A través de un estudio presentado por la Fundación del Azúcar (FUNDAZUCAR) y la Asociación Azucarera de El Salvador, se determinó que la huella de carbono producida en el territorio nacional tiene una de las emisiones más bajas a nivel mundial, incluso por debajo de Estados Unidos y la Unión Europea.
El informe fue elaborado por el Instituto Privado de Investigación sobre Cambio Climático (ICC) e indica que la huella de carbono generada por la zafra en el periodo 2021-2022, fue equivalente a 0.30 kg CO2, por kilogramo de azúcar producida.
Para el sector azucarero, las emisiones representan 1.18% del total producido por diferentes factores a nivel nacional, esto de acuerdo con el inventario de gases de efecto invernadero publicado por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Según los expertos, la baja huella de carbono se atribuye principalmente a la eficiencia del proceso productivo de fertilizantes aplicados en la producción de azúcar por hectárea, el uso de biomasa de caña para generación de energía eléctrica, entre otros.
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El estudio presentado a través de una conferencia de prensa por la agroindustria azucarera reveló que se evita la emisión de 1,137,534 toneladas de CO2 equivalente por la generación de electricidad a partir de la biomasa de caña o “bagazo”, debido a que es un combustible renovable.
Con la publicación de estos resultados el presidente de Procaña, Oscar Orellana, señaló que dentro del área agrícola los factores que más estaban impactando, se encuentran los fertilizantes nitrogenados, el combustible para las labores y transporte.
“Es impresionante ver valores (huella de carbono) por debajo de muchos países que son en teoría desarrollados, este estudio es una herramienta para poder desmentir el estigma que este tipo de cultivo es malo”, señaló el presidente de Procaña, argumentando que es importante analizar también el consumo hídrico de este sector debido a que existen otros rubros como los fabricantes de ropa, los que consumen mayores cantidades de agua en sus procesos.
Orellana afirmó que está es “la mejor noticia que nos pudieron haber dado” como sector debido a que hora se cuenta con argumentos sólidos y técnicos para debatir con los detractores del cultivo de caña. “El mundo va cambiando y buscando convivir con el medio ambiente, para nosotros los productores es muy bueno porque nos puede abrir puertas a nuevos mercados y financiamientos amigables a lo verde”, agregó.
Huella hídrica en los cultivos de caña
Alrededor de la agroindustria han existido diversos señalamientos por la cantidad de agua empleada para la producción de los cultivos. Al respecto, el reporte presentado indica que en el caso del azúcar en la zafra emplea un 89% de agua proveniente de la lluvia, 9% es suministrada a través de riegos y 2% del agua se necesitaría para la carga química del cultivo.
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Esto significa que la huella hídrica del azúcar de El Salvador es 42% menor que a nivel mundial (Hoekstra & Mekonnen, 2011).