el especialista concedió una entrevista con El Diario de Hoy en el que da un panorama de cómo ve a los emprendedores salvadoreños, qué hace falta por mejorar y qué deberían tomar en cuenta para dar el salto en el mundo tecnológico actual. Estas fueron sus consideraciones:
¿Cómo está El Salvador en cuanto a emprendimientos tecnológicos, cómo ve el desarrollo que hay en relación a otros países en los que usted ha trabajado?
El Salvador está en un punto muy bueno porque por un lado vemos que hay muchos modelos de negocios que todavía no han llegado, por otro lado, vemos que hay emprendedores que tienen la idea, la capacidad y las ganas de implementar esos modelos de negocio. Entonces como que el hecho de no haber estado en la primera fila de la innovación ahora les da un chance de ver qué es lo que funciona y lo que no.
Y además en este momento siento que tienen el potencial de materializar esas ideas. De los 10 finalistas han traído ideas de negocio que he visto en EE.UU. desde hace varios años.
Para las compañías americanas el mercado de El Salvador y de C.A. en general era demasiado difícil desde la perspectiva de ejecución; no es fácil que una compañía gringa llegue y replique un modelo en un ecosistema completamente diferente donde el cliente, la mentalidad y la infraestructura son diferentes.
Esas barreras han limitado el crecimiento de emprendimientos tecnológicos en muchos aspectos ahora gracias a que hay talento les da a estos emprendedores la oportunidad de ver lo que ha funcionado, tropicalizar esas ideas y lanzarlas a escala en el país y la región.
Este es un momento ideal para emprender en El Salvador porque tienen una infraestructura que les da apoyo a los emprendedores y por otro lado tienen la oportunidad de ver lo que funcionó y lo que no funcionó en otros mercados.
Hay mucha información que se puede usar y está el ecosistema y el talento.
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¿Cuáles son las áreas de oportunidad que ve en los emprendedores salvadoreños?
He notado que el emprendedor salvadoreño todavía no está consciente de todo lo que hay; le falta desarrollar una mentalidad más global porque a la hora de hacer el análisis de competidores ellos miran si en el país existen competidores pero no apalancan toda esa data que vemos de competidores que ya existen en otros mercados o de repente de compañías que no están haciendo exactamente lo mismo de las que se puede aprender porque tienen otro enfoque pero el mismo modelo de negocio.
Siento que comparados con EE.UU, México o Brasil que son ecosistemas de emprendimientos más evolucionados, allí hay gente que tiene una visión mucho más global, más pendiente de lo que sucede en el mundo con la idea de aprender lo bueno y desechar lo malo, y eso permite crecer mucho más rápido.
Por un lado el mercado es ideal pero por otro lado el emprendedor salvadoreño tiene que salirse de su limitación física o geográfica y entender que ya estamos todos conectados y se puede aprender mucho de afuera.
En Italia, mi país, pasa lo mismo, que se tiene una mentalidad demasiado local incluso a la hora de buscar ayuda. A uno se le olvida pensar que hoy en día hay 4,000 millones de personas conectadas en internet; y es más en un país como El Salvador donde el idioma oficial es el español y hoy en día lo hablan más de 1,000 millones de personas en el mundo.
Se debería desarrollar esa mentalidad geográfica y pensar más en grande y conectar con gente de todo el mundo.
En El Salvador, en C.A. y en América Latina en general vemos que hay muchos problemas locales que en realidad se puede ver una solución global. Por ejemplo, el que soluciona el problema del tráfico en San Salvador, si a alguien se le ocurriera una solución, esa aplica a San Salvador igual que a cualquier ciudad grande incluyendo Pekín, Los Ángeles, Roma… así es como uno tiene que pensar. Hay muchas más personas que comparten los mismos problemas entonces la solución se puede aplicar a gran escala.
Hay que darse cuenta del impacto que alguien puede generar hoy en día con un emprendimiento en El Salvador no tiene límites.
¿Si pudiera dar 3 consejos que puedan aplicar los emprendedores salvadoreños, cuáles serían?
Uno es creérselo, no parar. Salir y querer hacer cosas grandes. Tener un poco más de ambición. Entender que también están en el mapa y aprender de afuera y salir.
Hay otros ecosistemas donde esa ambición les ha permitido generar más impacto.
El que solo va a pensar ‘no sirvo para eso, eso es para mi mercado pequeñito’ es como frenarse solo. Hay que tener un poco más de seguridad.
Lo segundo es prepararse bien, no solo teórica, sino aprender de otros y compartir, es decir salir de la casa. Estudiar qué funciona y que no.
Lo que yo recomiendo es salir a validar y luego a desarrollar un producto para aprender qué es lo que tiene que desarrollar; no desarrollar y salir a validar en el mercado.
He notado que los emprendedores se quedan en la casa callados para desarrollar y después lanzar pero allí el riesgo es demasiado alto.
Y tercero: Si se está levantando capital versus si se está vendiendo un producto o presentando el proyecto son mensajes diferentes a públicos diferentes.
Antes de presentar un producto se deben preguntar quién es el interlocutor y qué quiere obtener de esa interacción.
¿A qué rubros les ve más potencial para desarrollar startups?
Existe la posibilidad de desarrollar tecnologías, no se necesita nada para desarrollar herramientas tecnológicas. Yo creo que El Salvador tiene más potencial para desarrollar problemas reales, compañías que se enfoquen en desarrollar soluciones a problemas reales, es decir usar tecnología para solucionar un problema, no solo el hecho de desarrollar tecnología.
Se habla mucho de blockchain porque gracias al funcionamiento del Bitcoin es un país que hace mucho ruido en la industria.
El blockchain ha tardado en enseñar aplicaciones reales, se habla mucho de eso pero no hay ejemplos de compañías de blockchain que estén solucionando un problema real para la gente real que tiene que ir al trabajo, al colegio.
Allí es donde creo que los países como El Salvador que tienen un contacto más real con el mundo pueden usar la tecnología para solucionar problemas. Yo recomiendo que los emprendedores se den cuenta que la tecnología, a pesar de que tiene que crecer mucho más, ya está lista para muchas aplicaciones que se enfoquen en problemas reales. La tecnología es un medio para hacer dos cosas: escalar, o sea llegar a muchas más personas; y dos, hay problemas que antes no se podían solucionar y ahora sí se pueden solucionar.
Lo que está pasando en blockchain, en Inteligencia Artificial y en otras tecnologías es interesante porque todo es tan nuevo hace que no haya una gran diferencia entre un ecosistema nuevo y otro más maduro. Es decir, todo mundo empieza al mismo nivel, entonces no sorprende ver que adolescentes en África salen con unas ideas que un doctor en astrofísica en California no tuvo. Ese es un mensaje importante para el país, porque ahora estamos en una fase de democratización de la tecnología.
Todos tenemos acceso a la misma información, entonces no hay excusa, el que quiera innovar puede hacerlo. Por eso creo que las compañías más impactantes van a salir de mercados emergentes, porque son los que más ganas tienen; más problemas significa más oportunidades.
Eso le puede dar bastante ánimo a los emprendedores salvadoreños y decirles: tú puedes, este es el momento.