El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, agudizó este miércoles su guerra comercial con la imposición de un arancel global del 10 % para todas las importaciones, que se incrementa en un 34 % en el caso de China y en el 20 % para los productos de la Unión Europea (UE).
Trump decidió en cambio dar un alivio a México y Canadá, sus principales socios comerciales, al posponer nuevamente la imposición de tarifas para los productos mexicanos y canadienses blindados por el tratado de libre comercio (T-MEC).
"Este es uno de los días más importantes, en mi opinión, en la historia de Estados Unidos. Es nuestra declaración de independencia económica", afirmó el mandatario en un gran evento en la Rosaleda de la Casa Blanca rodeado de trabajadores.
El líder republicano, quien desde hace semanas había bautizado esta jornada como el 'Día de la Liberación', compareció para dar los detalles de la esperada batería de gravámenes que impondrá en "represalia" por las barreras que se impone a las exportaciones estadounidenses en todo el mundo.
El arancel base para todos es del 10 %, aunque Estados Unidos agrega un arancel adicional para aquellas naciones o bloques económicos que Washington considera como los "peores infractores" y que Trump dijo que, pese a todo, eran menores al que se aplica a los bienes estadounidenses.
El arancel mínimo del 10 % entrará en vigor el sábado 5 de abril, mientras que el gravamen adicional que afecta a cada nación de forma diferenciada comenzará a aplicarse el 9 de abril.
El mandatario mostró una tabla que también establece aranceles del 10 % para varios países latinoamericanos, como Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Perú y República Dominicana, así como a los centroamericanos Guatemala, Honduras, Costa Rica y El Salvador.
VER: EE.UU. impone 10% de aranceles a El Salvador
Esos países, por tanto, solo estarán sujetos al 10 % mínimo que ha impuesto Estados Unidos.
Otros países latinoamericanos estarán sujetos a aranceles más altos como Venezuela, que pagará el 15 % para exportar a Estados Unidos, y Nicaragua, exportador de oro y ropa a EE.UU., del 18 %.

Para imponer estos aranceles, Trump ha declarado una "emergencia nacional" alegando que la situación comercial actual supone riesgo para la seguridad de EE.UU.
México y Canadá esquivan de nuevo los aranceles
México y Canadá, a quienes Trump lleva meses amenazando con aranceles en represalia por el tráfico de fentanilo y el flujo de migrantes, no aparecen en la tabla que mostró el republicano.
Al finalizar el evento, la Casa Blanca anunció que vuelve a prorrogar la imposición de aranceles del 25 % para las importaciones de México y de Canadá protegidas por el T-MEC, que incluye desde productos agrícolas hasta partes de automóviles o ciertos tipos de maquinaria.
Tasar estos productos implicaría a la práctica la muerte del tratado comercial, firmado por el propio Trump en su primer mandato.
Desde que regresó a la Casa Blanca el pasado 20 de enero, el republicano ha utilizado los aranceles como una medida de presión para negociar con otros países.
Por ejemplo, a la medianoche de este miércoles entran en vigor los aranceles del 25 % para todos los automóviles y componentes de vehículos fabricados fuera de Estados Unidos, a excepción de las autopartes hechas en México y Canadá.
Trump sostiene que los aranceles provocarán que las empresas trasladen su producción a Estados Unidos, creando puestos de trabajo, pero los incrementos arancelarios no tienen en cuenta a naciones pobres o pequeñas con economías pocos diversificadas o vulnerables a gigantes estadounidenses.
El magnate neoyorquino desestima las advertencias de expertos economistas que avisan que esas políticas pueden provocar un aumento de precios para los consumidores estadounidenses.
La Casa Blanca invitó al evento a trabajadores de la industria del acero y del automóvil, así como agricultores y artesanos para escenificar que con estos aranceles el mandatario busca "hacer a Estados Unidos rico de nuevo" favoreciendo a su propia industria.
Asia y Europa, los mayores impactados
EE.UU. impondrá aranceles adicionales a importantísimos socios comerciales de las empresas estadounidenses: del 34 % para las importaciones de China (ahora gravadas con un 54%), del 20 % adicional a la UE o del 24 % a Japón.
Taiwán, un socio vital en semiconductores, sufrirá un incremento del 32 %; la India, del 26 %; Corea del Sur, un potente exportador de automoción o electrónica, del 25 %, e Israel, del 17 %.
"Uno piensa de la Unión Europea que es muy amigable: nos estafan. Es muy triste verlo. Es tan patético; 39 % (nos gravan), les vamos a cobrar el 20 %", explicó.
El mandatario aseguró que sus aranceles son de carácter "amable", dado que las tarifas impuestas son la mitad de lo que la Casa Blanca calcula que cada nación impone de media a las importaciones estadounidenses.
Las reacciones
Tras el anuncio, la agencia de calificación Fitch Ratings afirmó que muchos países "probablemente" entren en recesión económica.
Olu Sonola, jefe de investigación sobre la economía de Estados Unidos de Fitch Ratings, indicó en un comunicado que la tasa arancelaria del país sobre todas las importaciones se sitúa ahora en torno al 22 %, en comparación al 2.5 % de 2024.
Y el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, aconsejó a los países que no escalen la guerra comercial con represalias.