El presidente de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), Jorge Arriaza, aseguró que, para la entidad, la figura de una empresa de economía mixta es la más adecuada para que una compañía privada, en este caso la turca Yilport, participe en el manejo de los puertos de El Salvador e invierta capital para mejorarlos.
Eso a pesar de que esto posibilitó que el acuerdo no tuviera que pasar, siquiera, por la aprobación de la Asamblea Legislativa.
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"Creo que es más saludable una sociedad de economía mixta que una concesión, porque en una concesión generalmente le entrega el manejo total, en este caso de un puerto, a la empresa que lo va a manejar. Hemos visto que en la región han habido problemas en temas portuarios y aeroportuarios de concesiones", sostuvo el líder de la gremial.
Para un experto en el tema portuario, de concesiones y de asocios público-privado, la decisión de elegir la figura de la empresa de economía mixta es, sin embargo, un error, porque el Estado sigue asumiendo el riesgo de la operación, pero con el derecho de solo el 20 % de las utilidades que se generen.
Para Arriaza, no es problemático que Yilport tenga el 80 % de las acciones de la Unión Portuaria del Pacífico, la compañía creada junto a CEPA para manejar los puertos, y que, por tanto, la convierta en la controladora de la misma, pues eso es lo más conveniente para el inversor privado.
"Lo importante es que las empresas tengan una mayoría porque son las que se están comprometiendo a poner el capital y la inversión. Ningún empresario va a querer invertir si no tiene el control de la sociedad, va a estar muy limitado", añadió.
Al presidente de la ASI tampoco le parece problemático que la elección de Yilport se haya hecho de manera directa y no mediante un concurso público, que hubiera permitido competir a más empresas.
"No sé cómo fue en detalle el proceso legal, allí tienen que ser los abogados los que defiendan. Pero creo que en proyectos de esta magnitud, tanto de parte de El Salvador, como especialmente de la empresa, están muy bien supervisados jurídicamente y cuenta con todas las garantías necesarias de que es un proyecto legalmente bien estructurado y que le dé garantía al inversionista, principalmente, de que el proyecto va a caminar bien", dijo.
Según Arriaza, el sector industrial es el principal cliente del Puerto de Acajutla, pero, actualmente, la demanda de servicios rebasa la capacidad de esa terminal en el occidente del país, a pesar de las inversiones de ampliación ejecutadas.
"En estas condiciones, el puerto todavía tiene limitaciones para la industria y esperamos que poco a poco se vayan resolviendo", dijo.